Creación de valor compartido

La Creación de Valor Compartido" es un concepto desarrollado por Michael E. Porter y Mark R. Kramer que se presenta en su artículo publicado en la Harvard Business Review en 2011 y posteriormente ampliado en el libro "Cocreando Valor para el Largo Plazo" en 2014. El concepto se centra en la idea de que las empresas pueden generar beneficios económicos al mismo tiempo que contribuyen al bienestar social y al desarrollo sostenible de las comunidades en las que operan. Aquí hay un resumen de los principales puntos del concepto de creación de valor compartido:

Redefinición del papel de la empresa: Tradicionalmente, las empresas se han centrado en maximizar sus beneficios financieros y han considerado las preocupaciones sociales y ambientales como externas a su actividad principal. La creación de valor compartido propone que las empresas deben incorporar la responsabilidad social y ambiental en su estrategia fundamental.

Identificación de oportunidades: En lugar de ver las responsabilidades sociales y ambientales como costos, el concepto sugiere que las empresas pueden identificar oportunidades para crear valor económico al abordar problemas sociales y ambientales. Al resolver estos problemas, las empresas pueden mejorar su eficiencia operativa, atraer a nuevos segmentos de mercado y generar innovaciones que les den ventajas competitivas.

Conexión con la estrategia de negocio: La creación de valor compartido implica alinear la estrategia de negocio con los intereses de la sociedad. Esto se logra mediante la identificación de áreas en las que las actividades comerciales y las necesidades sociales se superponen. Al abordar estas áreas, las empresas pueden generar impactos positivos tanto para la sociedad como para sus resultados financieros.

Colaboración: El enfoque de creación de valor compartido también enfatiza la importancia de la colaboración entre empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales para abordar problemas complejos que exceden la capacidad de cualquier entidad individual. Estas colaboraciones pueden llevar a soluciones más efectivas y sostenibles.

Medición del impacto: Para evaluar la efectividad de las estrategias de creación de valor compartido, es importante medir y analizar el impacto social, ambiental y económico de las acciones emprendidas por las empresas. Esto permite ajustar las estrategias y mejorar los resultados con el tiempo.

En resumen, la creación de valor compartido propone un enfoque en el que las empresas buscan generar beneficios tanto económicos como sociales y ambientales a través de la integración de la responsabilidad social en su estrategia principal. Esto implica una redefinición del propósito de la empresa y una mayor colaboración con otros actores para abordar los desafíos sociales y ambientales de manera sostenible.

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