El Jurista Y El Simulador

El jurista y el simulador del derecho

Este es un libro escrito por el doctor en derecho y maestro emérito de la Universidad Autónoma De México. Ignacio Burgoa Orihuela.

En él nos presenta las diferencias de un verdadero representante del estudio de derecho y la persona que solo adopta el titulo de abogado.

Primero nos da a conocer lo hermoso que es la materia, dotándonos de los principales puntos, que hacen del derecho una necesidad básica para el hombre y para la sociedad. Teniendo así que el derecho es la parte primordial para la creación del estado, sin importar el tiempo ni el espacio, por la simple razón de que sin este no podría subsistir ni coexistir el gobierno, gobernantes y gobernados, que en pocas palabras es la sociedad.

Después nos presenta como debe ser el semblante del jurisprudente, abogado, maestro o juez. Obteniendo que el jurisprudente debe tener las siguientes características:

Ser libre, autentico, veraz, valiente, sin prejuicios ni cobardía, además de el amor a la lectura, a la historia, a la ciencia, por lo que, si se tiene una vocación de defensor de las leyes tendrá que aceptar la actualización permanente como parte de su vida, esto para defender con ahincó las leyes que estudió.

También debe saber que el derecho, es decir la jurisprudencia, es un arte, una ciencia que se basa en lo moral, lo ético y en los valores más estrictos que existen.

Un jurista debe conocer tanto sus leyes como su origen, para que logre ser un artista y un científico de la materia que le apasiona. Sin que dejen de ser unos cultivadores del derecho.

Existen diversas actividades que diferencian a los jurisprudentes y estos no deben de olvidar que se lucha por los valores humanos por la justicia y el bien, impulsado por la vocación jurídica.

Así también encontraremos los aspectos que un simulador del derecho puede ofrecer.

Como lo dice la definición “El simulador es la acción e fingir o imitar lo que no se es”

Su vida es una farsa ya que su disgusto por la ciencia y el amor por el arte a la superación en sí mismo, no deja lugar para la lucha incansable de las leyes, viendo su profesión como un objeto de lucro.

Sin embargo no puede llevar a cabo sus metas por sí mismo, al no tener las bases suficientes de lucha por las leyes, adopta la personalidad de buen compañero y busca quien resuelva sus problemas, pidiéndole a alguien que lo ayude, dándose ventaja de la sabiduría de los demás y obteniendo por alguien más los frutos que por si mismo no podría obtener.

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