Pulido de la probeta

3. PULIDO DE LA PROBETA.

Luego de tener encapsulada la probeta nos dirigimos al laboratorio de metalografía para continuar con nuestro ensayo. La probeta es pulida por una serie de 4 lijas, cuyo propósito es eliminar rayones y dejar la superficie pareja para el pulido final. En la figura 12 podemos apreciar el inicio del proceso en la lija gruesa.

Figura 12. Pulido de probeta

Luego de aproximadamente 2 horas en este proceso, se observa que la probeta no posee rayones y la cara expuesta se encuentra completamente plana, como se muestra en la figura 13.

Figura 13. Probeta lista para la pulidora de paño.

Posterior a esto la probeta es llevada a la pulidora de paño para dejar la superficie a espejo. El paño de la maquina es ligeramente humedecido con alúmina, un líquido con propiedades abrasivas que mejoran el pulido de la pieza. En la figura 14 se puede observar la probeta siendo pulida en la pulidora de paño.

Figura 14. Probeta en la pulidora de paño

El proceso culmina cuando el material quede a espejo, es decir quede reflejando la imagen y no posea ningún rayón. Luego de aproximadamente 4 horas y media se logra obtener un buen pulido para lograr ver con claridad la microestructura de nuestro material.

Figura 15. Probeta pulida a espejo.

4. ATAQUE QUIMICO.

Luego de lograr un buen pulido a la probeta, la superficie es tratada químicamente. Este ataque químico es un proceso de corrosión controlada que hace visible la microestructura del material. La solución química depende del material de ensayo. En la figura 16 podemos observar el agente químico utilizado para tratar la probeta.

Figura 16. Keller

El agente corrosivo es conocido como keller y tiene los siguientes porcentajes en sus constituyentes:

• 0.5% de Fluorhídrico concentrado (HF).

• 2.5% de ácido nítrico concentrado (HNO3).

• 1.5% de ácido clorhídrico

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