Hidraulica
alexisleo513 de Marzo de 2015
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UBICACIÓN DEL FERROCARRIL EN EL CAMPO DE TRANSPORTE
El Ferrocarril, es un medio de transporte a gran escala en vagones con ruedas guiadas que se desplazan sobre raíles (rieles) paralelos remolcados por un vehículo motor, denominado locomotora, que genera la energía necesaria para el movimiento del conjunto.
El ferrocarril urbano es la respuesta a los problemas que el crecimiento del uso del automóvil está generando, como por ejemplo:
•Congestión.
•Accidentes.
•Contaminación atmosférica
• Ruido
El transporte urbano ferroviario aporta una solución de futuro a la mayor demanda de movilidad de los ciudadanos y, a su vez, su propio desarrollo racional genera más demanda del mismo.
En el último cuarto del siglo XX, la evolución de las vías férreas estuvo marcada por la reacción en el mundo desarrollado ante la fuerza de la competencia del transporte por carretera y por aire, por la explotación de la electrónica y por una rápida difusión de los sistemas de metro (urbanos), tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Deseosos de evitar el colapso en el transporte por carretera, las ciudades secundarias pudieron permitirse un sistema de ferrocarril urbano gracias al renacimiento de los tranvías de superficie como alternativa económica y eficaz al elevado coste de construir un sistema de metro subterráneo tradicional. El tranvía moderno, llamado también vehículo de vía estrecha, puede alcanzar los 100 km/h y transportar a más de cien pasajeros por vehículo.
Transporte ferroviario Intermodal:
El transporte ferroviario de mercancías no escapa actualmente a la competencia que supone el transporte por carretera. Pero sucede que para llenar un tren se necesita un volumen grande de productos. Sólo cuando se dispone de carga suficiente en volumen y frecuencia para llenar uno que vaya desde la estación de origen sin paradas hasta la estación de destino, el ferrocarril muestra su poder competitivo. Así surgen los llamados trenes completos dedicados al transporte de mineral, carburantes, automóviles u otros productos, o los recientes trenes postales.
Estadísticas:
Transportar 19.000.000 ton. En 46 meses, requiere:
* Que un camión circule cada 1,17 minutos, y
* Que cada 98,36 minutos (1,64 horas) circule un tren.
Por lo tanto: un tren reemplaza 80 camiones aprox.
VENTAJAS DEL FERROCARRIL
• Se utiliza para transportar grande volúmenes de carga.
• Se utiliza para transportar pesos elevados.
• Se utiliza en grandes distancias (más de 500 km).
• Por el volumen de carga que puede desplazar resulta más económico que otros medios de transporte.
• Existe la posibilidad de “un cambio de dirección”. Esto permite al empresario comenzar el envío en una dirección y cambiarla si se requiere siempre y cuando el nuevo destino requiera que la máquina siga adelante y no retroceda.
• Proceso en ruta. Si por falta de detalles o tiempo no se hubiera terminado el envío, existe la posibilidad de trabajar sobre este medio y terminarlo en el trayecto; evitando costos y trámites adicionales.
• Ventajas Ecológicas. El ferrocarril como medio de transporte tiene ventajas ecológicas que todo mundo reconoce ya que la emisión de contaminantes atmosféricos y Acústicos y ocupación de terreno son mucho menores.
• Ventajas Económicas. También son evidentes ya que, tiene mayor eficacia energética y menor precio por unidad de transporte, reduciendo el costo de los energéticos.
• Ventaja en el aspecto social. Su accesibilidad es mucho mayor que el transporte por carretera o avión a parte de la gran diferencia de la siniestralidad en relación al autotransporte.
DESVENTAJAS DEL FERROCARRIL
• Inflexibilidad. La mercancía solo podrá ser transportada hasta donde lleguen las vías, es decir, no puede llegar hasta los rincones más lejanos de los centros de producción.
ORIGENES DEL FERROCARRIL
En el siglo XVIII, los trabajadores de diversas zonas mineras de Europa descubrieron que las vagonetas cargadas se desplazaban con más facilidad si las ruedas giraban guiadas por un carril hecho con planchas de metal, ya que de esa forma se reducía la fricción. Los carriles para las vagonetas sólo servían para trasladar los productos hasta la vía fluvial más cercana, que por entonces era la principal forma de transporte de grandes volúmenes. El inicio de la Revolución Industrial, en la Europa de principios del siglo XIX, exigía formas más eficaces de llevar las materias primas hasta las nuevas fábricas y trasladar desde éstas los productos terminados.
Transcurrieron dos décadas durante las cuales se desarrollaron los rieles de hierro fundido que soportaban el peso de una locomotora de vapor. La potencia necesaria para arrastrar trenes, en lugar de uno o dos vagones, se aseguró colocando una locomotora de vapor sobre dos o más ejes con las ruedas unidas mediante bielas. La primera vía férrea pública del mundo, la línea Stockton-Darlington, en el noreste de Inglaterra, dirigida por George Stephenson, se inauguró en 1825. Durante algunos años esta vía sólo transportó carga; en ocasiones también utilizaba caballos como fuerza motora. La primera vía férrea pública para el transporte de pasajeros y de carga que funcionaba exclusivamente con locomotoras de vapor, fue la de Liverpool-Manchester, inaugurada en 1830. También fue dirigida por George Stephenson, en esta ocasión con ayuda de su hijo Robert Stephenson. La intervención estatal se consideró primordial, a la hora de elegir y unificar el ancho de vía, que es el parámetro que mejor define una vía ferroviaria, la mínima distancia entre las caras interiores de los carriles, ya que limita los tipos de material móvil que lo pueden utilizar y condiciona las conexiones posibles con otros ferrocarriles.
Los constructores de Europa y de Norteamérica adoptaron en general el ancho de 1,435 mm (56 pulgadas y media) del proyecto de George Stephenson, que se basó en los tendidos de vía para vagonetas de mina su lugar de origen; empíricamente se había demostrado que era la dimensión más adecuada para el arrastre por medios humanos o con caballerías. La normalización internacional de este ancho no se produjo hasta la Conferencia de Berna de 1887. Pero España optó deliberadamente por el ancho de 1,668 mm (el equivalente a seis pies castellanos de la época). Se ha especulado que esta adopción de ancho obedecía a una forma de protección contra la invasión francesa pese a estar ya en la segunda mitad del siglo XIX. Argumentos más técnicos apuntan a que siendo España un país de orografía accidentada, las fuertes pendientes de los trazados, exigirían que las locomotoras para aumentar su potencia tuviesen un cajón de fuego más amplio que el resto de las europeas, lo que obligaría a ensanchar el conjunto mecánico y por ende la vía.
Locomotoras a vapor
Las locomotoras a vapor pueden clasificarse de diversas formas. La clasificación más utilizada, sin embargo, se basa en el número y disposición de las ruedas. Esta clasificación proporciona el número de ruedas en la carretilla de arrastre, el número de ruedas motrices y el número de ruedas en la carretilla de remolque. De esta forma, una locomotora 2-4-0 tendría una carretilla de arrastre de dos ruedas, cuatro ruedas motrices y carecería de carretilla de arrastre. Muchas locomotoras tienen también nombres especiales según su tipo. Hasta 1940, los motores a vapor proporcionaban la fuerza motriz de la mayoría de las locomotoras utilizadas en las vías férreas. Después, la locomotora de vapor se fue quedando obsoleta, primero en los Estados Unidos y más adelante en el resto del mundo. Hacia finales de la década de 1980, sólo unas pocas, como las utilizadas en líneas turísticas de vía estrecha, se utilizaban en los países industrializados.
Locomotoras diesel-eléctricas
Entre las locomotoras más importantes desarrolladas en el siglo XX se encuentran las locomotoras eléctricas, que reciben la energía eléctrica mediante una red de cable superior (catenaria) o un tercer carril situado junto a la vía normal (vías férreas), y las locomotoras diesel-eléctricas. En las locomotoras diesel-eléctricas, conocidas comúnmente como diesel, los motores diesel se utilizan para proporcionar energía a generadores o alternadores conectados a rectificadores de estado sólido que mueven motores eléctricos conectados a los ejes. Este tipo de locomotora elimina la necesidad de costosas líneas de transmisión de energía. Comparada con la locomotora a vapor, tiene mayor disponibilidad, es decir, mayor número de horas productivas por día, puesto que no necesita realizar paradas frecuentes para repostar agua, gasoil y requerir otros servicios. Otras ventajas de los motores a vapor incluyen su relativa eficacia para convertir el gasoil en energía disponible y su capacidad para desarrollar una mayor proporción de su máxima potencia de arrastre a bajas velocidades. Además, mientras que las locomotoras a vapor requieren un conductor y un fogonero por cada mitad, un solo conductor puede manejar varias diesel-eléctricas, lo que permite trenes de mayor longitud con menor número de empleados. Los recientes diseños de locomotoras aprovechan el uso de turbo cargadores mejorados que trabajan con motores de mayor potencia y más eficientes. Los sistemas de control de las locomotoras se han convertido en dispositivos electrónicos, que sustituyen la mayor parte de las funciones de regulación eléctrica. Los microprocesadores a bordo controlan la velocidad del motor, la inyección de
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