Mutaciones

Las mutaciones cromosómicas desde hace algunas décadas se han clasificado en estructurales y numéricas dependiendo si afectan a la estructura de los cromosomas o al número de ellos. Pero que tiene que ver esto con las plantas me pregunto y entonces investigue en varios medios de información e identifique que las principales cambios que ocurren en las plantas son mutaciones numéricas en la variación de los números de juegos cromosómicos, se divide en haploidia y poliploidia. Mi enfoque es en esta debido a su importancia económica en la actualidad.

Como ya saben las mutaciones poliploidales pueden surgir debido agentes físicos y químicos, un ejemplo claro en la naturaleza son las plantas que han modificado estructuralmente su composición para generar un crecimiento acelerado en menor tiempo con la ventaja de que sean más persistentes a cambios de temperatura y resistente a plagas entre otras.

Si los genomas de una especie poliploide es de la misma especie ancestral, se dice que es autopoliploide o autoploide; si provienen de dos especies ancestrales diferentes se dice que es alopoliploide o aloploide. Dependiendo del número de juegos cromosómicos completos que posee la especie se denomina como triploide, tetraploide, pentaploide hexaploide y así sucesivamente, siendo X el número monoploide, no debiendo confundirlo con el número haploide.

La poliploidia en la naturaleza, si bien es más frecuente en plantas y algas que en animales y hongos. En plantas, se encuentra muy extendida dentro de las angiospermas (aproximadamente un 30% de las especies son alopoliploides) y parece estar relacionada con la latitud geográfica. Generalmente, en plantas poliploides se da el fenotipo giga: se produce un aumento de tamaño en los individuos poliploides ya que poseen mayor número de células que los individuos los diploides.

La poliploidia: en los fenómenos naturales encontrados, igual que en los inducidos, son más frecuentes los vegetales que los animales; la mitad de todos los géneros vegetales conocidos, fácilmente contienen poliploides, y alrededor de dos terceras partes de los pastos lo son. Cuando han sido inducidas, estas han podido mejorar en muchos de los casos la producción de productos básicos, animales o vegetales, mejor calidad, más resistentes a sus plagas, mucho más rápido crecimiento y en mayor producción.

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