Resumen sobre la anemia falciforme

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Resumen sobre la anemia falciforme

Esta afección corresponde a un problema hereditario y que desencadena una anemia crónica. Básicamente la esencia de dicha enfermedad se origina en las moléculas de hemoglobina que hacen parte de los glóbulos rojos; las cuales en su proceso normal llevan el oxígeno de los pulmones a los tejidos y órganos, devolviendo posteriormente anhídrido carbónico. Sin embargo, en la anemia falciforme, en este último paso algunas moléculas de hemoglobina se acumulan en tiras, endureciendo los glóbulos rojos que terminan adquiriendo una forma curva; lo que obstaculiza la penetración a los vasos sanguíneos y por consiguiente el reparto de oxígeno (Esto además ocasiona dolor).  A ello se suma la corta vida de dicha hemoglobina anormal, que dado el relativo bajo nivel de recuperación de la sangre en estas moléculas, genera la anemia como tal.

Sobre la causa

Tiene origen en un gen que da información incorrecta sobre la fabricación de hemoglobina para los glóbulos rojos. El individuo que hereda copias de dicho gen defectuoso de ambos progenitores mostrará síntomas; a diferencia de quien lo hereda solo de un padre, el cual sin embargo sí portará el gen para su descendencia.

En estudios de antaño, en determinados sitios del hemisferio oriental fue frecuente hablar de múltiples muertes a causa del paludismo y similares; no obstante, un grupo de niños sobrevivían estas epidemias: se comprobó entonces que ellos portaban un gen falciforme. Luego, el problema de la célula falciforme llegó al hemisferio occidental y allí, donde el paludismo no tiene mayor impacto, dejó de representar una ventaja.

Esta enfermedad hoy afecta a millones de personas en el mundo, especialmente a aquellas con origen en regiones de África, Centroamérica, Sudamérica, y algunas de Oriente Medio, el Mediterráneo y Asia.

Acerca de sus señales y síntomas

La anemia falciforme puede provocar dactilitis drepanocítica por la obstrucción en vasos sanguíneos en manos y pies, sobretodo en recién nacidos; fatiga, palidez y dificultad respiratoria por insuficiencia de glóbulos rojos; dolor, como síntoma principal que varía en intensidad y duración tanto en niños y adultos y que se da repentinamente en el órgano o tejido que no está recibiendo oxígeno de manera adecuada; deterioro en la retina por baja circulación de glóbulos rojos; ictericia por el deterioro de glóbulos rojos; crecimiento obstaculizado también por insuficiencia de glóbulos rojos; vulnerabilidad a las infecciones, ya que los glóbulos rojos anormales le impiden al bazo combatir las bacterias; afectando principalmente a menores con poco tiempo de nacer en su sistema respiratorio; derrame cerebral en cuanto que los glóbulos rojos falciformes dañan sus paredes y se adhieren a los vasos sanguíneos obstruyéndolos; síndrome torácico agudo por infección o células falciformes acumuladas en los pulmones.

Sobre la detección

Diagnosticar la enfermedad de la anemia falciforme tempranamente es de vital importancia; y por eso desde hace unas cuantas décadas se realiza simultáneamente con los exámenes rutinarios del recién nacido mediante electroforesis de hemoglobina, principalmente. En una segunda prueba se confirma y se esclarece si el menor es portador o heredero de la enfermedad.

Acerca del tratamiento

Aunque no existe cura hasta el momento, la medicina ha ido perfeccionando tratamientos que ayudan a los pacientes. El proceso normal consiste en medicinas suministradas por vía oral o intravenosa para reducir dolor y complicaciones; para esta última también se usan transfusiones, las cuales, además aumentan los glóbulos rojos en la circulación y periódicamente previene ataques cerebrovasculares en niños propensos a sufrir desde su sistema nervioso.

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