El Suicidio
maleviu20 de Mayo de 2014
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INTRODUCCIÓN
Durkheim pretende con esta introducción dejar perfectamente delimitado el concepto objeto de nuestro estudio. Par ello da una definición objetiva del suicidio, eliminando las posibles alteraciones que las palabras sufren al incluirse en el vocabulario cotidiano. Así define el suicidio como toda muerte que resulta mediata o inmediatamente de un acto positivo o negativo realizado por la misma víctima. Tras dar esta definición observa en su argumentación que pueden quedar incluidos los hechos accidentales, así establece la siguiente matización: “ Hay suicidio cuando la víctima, en el momento en que realiza la acción, sabe con toda certeza lo que va a resultar de él.”
A continuación se ocupa del interés que este fenómeno puede tener para la sociología, ya que el suicidio puede considerarse además de en su vertiente individual, en su vertiente colectiva, ya que cada sociedad presenta una cifra casi invariable suicidios aun cuando el periodo estudiado sea demasiado largo. Es así un fenómeno independiente, con naturaleza propia, de cuyo estudio se encarga la Sociología y en concreto esta obra.
LIBRO I : LOS FACTORES EXTRASOCIALES
CAPITULO I: EL SUICIDIO Y LOS FACTORES PSICOPATICOS
En este capitulo Durkheim, se ocupa de analizar si factores ajenos a la sociedad pueden afectar al porcentaje de suicidios, como pueden ser la raza, la temperatura, el clima.
A continuación se plantea debido a las similitudes del suicidio con la locura, si el primero puede ser una clase de enajenación mental. Si el suicida fuera un loco, se trataría de una locura parcial y delimitada, es decir, una monomanía. Antiguamente si se admitía la existencia de estos fugaces de locura que únicamente afectan a una facultad mental, pero distintos estudios han demostrado que su existencia no es posible por lo que queda desechada esta hipótesis. Descartado este punto queda investigar si todos los casos de suicidios caben dentro de la clasificación de los suicidios vesánicos, es decir saber si el suicidio es un acto típico de los alienados. Así clasifica los suicidios vesánicos, tomando como referencia las reglas de Jousset y Moureau de Tours en:
Suicidio maniático:
Producido como consecuencia de alucinaciones o de concepciones delirantes. Deriva de la enfermedad de la manía. Es un torbellino constante de ideas y sentimientos entre los que puede surgir la idea del suicidio provocados por la alucinación.
Suicidio melancólico:
La idea del suicidio nace de estados de extrema depresión en los que el individuo deja de apreciar los vínculos que le unen con la vida, es similar al maniático ya que la idea de suicidarse puede surgir de alucinaciones con la salvedad de que en este caso las ideas gozan de una gran fijeza. Preparan la ejecución con gran detenimiento.
Suicidio obsesivo:
En este caso la idea del suicidio es similar a un instinto, la idea fija de la muerte se va apoderando del individuo. El enfermo sabe que esta idea es absurda, el problema es que el individuo ha de luchar contra este sentimiento porque si se abandona este ansia por matarse puede vencerle. Es una especie de ansiedad, por eso se le ha llamado suicidio ansioso.
Suicidio impulsivo o automático:
Carece de razón tanto en la realidad como en la imaginación del enfermo, surge la idea sin fundamento y progresivamente se va apoderando de la voluntad, en un tiempo mas o menos largo y bruscamente puede provocar la ejecución.
Tras esta clasificación Durkheim descarta que estos tipos engloben todos los suicidios, por lo tanto queda también descartado la hipótesis de que el suicidio nazca de la locura ya sea esta transitoria y duradera. Un porcentaje alto de suicidios son deliberadamente prerarados y además no son fruto de alucinaciones.
A continuación analiza un estado intermedio, la neurastenia que se caracteriza por ser un estado en el que los individuos presentan un umbral para los sentimientos más bajo de lo normal, tras un estudio en los sexos, los cultos, la edad los países. Llega a la conclusión de que la neurastenia tampoco afecta al porcentaje global de suicidios y por lo tanto no es relevante para nuestro estudio.
CAPITULO II EL SUICIDIO Y LOS ESTADOS PSICOLOGICOS NORMALES. LA RAZA
De nuevo lo primero es definir la raza, en la búsqueda de una definición Durkheim cae en la cuenta de que no es posible definirla obviando los tipos hereditarios.
Tomando la división de las tres razas que hace Morselli, se observa una gran diversidad en la aptitud para el suicidio en los eslavos, los celtarromanos y las naciones germanas. Solo los alemanes tienen una fuerte propensión que se pierde cuando salen de Alemania.
Finalmente llega a la conclusión de que la raza no puede ser un factor del suicidio si no es este esencialmente hereditario, hipótesis que descarta debido a la insuficiencia de pruebas.
CAPITULO III EL SUICIDIO Y LOS FACTORES COSMICOS.
El estudio de la influencia del clima nos lleva a la conclusión de que este nada tiene que ver con el porcentaje de suicidios lo que lleva al autor a estudiar si la temperatura tiene algún efecto.
Los distintos estudios muestran que la época del año en la que más suicidios se cometen es en el semestre que va de Marzo a Agosto siendo siempre el número de suicidios inferior en el siguiente periodo. Morselli llega a la conclusión de que la temperatura fomenta la actividad tanto social como cerebral y es en esto estados de mayor agitación cuando se da un mayor número de muertes voluntarias, de aquí que considere que suicidio y temperatura estén perfectamente relacionados. Durkheim rechaza esta hipótesis.
Las razones que expone para este rechazo son que en primer lugar, esto implica una concepción muy discutible del suicidio como es que éste tenga siempre como antecedente psicológico un estado de sobreexcitación, por el contrario, el suicidio es un resultado frecuente de estados de depresión profundos; además Durkheim opina que el calor afecta de diferente forma a unas personas que a otras, por lo tanto la acción agravante que pueda tener sobre unos se verá compensada por la acción moderadora que tenga sobre otros.
El doctor Dietrich ofrece una explicación de cómo las temperaturas extremas son las que afectan al índice de suicidios, tanto el frío como el calor. Esto se comprende porque los excesos de todo tipo, los cambios bruscos y violentos, sobrevenidos en el medio físico, turban el organismo, desconciertan el juego normal de las funciones y determinan especies de delirios de los que puede la idea del suicidio realizarse si nada la contiene.
Si tomamos como posible respuesta a las estadísticas veremos que tampoco esta regla se cumple porque aunque en todos los países la diferencia de temperaturas entre primavera y verano es muy fuerte, la de suicidios por el contrario es muy débil, y lo mismo sucede entre el otoño y el invierno.
Esta independencia se pone más en relieve todavía si consideramos los datos estadísticos por meses, de esta forma se observa que tomando enero como punto de partida, el mes más frío del año, los suicidios van aumentando hasta alcanzar su punto álgido en el mes de Julio y a partir de agosto comienzan de nuevo a descender. Si además realizamos esta comparación entre diferentes países podremos observar que el número de suicidios en un mes es prácticamente el mismo, siendo las temperaturas bastante diferentes de un país a otro.
Por otro lado si la temperatura tuviese influencia esta debería dejarse sentir también en las diferentes áreas geográficas, y por esto los países cálidos deberían ser los más atacados, y esto realmente no se da, Italia tiene 5 veces menos que Francia y España y Portugal están casi indemnes.
Para conocer la naturaleza de estas causas podemos comparar la parte proporcional de cada mes en el total de suicidios anuales, con la longitud media del día en igual momento del año, las dos series de números que de ellas se obtiene varían exactamente de la misma manera, tienen un paralelismo perfecto.
Cuando los días se alejan más, los suicidios aumentan mucho (de Enero a Abril), en los meses de Abril a Junio el crecimiento de ambos se detiene y ocurre exactamente igual en los meses de decrecimiento. En los meses en que los días son iguales de largos el número de suicidios es muy similar (Julio y Mayo, Agosto y Abril).
Con esto e independientemente de la temperatura lo que se demuestra es que en cualquier estación la mayor parte de los suicidios tiene lugar de día, los suicidios llevados a cabo por la mañana y por la tarde suponen los cuatro quintos del total, siento los de por la mañana los tres quintos.
Por lo tanto si la mayoría de los suicidios se producen en horas diurnas es normal que el número de estos aumente conforme aumenta el número de horas de día independientemente de la temperatura. La explicación queda confirmada por el hecho de que el suicidio es mayor durante el día y las horas de actividad máxima.
No es precisamente el medio físico el que estimula de manera directa el suicidio depende sobretodo de los factores sociales, lo que se determinara en el libro próximo.
CAPITULO IV. LA IMITACIÓN
Se considera la imitación como el último factor psicológico a tratar antes de poder pasar a hablar sobre las causas sociales del suicidio.
El fenómeno de la imitación se puede dar entre dos personas sin que a estas les una ningún vínculo social, o relación de cualquier tipo, es un fenómeno puramente psicológico e individual, y si llegamos a establecer que contribuye a determinar la cifra de suicidios, resultará que esta cifra depende directamente, total o parcialmente,
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