Evolucion De La Fisica
69704021 de Octubre de 2013
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EL ENIGMA DEL MOVIMIENTO
Mientras nos ocupemos únicamente del movimiento en línea recta estaremos lejos de
comprender los movimientos observados en la naturaleza. Para entenderlos nos vemos
obligados a estudiar movimientos sobre trayectorias curvas y determinar las leyes que
los rigen. Esto no es asunto fácil. En el caso del movimiento rectilíneo, nuestros
conceptos de velocidad, cambio de velocidad y fuerza resultaron muy útiles. Pero no se
ve inmediatamente cómo los podremos aplicar al caso de trayectorias curvilíneas. Se
puede evidentemente pensar que los conceptos anteriores son inadecuados para la
descripción de cualquier movimiento y que debemos crear conceptos nuevos. ¿Nos
convendrá seguir el camino anterior o buscar otro?
La generalización es un proceso que se emplea muy a menudo en la ciencia. El método
de generalización no está determinado unívocamente, pues hay usualmente numerosas
maneras de llevarla a cabo. Sin embargo, debe satisfacerse un requisito: todo concepto
generalizado se debe reducir al concepto original cuando se restablecen las condiciones
primitivas.
Esto se entenderá mejor al aplicarlo al caso que nos ocupa. En efecto, se puede intentar
la generalización de los anteriores conceptos de velocidad, cambios de velocidad y
fuerza, para el caso del
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LA EVOLUCIÓN DE LA FÍSICA
movimiento curvilíneo. Cuando se habla de curvas, técnicamente, se incluye entre ellas
a las líneas rectas. La recta es un caso particular y trivial del concepto más general de
curva. Luego, si introducimos la velocidad, el cambio de velocidad y la fuerza para el
movimiento curvilíneo, estos conceptos quedan automáticamente definidos, también,
para el movimiento rectilíneo. Pero este resultado no tiene que contradecir los
previamente obtenidos. Si la curva se transforma en una línea recta, todos los conceptos
generalizados tienen que transformarse en los que usamos en la descripción del
movimiento rectilíneo. Esta restricción no es suficiente para determinar la
generalización unívocamente. Deja abiertas muchas posibilidades. La historia de la
ciencia nos enseña que las generalizaciones más simples resultan a veces adecuadas y
otras veces no. En nuestro caso resulta relativamente simple acertar con la
generalización correcta. Los nuevos conceptos probaron su utilidad al permitirnos
entender el movimiento de un cuerpo arrojado en el aire, como el movimiento de los
cuerpos celestes, etc.
¿Qué significan las palabras velocidad, cambio de velocidad y fuerza, en el caso del
movimiento curvilíneo? Empecemos con el concepto de velocidad. Supongamos que un
cuerpo muy pequeño se mueve de izquierda a derecha, describiendo la curva de la
figura 8. Un cuerpo pequeño se llama a menudo partícula. El punto sobre la curva de
esta figura indica la posición de la partícula en cierto instante. ¿Cómo es la velocidad
correspondiente a esta posición y a este tiempo? La clave descubierta por Galileo nos
insinúa la solución del problema. Una vez más, tenemos que usar nuestra imaginación y
pensar en una experiencia ideal. La partícula se mueve sobre la curva, de izquierda a
derecha, bajo la influencia de fuerzas exteriores. Supongamos que en un instante dado,
dejan de obrar sobre la partícula todas las fuerzas. De acuerdo con el principio de
inercia, el movimiento, a partir de ese instante, debe ser uniforme. En la práctica, resulta
evidentemente imposible librar a un cuerpo de toda influencia exterior. Pero nos
podemos preguntar: “¿qué pasaría si…?”
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GÉNESIS Y ASCENSIÓN DEL PUNTO DE VISTA MECANICISTA
y juzgar la validez de nuestro conjetura por las conclusiones que de ella se pueden
derivar y por su acuerdo con la experimentación.
El vector de la figura 9 indica la dirección imaginada del movimiento uniforme si se
anulan todas las fuerzas exteriores. Es la dirección de la tangente al punto de la curva
que ocupa la partícula en el instante de desaparecer las fuerzas. Si se observa el
movimiento de una partícula con un microscopio, se ve una parte muy pequeña de la
curva que aparece como un minúsculo segmento rectilíneo. l..a tangente es su
prolongación. Por lo tanto, el vector de la figura representa la velocidad en un instante
determinado; es decir, el vector velocidad está sobre la tangente a la trayectoria. Su
longitud da la magnitud de la velocidad, o sea la rapidez indicada, por ejemplo, por el
velocímetro de un auto.
Nuestro experimento ideal, de destruir el movimiento con el objeto de encontrar el
vector velocidad, no debe tomarse demasiado literalmente. Sólo nos ayuda a
comprender el significado del vector velocidad y nos permite hallarlo en un punto y en
un instante arbitrarios.
En la siguiente figura 10, se muestra el vector velocidad correspondiente a tres
posiciones diferentes de la partícula móvil sobre la curva trayectoria. En este caso,
además de la dirección, varía también
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LA EVOLUCIÓN DE LA FÍSICA
la magnitud de la velocidad, lo que se representa con las distintas longitudes de los 3
vectores, 1, 2 y 3.
¿Satisfará esta nueva manera de definir la velocidad el requisito indispensable a toda
generalización? Esto es: ¿se reduce al concepto primitivo de velocidad, si la curva se
transforma en una recta? Es obvio que sí; pues la tangente a una recta coincide con la
misma. Luego, en este caso el vector velocidad estará sobre la línea del movimiento,
exactamente igual que en los casos anteriores del carro móvil y de las esferas rodantes.
Introduzcamos, ahora, el concepto generalizado de cambio de velocidad. Esto puede
hacerse también de varias maneras, de las cuales escogeremos la más simple y
conveniente. La figura 10 muestra varios vectores velocidad, que representan el
movimiento en otros tantos puntos de la trayectoria. l..os dos primeros pueden dibujarse
como en la figura 11, partiendo de un mismo punto, lo que es posible de acuerdo con
nuestra definición de vector. El vector punteado representa el cambio de velocidad. Su
origen coincide con el final de (1) y su extremo final con el del vector (2). Esta
definición del vector cambio de velocidad puede parecer, al principio, artificial y hasta
sin sentido. Resulta más clara al aplicarla al caso especial en que los vectores (1) y (2)
tienen igual dirección. Esto significa, naturalmente, pasar al movimiento rectilíneo. Si
los dos vectores tienen un mismo origen, el vector punteado une nuevamente sus
extremos finales (fig. 12). Esta representación resulta idéntica a la de la figura 6
(pág. 12) y se recupera el concepto primitivo como un caso especial del generalizado.
Hacemos resaltar que en dichas figuras se han separado las dos líneas de las velocidades
para que no resulten superpuestas e indiscernibles.
Nos queda por dar el último y más importante paso de nuestro proceso de
generalización. Debemos establecer la relación entre la
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GÉNESIS Y ASCENSIÓN DEL PUNTO DE VISTA MECANICISTA
fuerza y el cambio de velocidad, para poder formular la clave que nos permita entender
el problema general del mo vimiento.
La clave de la interpretación del movimiento rectilíneo es simple: fuerzas exteriores son
responsables de los cambios de velocidad;
el vector fuerza tiene la misma dirección y sentido que estos cambios. ¿Y cuál será la
clave que resuelva el problema del movimiento curvilíneo? ¡Exactamente la misma! la
única diferencia es que el cambio de velocidad tiene, aquí, un significado más amplio.
Un vistazo a los vectores punteados de la figura 11 aclara este punto perfectamente. Si
se conoce la velocidad en todos los puntos de la trayectoria, se puede deducir en el acto
la dirección de la fuerza en un punto cualquiera. Para esto hay que trazar los vectores de
la velocidad correspondientes a dos instantes separados por un lapso pequeñísimo y, por
ende, referentes a dos posiciones muy próximas entre sí. La flecha que parte del final
del primer vector y termina en el del segundo da la dirección y sentido de la fuerza
actuante. Pero es esencial, repetimos, que los dos vectores velocidad que se tomen estén
separados por un intervalo de tiempo “muy corto”. El análisis riguroso de las
expresiones “muy cerca”, “muy corto”, no es tan fácil. Fue precisamente este análisis el
que condujo a Newton y a Leibniz al descubrimiento del cálculo diferencial que es la
senda trabajosa y árida que lleva a la generalización de la clave de Galileo.
No podemos mostrar aquí cuán múltiples y fructíferas han resultado las consecuencias
de esa generalización. Su aplicación conduce a una explicación simple y convincente de
muchos hechos antes Incoherentes e ininteligibles.
Entre la gran diversidad de movimientos tomaremos uno de los mas simples, al que
aplicaremos para su interpretación la ley que acabamos de formular.
Una bala de cañón, una piedra lanzada con cierta inclinación, Un chorro de agua que
emerge
...