Alba de ixchel

Isaac López Santillán

EL ALBA DE IXCHEL

Es un texto en el cual el autor expresa amor y desamor por una persona que ya no ha vuelto a ver. Cuando llega el día solo le quedaba esperar a las ocho con diez o las siete con veinte para encontrarla de nuevo.

En el ambiente se describe una habitación donde se encuentra su colección de vinilos hasta sus libros de Ramón López Velarde, fotos de ellos dos enmarcadas sobre su buro que hacían de la estancia un lugar más ameno.

A veces la ve asomar por detrás de los árboles que están en el jardín de su hogar o en el reflejo de los charcos formados afuera de su habitación a través de la ventana.

Hace días no sabe nada de ella y se pregunta en donde está. Dice que lleva la misma rutina desde el nueve de noviembre para al final de sus días salir al balcón para recargarse en el barandal pintado de verde medio oxidado.

Espera una señal suya, un mensaje o una llamada, inclusive una carta, pero hace meses que el correo dejo de llegarle.

El texto se escribe en tiempo pasado, el autor plasma sus sentimientos en este texto el cual es dirigido a una persona que ya no ha visto más.

Tal vez se fue de viaje y se le quedo la moneda de un peso encima de su buro para llamarle por un teléfono público, o chance va en un avión con dirección a Yucatán a diez mil pies de altura y no le puede llamar.

El autor propone en su final:

Está atrapado en sus recuerdos y las esencias que vivió a la mitad de abril, en donde espera que todo sea más dócil, como la caída tan penosa de este ser que parecía ser inquebrantable.

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