Vuelta A La Competicion

El proceso de decisión del retorno a la competición es uno de los complejos que existen en medicina del deporte. Se trata de que la vuelta a la competición sea lo más precoz posible, pero a su vez lo más segura posible para evitar recaídas.

En primer lugar es necesario establecer un pronóstico de cuánto tiempo será necesario para volver a la práctica deportiva y, muy en especial, a la competición. Cuando la lesión es muscular, debe crearse un modelo de vuelta a la competición individualizado en función del tipo de lesión, del nivel del deportista y del deporte que practica.

El momento en que se estable un pronóstico y se determina esta vuelta a la competición condiciona un riesgo de re lesión, es decir, el riesgo de recaída, recurrencia o recidiva en la misma temporada o en las siguientes.

Se considera recidiva cuando la lesión se localiza en la misma región anatómica y con la misma forma de presentación. Si esta recaída sucede antes de los 2 meses de la vuelta a la actividad se considera temprana, tardía si aparece entre los 2 y 12 meses, y retrasada cuando aparece 12 meses después.

Para establecer un tratamiento y un pronóstico encaminado a que la vuelta a la competición sea lo más corta, pero a la vez lo más segura posible, deben conocerse el mecanismo, el grado de lesión y su localización exacta.

Criterios de evaluación 

El primer método de evaluación de la vuelta a la competición es la exploración clínica. El miembro lesionado no debe presentar alteraciones, es decir, no debe haber dolor a la palpación, edema, derrame, o signos inflamatorios. Las articulaciones vecinas al musculo también deben permanecer estables y con ángulos de movilidad correctos.

Criterios para la vuelta a la competición

• Valoración de fuerza y flexibilidad

• Criterios de imagen

• Pruebas funcionales de campo

• Control de los posibles factores de riesgo

Criterios para el alta 

LA decisión normalmente se toma siguiendo criterios de experiencia, tanto del jugador como del entrenador, así como del médico y del fisioterapeuta, y con la realización de una prueba de fuerza o de campo y alguna prueba de diagnostico por imagen complementaria, como una ecografía o una resonancia magnética.

Algunos criterios para una reincorporación no inmediata y que implica intervención más conservadora son:

• Déficit de fuerza y flexibilidad respecto a la extremidad lesionada.

• Dolor que limita la ejecución del entrenamiento completo.

• Alteraciones en las

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