El cambio climático afecta los elementos básicos de la vida de personas de todo el mundo

El cambio climático afecta los elementos básicos de la vida de personas de todo el mundo. Cientos de millones de personas podrían sufrir hambre, escasez de agua e inundaciones costeras a medida que se calienta el planeta.

Las principales consecuencias económicas del cambio climático son:

1. Daños a la propiedad y la infraestructura. Aumento del nivel del mar, inundaciones, sequías, incendios forestales y tormentas extremas requieren una amplia reparación de la infraestructura.

2. Pérdida de productividad. Las interrupciones en la vida diaria relacionadas con el cambio climático pueden significar la pérdida de trabajo y de días de clases, así como un daño al comercio, al transporte, a la agricultura, a la pesca, a la producción de energía y al turismo. Lluvias severas y tormentas de nieve pueden retrasar la siembra y la cosecha, causar cortes de energía, y afectar el transporte. Los riesgos para la salud relacionados con el clima también reducen la productividad.

3. Migración masiva y amenazas en la seguridad. El calentamiento global aumenta el número de “refugiados climáticos” que son aquellas personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares a causa de la sequía, las inundaciones y otros desastres relacionados con el clima. Los movimientos masivos de personas y los trastornos sociales pueden conducir a disturbios civiles.

El cambio climático constituye el mayor fracaso del mercado jamás visto en el mundo. Todos los países serán afectados, pero los más vulnerables - los países y poblaciones más pobres - sufrirán antes y más intensamente, aun cuando sean los que menos hayan contribuido a las causas del cambio climático.

El Informe STERN estima que si no actuamos, los costes globales y los riesgos del cambio climático equivaldrán a la pérdida de al menos un 5% del PIB global anual. Teniendo en cuenta una mayor diversidad de riesgos e impactos, las estimaciones de los daños podrían alcanzar un 20% o más del PIB. De acuerdo con estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, “los efectos del calentamiento global costarán a la humanidad 45 millones de millones de dólares de aquí al 2050”.

El sector público mexicano gasta a favor del medio ambiente para la prevención, control, reducción o eliminación de la contaminación generada por las actividades de producción, distribución y consumo. Los costos ambientales derivados de las actividades económicas en México en 2014 representaron el 5.3% del PIB, es decir, alrededor de 910 mil 906 millones de pesos, que son los gastos en los que tendría que hacer la sociedad para prevenir o remediar la disminución o pérdida de recursos naturales, de acuerdo al INEGI.

Las Cuentas Económicas y Ecológicas de México proveen información sobre el impacto al medio ambiente y los recursos naturales como consecuencia de las actividades antropogénicas, vinculándolo a las principales variables macroeconómicas del país y obteniendo el Producto Interno Neto Ajustado Ambientalmente (PINE), a través de la determinación del monto de los costos por el agotamiento de los recursos naturales y la degradación del medio ambiente.

Para hacer frente a estas problemáticas económicas se tienen que formular tres elementos de política para una respuesta global efectiva:

1. Fijación del precio del carbono, aplicada a través de impuestos, comercio de emisiones o regulación.

2. Una política que apoye la innovación y el despliegue de tecnologías bajas en carbono.

3. Medidas para eliminar las barreras a la eficiencia energética, y para informar, educar y persuadir a las personas acerca de lo que pueden hacer para responder al cambio climático.

Los costes de acciones pertinentes - reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar los peores impactos del cambio climático - pueden limitarse a alrededor

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