Ficus Benjamina

Plagas que atacan al árbol ficus benjamina.

Introducción:

Desde tiempos remotos, en los años en los que el hombre pudo razonar y comprobar que sus cosechas eran mínimas o incluso inexistentes, se dio cuenta que era por la acción de animales que consumían o dañaban en gran medida sus productos. El nombre de “plaga” designa inicialmente a la proliferación de animales perjudiciales (por lo general insectos) que periódicamente arrasan con los cultivos y plantaciones.

En la actualidad cuando hablamos de plagas y de “enfermedad” podemos definirla de la siguiente manera:

Plaga: Daños producidos por animales. Se suele confundir su significado con el de enfermedad pero esta palabra da un radical cambio pues, como significado se entiende que son alteraciones producidas por organismos vivos distintos de los animales: (entre posibles agentes se encuentran: Hongos, bacterias, virus, plantas parasitas y adventicias)

Planta adventicia: Aunque son poco conocidas, se suelen decir que son las malas hierbas o las hierbas no deseadas.

El ficus benjamina es una planta cultivada en muchos hogares. Parte de ese éxito se debe a que tolera bien las altas temperaturas, y bajos niveles de luz y humedad.

Este árbol puede sufrir de varias plagas, principalmente como son:

 Araña roja

 Mosca blanca

 Trips

Arañas rojas

Son ácaros con cuatro patas, un abdomen y cabeza. Su tamaño es de 0.5 mm aproximadamente y tiene una característica peculiar en cuanto a su color, es verde claro con dos manchas negras en los meses de verano y naranja o sin manchas en los meses de otoño e invierno. En definitiva, en sus distintas fases de desarrollo presentan distintos coloridos como blanquecino, amarillento, rojo-pardo y verdoso, dependiendo también del árbol, o planta en la que se hospede o en la época del año.

En el caso del ficus benjamina, son unas arañitas de color rojo y de 0.5 mm y que apenas se aprecian a simple vista. Atacan si el ambiente es muy seco.

Tienen un síntoma en común, al principio son las puntea duras, decoloradas y mates y manchas amarillas de las hojas. Posteriormente se abarquillan, se secan y caen. Las hojas afectadas presentan una zona amarillenta en el haz que corresponde con la existencia de colonias en el envés de las mismas. Aparecen hojas sin brillo (mates). Pueden aparecer finos hilos de telarañas debajo.

Los daños que producen pueden ser importantes:

En tiempos secos y calurosos, cuando las generaciones de araña se suceden con rapidez.

En ambientes húmedos no se desarrolla, por lo que es muy bueno pulverizar con agua sola. Por esto, es la típica plaga de verano, favorecida por el calor y la sequedad del ambiente. De hecho por en un cultivo por aspersión no hay araña roja.

Prevención y control.

Para evitar su presencia, lo mejor es mojar a menudo el follaje de las plantas pulverizando con agua, con manguera, aspersión o en el caso de plantas de interior, con un pulverizador de mano. Si está en maceta, ponerla en un lugar sombrío y fresco.

Tener cuidado con el exceso de abono nitrogenado, que favorece esta plaga. Esto es porque la planta crece mucho y con tejidos muy tiernos, ideal para que sean picadas por este parásito.

Controles químicos.

Los tratamientos químicos son difíciles porque se refugian detrás de las hojas. El espolvoreo es quizá mejor que la pulverización líquida para llegar al envés, gracias a su capacidad de penetración del polvo por todos los recovecos.

Si la plaga presenta de manera continua todos los años, no usar el mismo producto acaricida, porque se inmunizan a él. Usar otro que contenga materia activa diferente.

Remedios

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