Caracter Obejtivo

Actos de comercio objetivos. A principios del siglo XIX se abandona ese carácter subjetivo, con el nacimiento de los grandes Estados nacionales, que asumen para sí la función legislativa mercantil, cuya columna vertebral se forma por los actos de comercio, por lo que al sistema mercantil que declara expresamente, como lo hace nuestro «CCo». en su «a.» 1 'Las disposiciones de este código son aplicables sólo a los actos comerciales', se le denomina objetivo, porque ya no se requiere ser comerciante para estar protegido por las leyes mercantiles, sino que basta que accidentalmente, con o sin establecimiento fijo, una persona realice una operación o un acto de comercio, para quedar sujeto a las leyes mercantiles («a.» 4 «CCo».). De manera tal que los actos cuya mercantilidad proviene de la ley, independientemente de las personas que los realicen, se les denomina objetivos

¿Cuales se consideran actos de comercio objetivos? Los actos comprendidos en las enumeraciones hechas por los códigos, y los que reúnan las condiciones especificas de alguno de ellos donde se acepta la enumeración enunciativa, reciben la denominación de actos de comercio objetivos. Siempre tienen carácter mercantil, cualquiera sea la persona que los ejecute. Son los que el Código presume así, con presunción. Es decir, prescindiendo de toda otra consideración o circunstancia: finalidad, calidad del agente, etc.

en el sistema objetivo son actos de comercio, no

solo los realizados por los comerciantes, sino los que, se definen como

mercantiles atendiendo a su naturaleza (la finalidad de mediación entre

productores y consumidores, o los que son auxiliares de una industria

mercantil, etc) Así queda creada la teoría de los actos de comercio accesorios, en dos vertientes distintas:

1) Actos comerciales relativos o accesorios objetivos: por estar accesoriamente ligados a un acto de comercio absoluto (632 y 633), independientemente de la calidad de las personas que lo ejerzan.

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