AUTOBIOGRAFIA

Soy…profesora y eso me llena de orgullo

Amparo Sánchez Lara

Mi memoria empezó a funcionar cuando estaba en el preescolar. Recuerdo que cuando salíamos al recreo las maestras repartían muchos juguetes y a mi me gustaban mucho unos mueblecitos de plástico, había estufas, refrigeradores, camitas, mesas, sillitas, etc. Al centro había una gran piscina en forma de pez y alrededor pasto y en las orillas llantas pintadas de colores. Cuando salí me hicieron un examen de habilidades: tenía que seguir con la punta del lápiz puntos, buscar la salida de los laberintos y recortar grecas y líneas onduladas.

Ya casi de seis años entré a la primaria, ésta se encontraba junto al kinder. Era una escuela muy grande se llamaba “Dr. Atl” Ahí estudié hasta tercer año. Recuerdo que una vez ya se nos hacía tarde a mi mamá y a mí, corrimos y que me caigo, ¡Auch! me hice una herida grande en la rodilla, cuando llegamos a la escuela la profesora me curó.

De tercero a sexto año lo estudié en Chimalhuacán pues nos cambiamos rumbo a Texcoco. Mis hermanos y yo teníamos que caminar casi media hora para llegar a la escuela. Recuerdo que en sexto año la maestra nos enseño ha hacer el rompope, el queso y los chiles en vinagre. Hubo años en que estuve en el turno vespertino y otros en el matutino.

La secundaria la estudié más lejos pues tenía que tomar camión. Las materias que más me gustaban eran Ciencias Naturales y Español. En segundo año me dio clases de Ciencias Sociales una maestra que se llamaba Adriana, a la quise mucho e incluso mantuve correspondencia con ella cuando se fue a Chetumal a dar clases en la Universidad de Quintana Roo.

Cuando egresé decidí estudiar en la Normal porque quería ser maestra, pues desde primero de primaria quería serlo, admiraba a mi profesora María Eugenia. Estudié un tiempo en la Normal de los Reyes. Ahí nos llevaron a una escuela rural en las orillas del Estado de México y fue una experiencia maravillosa. El resto lo estudié en la Normal de Chalco.

Me gusta mucho mi profesión pero a veces creo que se ha desvalorado a los maestros. Yo guardo en mi corazón a muchos profesores que admiro, respeto y quiero.

En cuanto a mis gustos me encanta la lectura, la danza, la música. Y para mí lo principal es la familia y lo más maravilloso del mundo es haber tenido la dicha de ser madre, es una experiencia inigualable y encantadora.

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