La historia de la música electrónica

La historia de la música electrónica empieza en los años 1940’s en Francia, el famoso ingeniero de sonido y compositor Pierre Schaeffer fundó el estudio de Francia en Paris, compuesto por varias grabadoras, instrumentos, micrófonos y equipo para la edición de cintas. Las principales técnicas utilizadas para crear la música consistían en cortar, pegar, modificar, recorrer y empalmar hacia atrás diferentes fragmentos de la cinta grabada. Fue así que estas técnicas de manipulación de las cintas dieron lugar a un distinto tipo de música, elaborado con mucho esfuerzo a partir de las grabaciones anteriores provenientes del mundo real. El ingeniero Schaeffer califico esta música como “música concreta”, término que hasta la fecha se sigue utilizando por los grandes creadores de este tipo de género, sobre todo en Francia. Uno de los primeros experimentos que realizo Pierre fue una serie de sonidos producidos por trenes. Todas sus obras de esa época eran estudios sobre sonidos con títulos alusivos como por ejemplo “La Symphonie pour un homme seul” creada en el año 1950 compuesta en colaboración con Pierre Henry su colega. Sus experimentos prácticos y teóricos en la composición de la música electrónica se basaban en temas que influyeron en el en relación a su vida y a sus preferencias. El estudio de Schaeffer y Henry impulso a otros en este ámbito de la música y fue así que atrajo a diversos compositores, entre los cuales destacaba Pierre Boulez.

A finales de la década de 1940, Werner Meyer, físico y director del Instituto de Fonética de la Universidad de Bonn, presentó por primera vez el Vacoder, un dispositivo capaz de sintetizar la voz humana. Este trabajo teórico sirvió como influencia para muchos compositores alemanes cuyo propósito o interés giraba en torno a la síntesis electrónica de los sonidos mediante aparatos generadores de sonidos.

Herbert Eimert, primer director del estudio de Colonia, ejerció una gran influencia debido a su potencial en esta rama de la música básicamente por la forma de usar el serialismo total (sistema dodecafónico) como base para la construcción de la música electrónica. Según este método, todos los aspectos de la música, tono, ritmo y volumen quedaban bajo el control de unos principios definidos numéricamente. Los sonidos generados y aparatos electrónicos brindaban precisión y el control para la realización de este concepto.

Bruno Maderna y Karlheinz Stockhausen elaboraron piezas electrónicas cortas, llamadas síntesis aditivas, obras cuya composición era a partir de sonidos electrónicos.

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