La hija del espantapájaros

La hija del espantapájaros - María Gripe

Publicado por Begoña Carrasco en 10:07

La hija del espantapájaros es un libro que me acuerdo que me tocó leerlo en el cole y después de tantos años cuando lo vi me lo volví a leer porque no me acordaba para nada del contenido, esta vez lo he disfrutado de otra forma al igual que otros tantos libros, cuando no tienes la obligación de leerlo y lo lees por placer, es lo que suele pasar, que lo disfrutas de diferente manera yo al menos lo saco mayor partido ahora, a lo mejor es por la madurez.

La autora del libro es María Gripe, una escritora sueca, todas sus novelas y cuentos para los niños se han traducido en diez idiomas e incluso ha obtenido varios premios.

Tiene otros libros como Los hijos del vidriero, El país de más allá, El túnel de cristal, etc...

Este libro, La hija del espantapájaros pertenece a la colección El barco de vapor, que por cierto a mí estos libros me encantan porque son idóneos para la etapa escolar y me acuerdo que está la serie blanca que es para los más pequeños, luego está la serie naranja y esta que es la serie roja.

El libro es de tapa blanda, tiene 224 páginas y está indicado para niños de a partir de 12 años. El mío es la décima edición y pertenece a las ediciones SM.

ARGUMENTO

Loella es una niña de 12 años, tiene el pelo largo, negro y con frecuencia se le enreda, por eso la gente la llaman Malos pelos, la conocen mejor por ese mote que por su propio nombre.

Es una niña que vive en el bosque junto a sus dos hermanitos mellizos Conrad y Rudolph.

Iris, su madre está trabajando en el extranjero por eso ella se hace cargo de sus dos hermanitos y su padre las abandonó cuando ella era muy pequeña, los mellizos son de otro padre que tampoco se sabe nada de él.

Así que Loella echando mucho de menos la figura paterna, hizo un espantapájaros, le colocó las ropas de su padre y en el tiempo malo le ponía un chubasquero.

Al espantapájaros le bautizó con el nombre de Papá Pelerín y para ella era muy importante.

Cerca de ella, también en el bosque vivía Fredrick Olsson, un anciano de 90 años, era un hombre muy solitario pero que con Loella sin hablarla se portaba muy bien, era el que le traía del pueblo las cartas que recibía de su madre y se las dejaba en el bolsillo de Papá Pelerín, pero cuando no tenía carta la dejaba unos caramelos o unos chicles porque sabía que la gustaba y ella a cambio le dejaba los sellos que venían en las cartas de su madre porque sabía que le gustaba y los coleccionaba.

Loella y sus hermanos, solo recibían la visita de su tía Adina. Su tía era la que los llevaba algo de comida y les daba un poco de dinero, pero la mala suerte quiso que un día de vuelta a su casa, el mal tiempo hizo que el carro donde iba se volcó y la provocó una rotura de pie y la tuvieron que ingresar, a partir de ahí su marido David era quien los llevaba algo de comer pero eso no duró mucho y Loella tuvo que ir al pueblo para recoger de la basura la comida que las tiendas tiraban, todo ello para poder alimentar a sus hermanos.

La niña tenía ilusión porque su madre iba a pasar el invierno con ellos y su llegada era en octubre pero llega noviembre y no tiene noticias de su madre, hasta un día que va donde Papá Pelerín y se encuentra una carta de su madre donde la comunicaba que no iba a ir ya que la había salido una oferta muy buena en América y que se iba.

En la carta la comunicaba que se presentaría allí su amiga Agda Lundkvist para que en este tiempo que ella estuviera en América, se llevara a los mellizos a su casa y a ella la meterían en un colegío.

Ella se sentía abandonada por su madre y esa idea de que la separaran de sus hermanos no la hacía mucha gracia pero llegó el día en que allí se presentó Agda

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