Precios Competencia Y Desarrollo Economico

POLITICA ECONOMICA Y ECONOMIA SOCIAL DE MERCADO

PRECIOS, COMPETENCIA Y DESARROLLO ECONOMICO

La Economía Social de Mercado es un concepto que comenzó a utilizarse en Europa a partir de 1950 para referirse a los sistemas económicos de los países capitalistas más desarrollados y socialmente avanzados. Este modelo se dio a conocer a partir del éxito que tuvo su aplicación en Alemania después de la II Guerra Mundial, ya que se recuperó rápidamente de la tragedia.

Este modelo político-económico es un estado fuertemente influido por el capitalismo, en el que además de economía de mercado, hay una política de protección social que garantiza ciertos beneficios a todos los ciudadanos. Además, la Economía Social de Mercado está fundamentada en principios éticos relacionados con la Doctrina Social de la Iglesia como lo son la dignidad humana, el bien común, la solidaridad y la subsidiariedad por lo que busca de manera permanente crear una economía al servicio del hombre.

Los principios fundamentales de la Economía Social de Mercado son siete: competencia perfecta, estabilidad de la moneda, libre acceso a los mercados, libertad contractual, la propiedad privada con función social, la plena responsabilidad y la constancia en la política económica. Esto, con la finalidad de conseguir un alto nivel de empleo, estabilidad de precios, equilibrio del comercio externo, un crecimiento sostenible y promover la protección del medio ambiente. Este modelo por buscar armonizar el libre mercado con la responsabilidad social, genera la paz social que hace de este modelo un sistema económico muy interesante y potentemente considerado por muchos países en la actualidad.

Por consiguiente la competencia constituye, como tantas veces se ha dicho, un principio rector de la economía de mercado, siendo, en el plano de las libertades individuales, la forma más importante en que se manifiesta el ejercicio de la libertad de empresa.

Existen razones teóricas fuertes para creer que el compromiso con la libre competencia, sin más restricciones que las necesarias, contribuye a mejorar la productividad y competitividad de las empresas y, consecuentemente, el crecimiento económico. La relación positiva entre libre competencia y crecimiento económico lleva a concluir la necesidad de fomentarla, así como de establecer mecanismos de difusión y promoción de una “cultura que valore la competencia”.

Ahora bien, el compromiso con la libre competencia no se debe limitar a afirmar y promocionar sus valores, también exige profundizar con continuidad en el conocimiento de los efectos de las restricciones a la competencia en los resultados económicos, el crecimiento, el empleo, los precios, la innovación, etc.

La Economía social de mercado no es solo un modelo

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