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OCTAVIO PAZ Y OTROS RESPECTO A LA CONFORMACION DE LA IDENTIDAD DEL MEXICANO


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2021  •  Ensayos  •  2.698 Palabras (11 Páginas)  •  845 Visitas

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ENSAYO DE LAS IDEAS PRINCIPALES

DE LA POSTURA DE:

MIGUEL LEON PORTILLA

SAMUEL RAMOS

OCTAVIO PAZ Y OTROS RESPECTO A

LA CONFORMACION DE LA

IDENTIDAD DEL MEXICANO

PONDERACION

Miguel León Portilla

La vocación de Miguel León Portilla, parece provenir de la rama familiar. Es sobrino de Manuel Gamio, conocido por sus trabajos arqueológicos en Teotihuacán y por fundar la moderna antropología mexicana. Además, por rama materna, es familiar de Manuel Gutiérrez Nájera el iniciador del modernismo en México. El peso de tales nombres no es llevado como lastre, como en tantos casos en los que se queda condenado a jamás florecer ante la sombra del pariente célebre. En Miguel León Portilla se asimilan las vocaciones familiares: el gusto por el pasado prehispánico, el interés antropológico y la pasión por la literatura.

Miguel León Portilla nace el 22 de febrero de 1926 en la colonia de Santa María la Ribera de la Ciudad de México. Es hijo de Luisa Portilla Nájera y Miguel León Ortiz. Es Doctor en filosofía por la UNAM, miembro de las academias mexicanas de la Historia y de la Lengua, de El Colegio Nacional y de la National Academy of Sciences, Estados Unidos, Profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es autor de múltiples publicaciones sobre historia, lengua y escritura de los pueblos del México prehispánico y del México indígena contemporáneo. Sin duda, uno de sus mayores títulos es el de guardián de la antigua palabra.

Miguel León Portilla es el continuador directo de la obra iniciada por el padre Ángel María Garibay. La importancia no es poca cuando, valorando los trabajos de Garibay, notamos que, para el ciudadano común resultarían completamente extraños los nombres de cantores y sabios nahuas, de no ser por el interés que tuvo el padre y, posteriormente, León Portilla, por el rescate y divulgación del tlatolli o la antigua palabra de los pueblos nahuas. El interés de Garibay será toda una revelación en Miguel León Portilla pues, mientras estudiaba filosofía y preparaba su tesis de maestría en California llegan a sus manos las traducciones de los cantos nahuas que Garibay había publicado en la revista Ábside, así como la Poesía indígena de la altiplanicie y la Épica náhuatl, obras que el padre Garibay publicó en la Biblioteca del Estudiante Universitario, con el único interés de iniciar o incitar a los jóvenes lectores en el estudio de la sabiduría del Anáhuac.

León Portilla se encontraba preparando una tesis sobre Dos fuentes de la moral y la religión en Henri Bergson, la temática según el maestro era de interés antropológico e histórico así que las traducciones de Garibay no resultaban ajenas. Desde California León Portilla escribe a Manuel Gamio, su tío, contándole el encuentro con los textos nahuas, a lo que Gamio responde: “Debes hablar con Garibay”. Al retornar a México, en 1952, León Portilla se pone en contacto con el padre Ángel María a quien pide le haga partícipe en su proyecto de rescate de la antigua palabra. Garibay responde: “Lo primero que tiene usted que hacer es estudiar náhuatl”. León Portilla aprende el náhuatl en seis meses y se incorpora a trabajar con él. Pero dejemos que el padre Garibay nos cuente cómo fue el encuentro:

Cuando enviado por la Universidad se me presentó a preguntar si me hallaba en disposición de dirigir su tesis sobre la filosofía nahua, con que tenía la pretensión de hacer el doctorado, yo le hice esta pregunta: “¿Conoce usted la lengua mexicana de los antiguos?” No, fue la respuesta.

-Amigo mío, le dije: Bien me sé que hay quien habla de filosofía platónica, sin saber dos palabras del griego, y de la filosofía kantiana, sin conocer el alemán. Pero la seriedad científica de un doctorado pide algo muy distinto. Tiene usted que saber náhuatl. De otra manera, o niega lo que no conoce, como hacen tantos, o hará una preciosa novela de fantasías, como hacen muchos más, a base de datos incoherentes y vagos [León Portilla, 1984: 16].

Samuel Ramos

Samuel Ramos nació en Zitácuaro, Michoacán, el 8 de junio de 1897. Su padre, Samuel Ramos Cortés, quien fue un culto médico, introdujo a su hijo Samuel en la cultura y literatura clásica. Siendo todavía un niño su familia se traslada a la ciudad de Morelia, donde realizará sus estudios de primaria. En 1911 pasa a estudiar al Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo. En este mismo año escribe algunos breves artículos para la revista Flor de Loto. Colabora también en Minerva, publicación fruto de la clase de literatura. Aproximadamente en 1915 termina sus estudios de preparatoria, en ellos había recibido la influencia de la corriente filosófica del momento: Spencer, Tichener y Stuart Mill; combina esta lecturas con otras de carácter esencialmente conservador como los escritos del Cardenal Mercier y los del filósofo escolástico español Jaime Balmes.

En Ramos se despierta un gran interés por la filosofía y sus problemas lo cual da lugar a que, en cierto modo, abandone la carrera de medicina, (su padre lo había inscrito en la Escuela de Medicina de Michoacán) y se dedique a los estudios filosóficos. Fallecido su padre se traslada a la ciudad de México donde de nuevo vuelve a estudiar medicina aun cuando asiste de oyente a las clases de filosofía que impartía el maestro Antonio Caso y que lo harán decidirse por los estudios filosóficos.

Resulta por demás interesante esta relación que se da en Ramos entre la medicina y la filosofía y quizá ella dio lugar o bien fue conformando el interés de nuestro filósofo por los problemas esenciales y propios del hombre tales como los psicológicos y aquellos que trata y desarrolla en su obra Hacia un nuevo humanismo.

En los años de 1918 y 1919 cursa en la Escuela de Altos Estudios de la Universidad de México la carrera de filosofía. Entre sus compañeros de estudios se encuentran jóvenes que también con los años llegarán a ser representativos de la cultura en México, tales como Lombardo Toledano, Alfonso Caso, Manuel Herrera Lasso, Daniel Cosio Villegas y otros.

En estos primeros años de estudios filosóficos Samuel Ramos admira a Antonio Caso por sus conocimientos filosóficos y su carácter magisterial, admiración que más adelante desaparecerá dando lugar a sus críticas a Caso; posición ésta que nos revela al joven Ramos independiente y crítico ante la figura de Caso que amenazaba convertirse en el "mito" de la filosofía mexicana.

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