Soledad en cien años de soledad

Soledad en cien años de soledad

Presentado por:

Juan Carlos Martínez Polanco

Deimer Daniel Hernández Salgado

Profesor:

Felipe Domínguez

Lic. en Humanidades

Corporación universitaria del caribe

CECAR

Sincelejo – Sucre

2017

Soledad en cien años de soledad

Cien años de soledad es una obre de Gabriel García Márquez que nos relata la triste historia de una familia que vivía en el pueblo de Macondo. En esta familia sucede una serie de desgracia que los marcaria para toda la vida y es cuando la soledad empieza a jugar un papel importante en esta obra literaria. Para empezar, cuando leemos esta novela inmediatamente nos muestra la soledad en el título y un buen lector es capaz de intuir de que hablara el libro.

Al igual que en el titulo la soledad se presenta en algunos de los personajes principales como lo es Úrsula Iguarán como se muestra a continuación en el siguiente micro texto:

Úrsula se preguntaba si no era preferible acostarse de una vez en la sepultura y que le echaran la tierra encima, y le preguntaba a Dios, sin miedo, si de verdad creía que la gente estaba hecha de fierro para soportar tantas penas y mortificaciones.

Aquí podemos apreciar a una mujer que le encuentra poca importancia a la vida debido a ciertas situaciones decide encerrarse en una habitación y termina triste vieja y sola observando pasar las desgracias y maldiciones que caes sobre su familia.

Un personaje que se vio envuelto en la soledad fue José Arcadio Buendía quien murió solo en un árbol sin ninguna compasión como se muestra en el siguiente fragmento de la obra:

Entonces entraron al cuarto de José Arcadio Buendía, lo sacudieron con todas sus fuerzas, le gritaron al oído, le pusieron un espejo frente a las fosas nasales, pero no pudieron despertarlo. Poco después, cuando el carpintero le tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas.

José Arcadio Buendía tuvo una muerte sola y triste y fue dejado como un animal en un matadero sin derecho a ser perdonado por sus verdugos y aquí se evidencia claramente el ejemplo de soledad.

Otro de los principales personajes fue el coronel Aureliano Buendía quien debido a sus fracasos en la guerra decide aislarse solo en un taller sin tener comunicación con otras personas además las decepciones amorosas ayudan a que el coronel tome esta serie de decisiones, estos ejemplos de soledad se pueden notar claramente a continuación:

El coronel Aureliano Buendía rasguñó durante muchas horas, tratando de romperla, la dura cáscara de su soledad. Sus únicos instantes felices, desde la tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo, habían transcurrido en el taller de platería, donde se le iba el tiempo armando pescaditos de oro.

Amaranta se encerró en el dormitorio a llorar su soledad hasta la muerte, después de darle la respuesta definitiva a su pretendiente tenaz:

-Olvidémonos para siempre -le dijo-, ya somos demasiado viejos para estas cosas.

Al igual que el coronel Aureliano Buendía, Amaranta y Rebecca deciden aislarse por las decepciones amorosas que la agobiaban hasta tal punto de pasar toda su vida lamentado y llorando sus males, viejas y solas viendo pasar su vida desde sus habitaciones en eterna soledad como se muestra en el siguiente micro texto:

Una tarde de agosto, agobiada por el peso insoportable de su propia obstinación, Amaranta se encerró en el dormitorio a llorar su soledad hasta la muerte.

Rebeca murió a fines de ese año. Argénida, su criada de toda la vida, pidió ayuda a las autoridades para derribar la puerta del dormitorio donde su patrona estaba encerrada desde hacía tres días, y la encontraron en la cama solitaria, enroscada como un camarón, con la cabeza pelada por la tiña y el pulgar metido en la boca.

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