Anécdotas De Juan Montalvo

ENSAYO

TEMA: Anécdotas de Don Juan Montalvo

Juan Montalvo Fiallos, ilustre hombre que nació en Amato el 13 de abril de 1832. Fue hijo de Don Marcos Montalvo Oviedo y de Doña Josefina Fiallos Villacrés, fue el menor de sus hermanos varones y además ocupó el décimo lugar entre sus dieciséis hermanos. Inició su educación primaria en la Escuela del Maestro Romero; más tarde, en 1848, terminaría sus estudios de Latinidad y pasaría a estudiar en el Seminario San Luis donde estudió Filosofía y tres años después se graduaría con honores como Maestro de Filosofía. Luego pasaría a la Universidad Central de Quito para estudiar Jurisprudencia. Se le considera uno de los mayores prosistas hispanoamericanos del siglo XIX. Uno de los más ilustres ambateños, tras grave enfermedad y operación quirúrgica, muere en París el 17 de enero de 1889. Sus restos son trasladados a Guayaquil y en 1932 conducidos a un sobrio Mausoleo que fue levantado en Ambato, en donde recibe el homenaje de sus hermanos ambateños.

Juan Montalvo, hombre que viajó mucho, fue desterrado e hizo íncreíbles obras es a la vez un libro abierto de experiencias y anécdotas.

Muchas son las anécdotas de este ilustre ambateño y entre ellas está aquella, la que él mismo refiere, pues en su niñez despertó ese gran sentimiento por escribir poesía. Durante su juventud, exactamente a sus trece años, había oído tantas veces la palabra “libertad” y las tantas acusaciones al despotismo del presidente ecuatorianio de ese entonces, el General Juan José Flores, que se enamoró del significado de esa palabra y aborreció a ese hombre. El joven leyó unos versos en cierto periódico, entonces se dijo así mismo: “Yo también he de hacerlos”. Y por supuesto, los hizo, elogiando a la libertad y condenando la esclavitud, pero en principio sus poesías no fueron apreciadas puesto que Montalvo no tenía suficiente habilidad para versificar; pero siendo gran intelectual, poco a poco se perfeccionó con mucha voluntad pero lo increíble fue que jamás publicó poesía.

Cierta vez, un frenólogo americano y discípulo del Dr. Gall se acerca y pone las manos sobre algunos estudiantes y predice el futuro de cada uno de ellos, hasta que llega al joven Montalvo y hace lo mismo, diciendo: “Usted, abriga indecible pasión por los hombres grande”. Pues estuvo en lo correcto ya que Montalvo dominó a los clásicos latinos y griegos.

Montalvo, tuvo muchas anécdotas en su vida puesto que fue un hombre que tuvo grandes experiencias gracias a su voluntad y sabiduría; fue un hombre intelectual y aunque tuvo problemas por expresar su sentir, siguió adelante escribiendo grandes obras literarias que dejarían huella nacional e internacionalmente. Aunque en su vida lo tacharon de impío, malvado y protestante, el siempre

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