Agroindustria

Opinión crítica:

Se entiende por agroindustria a toda actividad que implique el procesamiento de productos generados en la agricultura y pesca. Durante los últimos diez años se ha observado una rápida expansión del sector agroindustrial, la que responde a la interacción de un conjunto de factores de variada índole, que le han conferido un nivel interesante de competitividad externa. Ente tales factores destacan el proceso de apertura al exterior, combinado con un contexto macroeconómico estable, la presencia de una base empresarial importante, con capacidad de innovar, de asumir riesgos y de conectarse con la red comercial y financiera, entre otros. Este conjunto de variables, manejadas de forma adecuada, permitió consolidar, en un plazo relativamente breve, un segmento productivo exportador que realiza un aporte concreto a la economía del país, en términos de generación de divisas, creación de empleo y demanda a otros sectores de la economía.

En los últimos años la agroindustria peruana se viene desarrollando con tecnología y buena gestión empresarial, aprovechando nuestra gran diversidad climática y natural que permite la producción agroindustrial durante todo el año, constituyendo no solo una fuente de empleo descentralizado sino de divisas, debido a la creciente exportación agroindustrial hacia todos los mercados regionales del mundo.

Sin embargo, el 2012 no fue un buen año para el café, la palta y el mango, cultivos que mostraron una disminución en su productividad debido a condiciones climáticas desfavorables. Y el algodón siguió atravesando una tensa crisis internacional que comenzó en el 2011. Pero fue un año excelente para la uva de mesa y otros cultivos alternativos como la granadilla y el arándano. Todo indica que las exportaciones de estos cultivos seguirán un ritmo ascendente en los próximos meses.

La crisis europea y la lenta recuperación económica de Estados Unidos no afectarán en gran medida la demanda del mercado alimentario en el 2013, por lo que la agroindustria nacional hoy se encuentra en una situación privilegiada en comparación a Brasil, Argentina, Chile y Estados Unidos, que cada año pierden más tierras agrícolas y tienen menos agua para sembrar. Si el sector quiere seguir creciendo, los productores de frutas y hortalizas peruanas no deben perder competitividad. También deberán presionar por que se abran nuevos mercados internacionales (sobre todo en Asia) que hoy permanecen cerrados por no tener a disposición los permisos sanitarios respectivos.

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