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Enviado por   •  9 de Octubre de 2013  •  1.828 Palabras (8 Páginas)  •  219 Visitas

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El tutor al ser participe de la formación de sus tutorados debe ser consciente de la formación que el mismo tiene como persona antes de considerar los aspectos académicos, intelectuales o aquellos relativos a las experiencias educativas cotidianas. Conocer al alumno como persona es un reto que todos los tutores tienen en parte porque al realizar este acercamiento nos desprendemos de los modelos estandarizados que han sido utilizados por casi todos los sistemas educativos, además de que requiere una mayor apertura emocional hacia las emociones que ambas partes manifiesten conforme avanza la tutoría, por ello es importante establecer ideas que permitan derrumbar los esquemas antiguos de tutoría y tener una visión mucho más abierta de la misma.

Desarrollo

La necesidad de una tutoría no debe obedecer a modelos estandarizados establecidos por la institución, más sin embargo da la impresión que debido a las crecientes deficiencias mostradas por los sistemas educativos, el papel de un tutor recobra especial importancia debido a que se ve en este a un elemento que solucionará todos los problemas de bajo aprendizaje, violencia escolar, ausentismo, deficiencia terminal y diversos problemas que pueden complicarse en la medida en que no sean atendidos.

Por lo tanto es un error pensar que el tutor soluciona los problemas que el alumno posee, tampoco puede orientar de forma directa al mismo para que encuentre una solución a sus dificultades este debe sin embargo establecer un vínculo con el mismo que le permita al tutorado acceder a sus emociones internas y mediante este conocimiento del ser trabajar por sí mismo en la solución de sus crisis vitales, para esto el tutor debe de ser el primero en abrir su persona a un campo muy amplio de emociones, las cuales en su mayoría mantiene reprimidas debido a los miedos, fantasías y dificultades que le implican el tener un contacto que muestre su condición humana.

Parte de estos temores radican en la imposición de modelos que la vida actual establece como ideales de acuerdo a las necesidades de la sociedad, se anteponen los requerimientos económicos sobre los espirituales, la rapidez disfrazada como eficiencia sobre el pensamiento reflexivo y la falta de tacto humano por un modelo tecnológico que facilite las labores administrativas reduciendo a cada ser humano a un simple número, por ello es que la figura del tutor debe de recuperar las bases humanas sentimentales como herramienta para lograr una tutoría adecuada.

Tanto el tutor como el tutorado parten casi de las mismas condiciones de fatiga y carga emocional que surgen de las condiciones actuales de vida, por lo que en primera instancia pareciera que entre ambos existe una barrera impenetrable que impide una vinculación afectiva entre ellos, una posible forma de iniciar dicho vínculo es el establecimiento de acuerdos entre ambas partes, es importante notar que dichos acuerdos no deben de tener como punto de partida la rigidez establecida por las normas impuestas sino más bien el deseo de interesarse por la relación adecuada entre ambas partes.

Esto conlleva aun replanteamiento de las reglas como tales, si bien es posible establecer reglas que ayuden en la relación de el tutor y el tutorado estas deben de ser justificadas en el intercambio existente entre ambas partes, las reglas deben de mostrar que aunque existe una apertura en cuanto a la relación que se establece también existen limites en cuanto a elementos que pueden o no pueden ser tratados en forma excesiva, debido a que el tutor muchas veces no posee los conocimientos suficientes para manejar las situaciones que puedan presentarse a raíz de dicho intercambio.

Comenzar un vínculo entre el tutorado y el tutor puede partir de varias formas, sin embargo es importante destacar que las 3 herramientas básicas que le permitirán al tutorado establecer dicho vínculo son la pregunta, el escucha y la observación. Teniendo en cuenta que el tutor no solo debe de concretarse a la comunicación oral sino también tomar en cuenta otros elementos que el tutorado demuestre ya sea a través de su lenguaje corporal o del escrito.

El elemento de la pregunta en el tutor debe de ser la herramienta principal que le sirva como introducción a la situación afectiva del tutorado en el momento, aunque cabe destacar que puede existir resistencia al principio debido a la condición tradicional que ambos roles poseen, por lo tanto es indispensable que el funcionamiento de la pregunta se base también en la apertura del tutorado hacia la misma, si el flujo de información y emociones es equitativo entre ambas partes será mucho más fácil acceder a la parte emocional que el tutorado posee, así mismo si el tutor muestra un interés genuino por el tutorado la labor será mucho más llevadera y rendirá mejores frutos.

El escuchar es también una herramienta valiosa durante la tutoría puesto que muchos de los alumnos tutorados carecen de la atención que requieren debido a las limitantes sociales que los rodean, permitir que el tutorado se exprese y demuestre abiertamente sus emociones es uno de los pasos más significativos al momento de desarrollar una tutoría, ya que abre una relación abiertamente humana que por las condiciones actuales no es posible en muchos términos, es interesante notar que existen muchas formas en que el tutorado intenta llamar la atención y una vez que se le brinda el espacio suficiente para que se exprese puede abrir muchas de sus emociones más ocultas, esto forma parte del reconocimiento del “ello”que facilita la comprensión

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