Inequidad Social

Inequidad Social, como parte de la historia:

La desigualdad social forma parte de la historia del hombre, desde que su forma de organización y vida sedentaria le permitió apropiarse de los bienes y productos del trabajo de los demás, y como parte de este mismo fenómeno social, se logró el sometimiento por la fuerza, por convicción y por diversas formas de persuasión, hasta conseguir que ese otro sometido se sienta parte de una comunidad donde se habla de igualdad jurídica, como expresión de una sociedad civilizada.

La desigualdad social se fundamenta en la legislación esclavista de los griegos, los romanos, así como en el medioevo europeo occidental, después en el sistema de colonias español, portugués, inglés, francés y otros países, donde se impone el modelo de sociedad, de vida económica, de vida jurídica, educativa y cultural dominante a los pueblos sometidos.

Al interior del sistema colonial, así como en las metrópolis, la desigualdad se expresaba por medio de la discriminación por motivos políticos, religiosos, raciales, culturales, económicos y sexuales. A través de la historia escrita, los judíos y los negros, son dos comunidades que han sufrido la más violenta de las discriminaciones.

La discriminación que ha sufrido la población negra, por razones de raza, del color de su piel, ha dado origen a una teoría social y política, donde sostienen que el color de la piel tiene que ver con la capacidad intelectual, la creencia de que unas personas son superiores a otras, la convicción de que tienen derechos diferentes, la tesis de que ellas deben recibir distinto tratamiento social y que el factor racial determina el destino de los pueblos.

El racismo como teoría de la historia, representado por el pensador francés Arthur de Gobineau, en su estudio Ensayo sobre la igualdad de las razas humanas (1855), puso en orden y sistematizó las ideas acerca del tema y reconoció tres grandes grupos de razas humanas: la blanca, la amarilla y la negra; estableciendo que la raza blanca es la superior, la amarilla es materialista y carece de imaginación y la negra “no tiene inteligencia”, y por lo tanto, es representativa de las razas inferiores; para el autor francés, las mezclas entre razas distintas, determinan decadencias de los grupos humanos y de las sociedades.

En Europa los grupos nacionalistas de sangre, los que se empeñan en la pureza étnica y se oponen al mestizaje racial, condenan los matrimonios de razas diferentes. Esta visión que pensamos es exclusiva de los blancos, debemos saber que también hay amplios sectores de la población negra que se oponen al mestizaje, y por lo tanto, la pureza de su raza negra depende de que sus matrimonios sean entre iguales.

La ruptura de estas teorías se inicia con la declaración de los derechos humanos, los derechos sociales y las nuevas políticas de los estados nacionales, encaminadas a fortalecer la igualdad de derechos entre los hombres, sin importar sexo, raza, credo y posición económica y social.

Las revoluciones sociales, políticas e ideológicas del siglo XX, en Europa, Asia, África y América Latina, permitieron incrementar las acciones en pro de los derechos ciudadanos, al margen del color de la piel, el credo, posición política y social.

El fenómeno social y político que viven los norteamericanos hoy día, es producto de muchos años de lucha ciudadana, que ha costado esfuerzos, sacrificios, vidas, represiones, cárcel, discriminaciones de los grupos minoritarios, y en ocasiones pretendiendo formar un partido liberal, partido socialista, partido comunista, organismos no gubernamentales, asociaciones de iglesias, comunidades de diversas nacionalidades organizados para la defensa de sus derechos y con la perspectiva de realizar cambios sustanciales a su sistema político, social y económico, sin resultados tangibles.

El bipartidismo norteamericano, encumbrado, alternante y despreciativo de otros partidos locales y nacionales menores, se convierte por razones del sistema político, en las dos únicas opciones para que el voto ciudadano sea tomado en cuenta y sea posible la alternancia, si los votos electores también lo favorecen. No hay apertura a otros partidos, ni candidatos.

Conflictos y Violencia asociados a los Desequilibrios Sociales:

Los sucesivos poblamientos de América fueron asentados a distintos grupos humanos en determinados pisos ecológicos que le hicieron desarrollar recursos y habilidades particulares para sobrevivir allí. De entre ellos, los más importantes fueron aquellos relacionados con el aprovisionamiento de agua y alimentos, los cuales eran recursos limitados. En las zonas donde la riqueza natural posibilitaba abundantes provisiones, varios grupos sociales buscaron asentarse, frecuentemente con fricciones, conflictos y luchas entre ellos y los vecinos por la posesión de estos medios indispensables para la vida humana.

Este acceso diferenciado a recursos también desiguales de cada piso ecológico, hizo que las distintas civilizaciones crearan sus propias formas de abastecimiento de bienes necesarios para la vida. Nos referimos tanto a la obtención de objetos, plantas y animales como a las construcciones míticas y religiosas que explicaban o daban sentido al mundo que así se concebía diferenciada, estratificada y desigualmente. Así se construyeron sociedades diferenciadas que contaban con una base guerrera y una justificación del acceso y dominio desigual de tipo religioso.

La abundancia de agua y alimentos, así como otros recursos necesarios para la vida social, encontraron con suficiencia en los valles centrales de lo que ahora conocemos México. Allí fue donde se asentaron las civilizaciones que crearon las altas culturas que ahora son nuestros lejanos antecedentes, y que concibieron la vida y la muerte de manera altamente ritual y que de forma mediatizada forman parte de nuestro fundamento cultural.

CT y Sociedad del Conocimiento:

Imperialismo:

El término imperialismo hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio de un estado sobre otro mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política.

El Imperialismo es la práctica de dominación empleada por las naciones o pueblos poderosos para ampliar y mantener su control o influencia sobre naciones o pueblos más débiles.

El origen del imperialismo se remonta a la antigüedad y ha adoptado distintos modelos a lo largo de la historia, siendo algunos de ellos más frecuentes que otros dentro de un periodo histórico concreto. En el mundo antiguo la práctica del imperialismo daba como resultado una serie de grandes imperios que surgían cuando un pueblo, que generalmente representaba a una

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