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Actividad: Ficción literaria


Enviado por   •  24 de Mayo de 2023  •  Tareas  •  1.567 Palabras (7 Páginas)  •  67 Visitas

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La literatura es una de las formas de ficción. El cuento es ficticio pues a veces simula una acción que nunca ocurrió y a veces moldea lo que sí ocurrió, pero apuntando más a la belleza que a la verdad.

En la introducción a “Ficción literaria”, Anderson Imbert, destaca la diferencia entre ser enunciativo, usar expresiones simples como “vi un pájaro”, y configurar mensajes escritos con intención literaria en los cuales se percibe un esfuerzo por “objetivar en palabras”: representar por escrito y de la forma más leal posible a la realidad.

Representar en palabras para una experiencia literaria

Enrique Anderson recurre a la experiencia de ver un colibrí y se detiene en explicar el intento de atrapar dicha experiencia para representarla en palabras con la mayor plenitud posible: hace una pausa en el momento de ver un colibrí mientras a su vuelo picaba una flor. El autor recurre a la descripción del colibrí, de la flor y del espacio, usa adjetivos, la metáfora y la prosopopeya para entonces transmitir al lector la totalidad de aquel suceso. 

A este modo de escribir lo podríamos identificar porque la intención de representar en palabras es ocasionar una experiencia literaria. 

Verosimilitud y ficción

En ese episodio, Anderson Imbert da cuenta de que la literatura toma situaciones de la realidad y las representa, no en un sentido de lealtad informativa, -como se haría en una nota informativa- pero sí de lealtad emocional. 

Es decir, la literatura recrea la realidad y transita por un proceso creativo que implica a la ficción. ¿Por qué? Porque por un lado, no podemos capturar la realidad. Y por otro, la representación en palabras refiere un acto creativo de representación de aquello que el autor imagina.  

Pacto de ficción

Si los textos narrativos tienden a tomar algún fenómeno de la realidad para moldearlo, entonces es evidente que las artes de la palabra muestran su poder de significación en el lector al transitar de la realidad a la ficción. 

El literato toma los hechos cotidianos y los transforma en historias que el lector goza o sufre, lo intrigan o lo estremecen. 

A cuentos y novelas se les atribuyen valores reales para buscar la aceptación del receptor. Se trata de la verosimilitud, lo que se asemeja a la verdad. 

Es decir, con el registro del código lingüístico se emite un mensaje, que, sin ser verdadero, se hace creer que es verdad y hasta logra empatía. Esto a su vez, prolonga a tal situación comunicativa a un pacto de ficción entre autor y lector.

Leer literatura

Mientras leemos ficción decodificamos palabras que procesamos en el cerebro como imágenes. Es decir, recreamos en el cerebro a modo de una película interior. Nos identificamos con los personajes, empatizamos con algunos aspectos e incluso, predecimos estimulando nuestra participación. 

Esto quiere decir que, al leer un cuento o una novela, usamos conexiones neuronales.

Leer literatura, nos hace humanos

Jorge Volpi, actual Coordinador de Difusión Cultural UNAM y escritor de relevantes novelas, afirma que “la ficción nos hace humanos”. Es una tesis en la cual se destaca que la estimulación de acciones neuronales y la conformación del yo, suceden también a través de la palabra. En tanto que hay dicha estimulación neuronal, hay un ejercicio de codificación-decodificación de lenguaje, símbolos, imaginación y pensamientos: actividades propias de los humanos.

Otro efecto, es lo que atribuimos a nuestra conciencia: por decir, abonamos al “yo pensamiento” cuando hacemos significativo el acto de leer reproducciones de la realidad (aunque estén determinadas por la ficción). 

Y además, generamos emociones: al igual que ver una película, la narrativa, la poesía y el teatro, apelan al goce estético, es decir, conectan al receptor con sus emociones.

Ello contrarresta la idea de que la literatura tiene solo la función de entretener. Un cerebro lector de literatura adquiere un orden más complejo y dinámico que el de un analfabeta literario. 

Cerebros literarios

Realiza las siguientes instrucciones: decodifica las siguientes palabras. Valora las imágenes que se recrean en tu cerebro a modo de una película interior. ¿Te identificas con la circunstancia que se narra? ¿De qué modo cabría tu participación? 

Vi un pájaro. Dicho así no hago más que comunicar una oración enunciativa. La palabra <<pájaro>> no expresa la totalidad de mi experiencia, sino que apunta a un concepto que es el común denominador de innumerables pájaros en las experiencias de innumerables personas. 

Lo que de veras vi no fue un pájaro cualquiera, de esos que cualquier vecino pudo haber visto. Vi nada menos que a un colibrí.

Yo era niño, y en aquella mañana de primavera vi por primera vez, en el jardín de mi casa, en La Plata, a ese colibrí único que picó una flor, la dejó toda temblorosa y se fue rasgueando con un ala la seda del aire. Intuí no solamente a mi colibrí, sino también el pudor de la flor, la sorpresa del cielo, mi envidia por la libertad de ese vuelo audaz, el presentimiento de que nunca sería capaz de contarle a mamá los sentimientos que se me daban junto con eso, <<eso>>, una visión inexpresable que, sin embargo, me urgía a que la expresara.2

Al leer un cuento o una novela, usamos conexiones neuronales. Incluso ahora tu, puedes no solo decodificar en la imaginación, sino también, atribuir el uso de recursos literarios (conceptos), utilizados por el autor para objetiva su experiencia al ver un colibrí. 

Entonces, al leer literatura ejercemos habilidades del conocimiento lingüístico al decodificar la palabra y reconocer estructuras gramaticales; asumimos la experiencia lectora con +el reflejo del yo (en el otro, los personajes); experimentamos el efecto emocional y como lectores literarios, reconocemos conceptos y apreciamos la ejecución creativa del autor. 

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