Las Estufas Moderna

“El anciano con un grano en la mejilla”

Viejo leñador Otro anciano

Es un viejo leñador con un grano en la mejilla izquierda que vivía cerca de una montaña con su mujer. Es un anciano que al igual que el leñador, tenía un grano en la mejilla, pero en su caso en la derecha y también vivía cerca de la misma montaña.

Un día mientras el leñador estaba trabajando comenzó una fuerte tormenta, por lo que tuvo que refugiarse en el tronco hueco de un árbol y mientras esperaba que cesara la lluvia, se quedó dormido. Tiempo después se despertó por los fuertes gritos que, dentro del tronco, no podía descifrar y una música desconocida para él. Al salir se encontró con un grupo de ogros en plena fiesta y se unió a ellos, mostrando a los ogros sus habilidades en el baile. Tan asombrados y agradados quedaron los ogros que, pensando que el grano en la mejilla del leñador era valioso para él, se lo quitaron y prometieron devolvérselo si regresaba al otro día a bailar para ellos.

Feliz, el leñador regreso a su casa con su mujer y le contó lo sucedido. Este anciano escucho la maravillosa historia del leñador; entonces quiso también deshacerse de su grano. Fue a la montaña y busco el tronco hueco para esperar la noche allí dentro. Cuando comenzó a escuchar el bullicio y el griterío salió del tronco y se presentó delante de los ogros, estos le pidieron que bailara; pero el anciano no era muy bueno moviendo las piernas ni los brazos, aunque hacia lo mejor que podía.

Los ogros estaban enfurecidos por ese espectáculo sin gracia, y en cada paso que daba su enojo aumentaba.

Hasta que uno de los ogros, se acercó al anciano y pego en su mejilla izquierda el grano que había conservado del leñador. Entonces el anciano regreso a su casa ahora con dos granos, uno en cada mejilla.

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