TELOMERASA

LA “ENZIMA DE LA INMORTALIDAD” DIO FAMA A CAROLYN GREIDER

Diario EL COMERCIO

Miércoles 09/05/2012

La Nobel de Medicina, Carolyn Greider, bióloga molecular. Esta científica de 51 años y nacida en San Diego, California, recibió el mayor galardón de las ciencias en el 2009 por los trabajos que hizo cuando era una estudiante de doctorado y trabajaba con su tutora, Elizabeth Blackburn, en la Universidad de Berkeley (California). Ambas identificaron lo que se publicitó como “la enzima de la inmortalidad”. Esta enzima es la telomerasa, que ayuda a mantener a los telómeros (palabra que viene del griego ‘telos’, final; y ‘meros’, parte), que fueron descubiertos en los años 30. Los telómeros se encuentran en los extremos de los cromosomas y su función es proteger la información genética que guardan. Algunos investigadores han usado el símil de los cordones de zapatos para explicar la función de los telómeros. Estos serían como aquel plástico que evita que los cordones se deshilachen. A medida que las células del cuerpo se dividen (y pueden hacerlo entre 30 y 50 veces durante su vida), los telómeros se acortan, pierden telomerasa y dejan de actuar como guardianes de los cromosomas. Entonces las células mueren y se inicia el envejecimiento celular. Greider, sin embargo, aclara que su descubrimiento está relacionado más con la juventud celular que con la posibilidad de que una persona viva más. “La longitud de los telómeros tiene que ver con la juventud celular, no con la juventud y perpetuación de un organismo. Los telómeros tienen que ver con las enfermedades relacionadas con la edad, y pueden hacer que el período de vida sea más saludable, pero no necesariamente hacer que alguien viva más”. En los últimos ocho años, Greider ha trabajado en la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins, para entender el papel de los telómeros y la telomerasa en algunas enfermedades. “En el momento sabemos que la longitud de los telómeros tiene que ver con ciertas enfermedades, concretamente la insuficiencia de la médula ósea para producir células sanguíneas y la fibrosis pulmonar idiopática están relacionadas con el acortamiento de los telómeros”. La posibilidad de detener el crecimiento de las células del cáncer, al inhibir la telomerasa, también dio publicidad al descubrimiento de Greider; pero la científica se muestra escéptica al respecto. “La telomerasa es una enzima indispensable para el desarrollo del cáncer, pero no es la causante del cáncer. La gente puede usar inhibidores de telomerasa como un mecanismo para disminuir el avance del cáncer, pero hay que ser muy cuidadosos porque la telomerasa es necesaria para el crecimiento de células normales, como los precursores de las células de la sangre”. Greider añade que sabe de al menos una compañía, la

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