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Como Elaborar Un Ensayp


Enviado por   •  9 de Febrero de 2014  •  3.878 Palabras (16 Páginas)  •  304 Visitas

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CÓMO ESCRIBIR UN ENSAYO

A continuación te entregamos una propuesta de cómo realizar un ensayo final, monografía o "paper" para nuestros cursos de Formación General.

A pesar que no existe "una sola" forma de escribir un ensayo, creemos que esta guía te puede facilitar las cosas, ya que en ésta te entregamos no tan solo los aspectos formales para escribir un paper, sino además un esquema de análisis, desarrollo y elaboración.

Si tienes sugerencias o dudas respecto a la aplicación de esta guía para la escritura de ensayos, escríbenos a nuestro mail: cfg@uchile.cl

Trabajo preparatorio

Identificación de la pregunta

Definición del tema

Encontrar el problema

Problematizar

El problema de la pregunta

Formulación de un problema

Elaboración de un plan

La estructura del plan

Redacción del ensayo

Conclusión

1.- Trabajo preparatorio

En general, los trabajos con características de ensayos, paper o monografías te los solicita el profesor al final de una unidad o de un semestre. Por lo tanto, casi siempre, esto viene encomendado por una pregunta o un tema a partir del cual debes desarrollar el trabajo. Esta pregunta puede plantearla el profesor o en el caso que sea un tema libre tú mismo deberás construir la pregunta. En consecuencia, deberás reconocer o elaborar una pregunta para comenzar tu trabajo preparatorio y posterior definición de las tareas a seguir.

2.- Identificación de la Pregunta

Identificar la pregunta, de manera formal, permite determinar la forma de respuesta esperada de tu parte. Para hacerlo, utiliza tablas similares a esta:

Cuando la pregunta implica una respuesta afirmativa o negativa (sí, no)

El tema plantea una tesis implícita a discutir, un concepto para caracterizar otro. Ejemplos:

¿Está lindo el día?

El hombre, ¿es libre?

El tema o la pregunta implica una noción de poder, deber, etc. Ejemplo:

¿Puede uno estar muchos días sin comer ni beber?

¿Puede uno decir que el hombre está sometido al Estado?

Cuando la pregunta implica una respuesta determinada.

Cuando la pregunta propone una alternativa. Ejemplo:

¿Hoy estamos a lunes o a martes?

¿Las pasiones hacen vivir o morir?

El tema está determinado por el pronombre interrogativo utilizado. Ejemplo:

¿Qué hora es?

En un comienzo, ¿el hombre se daba él mismo las leyes?

Cuando la pregunta exige un definición del concepto. Ejemplo:

¿Qué es ser libre?

Debes preguntarte también qué tipo de interrogación introduce la pregunta. He aquí, como ayuda, un cuadro con distintos sentidos para diferentes preguntas:

¿Puede uno ...? ¿Es uno capaz de...? (Capacidad.)

¿Eso tiene el sentido de...? ( Posibilidad lógica.)

¿Uno tiene el derecho de...? (Legitimidad, moral y / o jurídica.)

¿Es necesario...? Pregunta por la necesidad (lógica, física o biológica).

Pregunta por la obligación (moral o jurídica).

Pregunta por razones (explicación de un hecho, de una necesidad o de una obligación).

¿Por qué...? Pregunta por las causas eficientes (igual a ¿qué produce un efecto?, causa o motivo).

Pregunta por causas finales (fines, razones o móvil).

¿Existe...? Pregunta por la existencia de alguna cosa que constituya el problema.

¿Cómo...? ¿De qué manera?

¿En qué forma?

¿Quién...? Pregunta por las características de cierto tipo de individuo.

¿Todo...? Plantea el problema de la generalización de un atributo.

¿En qué sentido uno puede decir...? Exige la necesidad de trabajar a partir de la significación de una afirmación.

¿Es necesario...? Dada la condición, qué es necesario, qué es suficiente. No son necesarias otras características y si es así cuáles.

Debes considerar los matices que pueden estar comprendidos en la pregunta: lo que en realidad puede significar el acceso a la pregunta.

Tipos de matices:

Necesariamente,

Esencialmente,

Siempre,

Solamente,

Forzosamente,

Verdaderamente,

etc.; podrías considerar otros y no debes descuidar nunca estos aspectos ya que ellos orientan el cuestionamiento hacia sentidos distintos.

3.- Definición del Tema

¿Qué es lo que debemos definir?

Definir una cosa, concreta o abstracta, consiste en disponer el conjunto de características esenciales de dicha cosa, es decir, el conjunto de caracteres que hacen de esa cosa éso, y no otra cosa.

¿Cómo definir un concepto?

En casa, luego de haber intentado definir el término tu mismo, busca el término en un diccionario, con el fin de constituir un repertorio de sus acepciones. Si en ese momento no tienes un diccionario, como en los exámenes, puedes intentar las siguientes indicaciones para encontrar una definición precisa:

Clasifica el concepto dentro de un conjunto (del cual él forma parte) luego distínguelo del los otros elementos del conjunto, dándole sus características particulares.

Busca contrarios de este concepto.

Encuentra términos cercanos del concepto y diferéncialos bien. Debes cuidar de no confundir entre términos cercanos pero que no significan lo mismo, ya que todos los sinónimos consideran alguna diferencia entre ellos.

Encuentra nombres de la misma familia.

Parte por ejemplos.

Encuentra todos los sentidos posibles del concepto en el contexto de la pregunta.

Análisis semántico del tema:

Encuentra diferentes sentidos de los distintos términos que componen la pregunta y posteriormente intenta determinar los diferentes campos y los distintos planos en los que se utilizan estos términos. Al hacer variar los términos del tema encontrarás ideas para la reflexión y el campo de acción que podría alcanzar lo que escribas o expongas.

No se trata de encontrar una pregunta que te interese más, al contrario consiste en encontrar dónde se sitúa el problema al disponer la pregunta de forma más desarrollada, es decir, reemplazando los términos del tema por sus diferentes significaciones.

Cómo analizar un concepto:

Analizar un concepto consiste en responder a las interrogantes suscitadas por el concepto y su definición. Estas preguntas dependen del concepto a analizar, pero algunas aparecen a veces como la búsqueda del origen, de la causa, de consecuencias, de comienzos de búsqueda o de utilidad.

4.- Encontrar el Problema

Haciendo variar el tema podrás encontrar el problema que se plantea. Una vez que encuentres una contradicción, no hay que tenerle miedo, eso significa que encontraste el problema y que te encuentras en el centro mismo de la reflexión.

Una vez que das con el problema no tienes que intentar esquivarlo, ya que justamente es por lo que se te está preguntando, y debes afrontarlo.

Si no hubiesen preguntas, no habría filosofía ni ciencia. Debes aprender a no tener miedo a no saber, lo que cuenta en tu ensayo o disertación no consiste en saber la respuesta, sino de darle al problema toda su extensión reflexiva.

Siempre existe un problema que se esconde tras el tema de una pregunta ( si no fuese así, el profesor no te lo plantearía como requerimiento). Para encontrar este problema busca la aporía (esto es, la dificultad lógica que representa un problema especulativo), o la contradicción; necesariamente debe haber una.

Para encontrar la contradicción que constituye el problema, debes hacer variar los términos: es el análisis semántico del tema lo que ilumina la variedad de sentido de los términos y lo que te permitirá dar con la identificación acotada de la pregunta.

Es en los términos o en la confrontación de los campos de aplicación de los términos en donde debes encontrar la contradicción. La contradicción debe ser real en el problema y no en tu exposición, como dos posiciones contradictorias que tú diferencias en general. No te debes contradecir, sino mostrar que según el sentido o campo de aplicación de tal concepto, tales respuestas a la pregunta devienen contradictorias.

5.- Problematizar

Una problemática es un problema preciso planteado por el tema .

Debe servir para:

Centrar la reflexión sobre un problema preciso, si es superada por la globalidad del tema, será demasiado vasta.

Evitar los temas fuera de lugar desde nuestro planteo, consiste exactamente en evitar tratar un problema que no está estrictamente conforme al enfoque de la pregunta.

Mantener un hilo conductor para la reflexión, para permitirte constituir un plan pertinente.

La formulación de una problemática, o problematización, es la verdadera dificultad del ensayo o la disertación filosófica o científica, es lo que determina el valor del trabajo.

Justamente, en ese aspecto no se puede pensar en economizar. No hay ensayo o disertación sin la exposición clara, definida y decisiva de "un" problema. En efecto, la razón para que el problema intitule nuestro ensayo es el de permitir al autor (tú) y al lector (el profesor u otra persona) acceder al centro del problema con claridad.

¿Cómo diferencias un problema filosófico (de humanidades) de uno matemático (de ciencias)?

Distingamos entre ellos:

El profesor de filosofía propone preguntas.

El profesor de matemáticas entrega problemas. Y el alumno debe solucionarlos ya que estos están expuestos.

El alumno de humanidades debe él extraer y formular los problemas, ya que estos se encuentran ocultos tras el tema. Sólo una buena y precisa lectura de la pregunta, lo que ya implica dar sentido o interpretarla, permite pasar del tema al problema que este plantea.

En matemáticas uno busca y encuentra una solución, que es una resolución y pone fin al problema expuesto, lo aclara, lo explica, enuncia las diversas maneras de plantear respuestas, que son respuestas posibles y jamás definitivas.

El trabajo de reflexión en ambos casos es infinito pero no interminable en el caso de un ensayo o una disertación.

La manera óptima de enfrentar este tipo de trabajo, tanto en el caso de la filosofía como de las matemáticas, no pasa por el planteo de una verdad definitiva de un problema, sino que consiste, y ya es bastante decir, en una exposición clara y verosímil de la estructura y de las implicancias de éste, en tanto que es filosófico o matemático en sí.

Una actitud mental

Juega el juego. Intenta siempre enfrentar el problema como si éste constituyera un verdadero problema, esencial, inteligible a pesar de si parece a primera vista complejo, extraño, poco actual o inactual.

6.- El Problema en la Pregunta

El discernimiento del verdadero problema es el mejor signo de la verdadera comprensión del tema.

La comprensión que implica la identificación de un problema supone que ya podemos hacernos las siguientes preguntas:

¿En qué sentido es legítimo suponer...?

¿Existe una razón para preguntarnos por...?

¿En qué sentido la pregunta es un verdadero problema...?

¿Cuál es el sentido del término que el tema instala...?

¿A qué urgencia o necesidad teórica responde el tema ...?

Esto significa esencialmente que el trabajo de problematización consiste en remontarse a las condiciones de inteligibilidad del problema.

El trabajo de problematización constituye la recapitulación del conjunto de tareas precedentes:

Comprensión del tema.

Análisis de las nociones implicadas.

Determinación y definición de los conceptos.

Definición de términos.

En síntesis, las preguntas que siempre debes hacerte ante una tarea como la que intentamos son:

¿De dónde viene el problema?, ¿Cuál es su origen?, ¿Porqué se nos interroga por...?

¿En qué términos se plantea el problema verdaderamente?

¿Qué sentido dar a los términos para que el problema se constituya como tal?

7.- Formulación de un Problema

Esta formulación debe ser corta, sintética y precisa.

Formula la paradoja que el tema puede presentar implícitamente (¿Podemos ser malos?) o explícitamente (¿podemos forzar a alguien a ser libre?)

Tú mismo tienes que encontrar las paradojas, durante la realización del trabajo, presentándolas como "apariencias de contradicción": debe constituirse exactamente en el estímulo, su interés consiste entonces en ir más allá de las contradicciones gracias a una mejor comprensión del sentido de los términos.

Trabajar la contradicción, la oposición entre doctrinas. Esto puede ser abierto, claro y evidente en una primera mirada ( puedes decir: "tal como dice Platón, o Nietzsche a propósito de ...", "en tanto que esto es lo contrario de...") o latente, en potencia (por ejemplo, definir la imaginación como facultad de anticipación en contradicción con la hipótesis de una imaginación reproductiva).

Asegurar el paso de la apariencia a la esencia, del fenómeno al ser, de lo falso (de la ilusión, de la opinión, del error) a lo verdadero (aquello que la ciencia determina por la demostración, la verificación, la rectificación; o la filosofía por la crítica, la interpretación y la argumentación).

Hacer jugar los diferentes sentidos al interior de una misma noción. Algunos términos ofrecen la ocasión de dar al tema una verdadera profundidad y una flexibilidad de juego muy apreciable.

8.- Elaboración de un Plan

El plan sólo permite asegurarnos de una estructura para nuestras ideas, un orden y una animación presentada como flexibilidad para los distintos ángulos de reflexión.

Sobre cada uno de los temas deberás estructurar un plan.

Para una mejor ayuda, te presentamos algunos tipos de planes; aunque existen muchos; esto te pude dar una idea de cómo enfrentar el problema. El plan que elijas dependerá de la pregunta y de problematización que elabores. Algunas preguntas o problemas apelan más a un tipo de plan que a otro o puede ser que tú te sientas más cómodo con uno preciso. A pesar de que tú mismo debes encontrar tu propia forma de resolución, a continuación veremos cómo se estructura un plan.

9.- La estructura del plan

Uno puede comparar la estructura del ensayo o disertación a un esqueleto de un organismo vivo:

En la practica, si seguimos la metáfora anatómica, hacer un plan consiste básicamente en definir las partes principales (parágrafos) y sus articulaciones. Consiste en dar una forma ordenada al conjunto de análisis, demostraciones y razonamientos necesarios para el tratamiento del tema.

El principio estricto y general del orden de un plan es el siguiente:

UNA IDEA POR PARÁGRAFO, UN PARÁGRAFO POR IDEA.

¿Cómo proceder?

Disponer de hojas blancas (tantas hojas como partes) y a su vez subdivididas según los parágrafos o secciones.

Escribir en cada sección los títulos o subtítulos, según sea necesario, lo que se constituirá en el andamiaje de tu trabajo y que por lo tanto no aparecerá tal cual en la redacción del trabajo.

Esta estructura permite una redacción bien calibrada, bien equilibrada, o sea con parágrafos homogéneos en extensión y de profundidad reflexiva equivalente. La ausencia de este andamiaje hace que se evidencien los vacíos en tu reflexión y la falta de continuidad y de relaciones entre los elementos redactados y formulados.

Hay que volver al bosquejo para interrogarse por las lagunas, ya que es a partir de esta operación que aparecen conceptos, ideas y argumentos aún no percibidos.

Puede suceder que tengas que rehacer y revisar varias veces el plan dado. Hazlo hasta que sientas que puedes obtener un recorrido racional y estimulante en el sentido de las ideas y su articulación.

Consideraciones para hacer un plan atractivo:

Durante la redacción deberás considerar la necesidad de dar al plan un movimiento progresivo, que ponga en evidencia la importancia y el interés de la investigación.

La actividad reflexiva supone necesariamente el poner en evidencia un conflicto entre ideas que se intenta explicitar y se busca solucionar.

Puedes imaginarte una especie de puesta en escena de un drama literario, como ejemplo: a. Disponer la situación de una pregunta o un problema que motivan esta historia. Presenta los personajes (ideas, nociones, conceptos, doctrinas), y descríbelos. Algo les ocurrirá en este espacio dado (el de nuestro texto).

b. Elaboración de un conflicto, donde expondrás las causas o razones y su condición de inteligibilidad.

c. Debes cuidar el tiempo o ritmo del relato, en el sentido que existe un conflicto por resolver. Primero debes plantear el enunciado del problema, luego, desarrollarlo durante un cierto tiempo (por partes o parágrafos). Esto supone una cierta técnica o estilo de narración (redacción, composición, retórica).

d. Resolución de la crisis, luego de evaluar las proposiciones de respuesta o de solución -sin excluir la eventual aporía-, debes sacar conclusiones del conflicto.

Ejemplos de planes:

1. El plan dialéctico:

Este tipo de plan es el más cómodo para una pregunta por una respuesta negativa o afirmativa. Pero quizá el más difícil de lograr.

Debes prestar atención a no poner en la misma sección las dos tesis, ya que estas son contradictorias.

No debes contradecirte: es por esto que la segunda tesis es otra tesis y no la antítesis. Las dos tesis no son contrarias sino contradictorias: o sea, que una aporta una cosa nueva (una aclaración, un argumento) que hace que la otra ya no pueda seguir siendo sostenida. Si las dos tesis no pueden ser sostenidas una frente a otra, no pueden coexistir, y será entonces imposible una tercera parte que las concilie, a modo de consenso entre las dos.

Una manera de proceder es: a. Primera parte: un análisis del tema y una definición de los términos que te permita presentar una opinión común. Primera respuesta a la pregunta.

b. Segunda parte: aclarar la falla de la primera tesis, aportar un nuevo argumento que permita llegar a la respuesta contraria a la pregunta (tesis contradictoria que aporta una respuesta contraria, ya que finalmente no tenemos más opción que sí o no). Este nuevo argumento puede nacer de un análisis nuevo de términos que aporta nuevas luces sobre la pregunta.

c. Tercera parte: poner en evidencia el problema en toda su extensión (aunque ya estaba claro en la segunda parte). Momento de tensión extrema que consiste en cambiar el plan, con el fin de, a la vez, sostener la tesis que uno ha elegido (que consiste en responder a la pregunta, ya sea "sí o no", exige una elección), pero tomando en cuenta el problema real. Deberás encontrar una manera de comprender el tema que permita sobrepasar la oposición, la contradicción y la tensión entre las dos tesis iniciales.

2. El plan por encadenamiento de preguntas:

esta estructura de plan de trabajo permite hacer progresar de forma natural tu reflexión.

Necesitas tener claro cuál es la tesis que vas a defender.

Puedes proceder de la siguiente manera: a. Definición y análisis de los términos que comprende la pregunta, lo que pone en evidencia el problema.

b. Argumentos a favor de la tesis que defiendes. Puedes paralelamente dar argumentos contra la tesis adversa (haciendo objeciones que serán respondidas en seguida).

c. Enfatizar las dificultades implica el asumir la tesis que defenderemos.

Ejemplo:

¿Qué es la tolerancia?

¿Por qué debemos ser tolerantes?

¿Podemos tolerar todo? O ¿Existiría lo intolerable?

En este caso la tesis defendida es la siguiente:

"Sí debemos ser tolerantes".

La segunda parte corresponde a por qué debemos serlo, pero este punto de vista implica una dificultad. ¿No es que acaso es demasiado idealista ser tolerante ante todo, no es que pueden haber actos o ideas intolerables?. ¿Podemos tolerar cualquier cosa?

El riesgo de este tipo de plan es que no puedes equivocarte al reconocer la pregunta. Ya que no podrás progresar en tu reflexión por medio de interrogantes si no disciernes bien el problema.

3. Plan que juega o trabaja con la pregunta planteada:

este plan se adapta perfectamente a las preguntas que introducen una forma interrogativa que puede ser interpretada en varios sentidos (¿podemos...? ¿es suficiente...?, etc.).

También es posible partir de una pregunta cuyos términos tienen más de un sentido bien definido. Entonces podrás hacer avanzar la reflexión a partir de las distintas acepciones.

Ejemplo:

¿Podemos ser indiferentes a la verdad?

a. El hombre no puede ser indiferente a la verdad, ya que se define como poseedor de razón, que justamente es la facultad para buscar lo verdadero.

b. El hombre no tiene derecho a ser indiferente a la verdad, ya que tal indiferencia vendría a negar todo valor.

c. Vuelco: el hombre se interesa en lo verdadero en tanto que valor relativo (si lo verdadero le es útil). Permanece indiferente a lo verdadero si no le aporta nada.

Aquí las dos primeras partes juegan con el doble sentido de la pregunta "¿puede uno...?" La tercera parte está inspirada en el plan de encadenamiento de preguntas: si yo sostengo que el hombre no puede ser indiferente ante la verdad, entonces la pregunta sería: ¿por qué el hombre busca con tanta vehemencia la verdad?. Un vuelco interesante es mostrar cómo el hombre no busca la verdad de forma desinteresada sino porque le es útil.

10.- Redacción del ensayo

Reglas de presentación del trabajo.

Composición:

El ensayo debe comprender:

una introducción

un desarrollo ( que en general debe contar con por lo menos dos o tres partes, equilibradas entre sí)

una conclusión.

Convenciones topográficas:

subraya los títulos de cada sección,

pon las citas de otros documentos o textos entre comillas, el registro de las ideas que se toman de un autor, considerando: en caso de que advirtamos en el escrito de aquel autor hay expresiones poco habituales o errores de los cuales no queremos ser participes, citamos también textualmente pero agregamos la indicación (sic), lo que indica que la cita es textual con plena conciencia de la expresión poco habitual que se está citando o del error en ella incluido.

en caso de estar interesados sólo en una parte del párrafo del autor, podemos citar textualmente incluyendo únicamente aquellas secciones que nos interesan y eliminando las restantes; pero es necesario colocar tres puntos (...) para indicar que hay una elipses, eliminación de una frase o párrafo de aquella cita.

Cuando la sección a citar nos parece extremadamente larga, podemos hacer nuestra propia condensación del texto de otro por la vía de una paráfrasis, mencionando por cierto al autor cuyo pensamiento hemos resumido o interpretado.

las referencias a libros, ejemplo: Hans-Georg Gadamer, ESTETICA Y HERMENEUTICA, Madrid. Edit. Tecnos, 1996, pág. 25.

Las referencias a artículos de revistas, ejemplo: Ottmar Ette, "Humboldt y el proyecto moderno", Revista Humboldt, Vol. 126 (1999) pág. 2.

las notas pueden ubicarse al pie de cada página o pueden registrarse todas secuencialmente al término del texto, deben contener una referencia bibliográfica que fundamente o respalde la idea expresada en el texto. Las notas van enumeradas, correspondiéndose con los números que se intercalan en el texto como llamada de atención hacia dichas notas.

No destaques las letras del texto que estás escribiendo, por mucho que creas que es importante lo que dice.

Debe ser por la retórica que debes lograr la atención del lector.

Estilo:

Exprésate simple y claramente, poniendo atención a la puntuación, ortografía, redacción y gramática.

Si utilizas términos complejos y eruditos, debes explicarlos con claridad sistemáticamente.

No utilices un estilo y vocabulario informal.

Intenta evitar cualquier abreviación, que pueda implicar confusión.

Extensión:

En un principio ninguna extensión te será impuesta, aunque en general los profesores precisan un mínimo de páginas que debes cumplir.

Sé preciso en tu vocabulario, riguroso en la expresión de tus reflexiones y equilibrado en la composición de las estructuras.

Presentación:

Debes considerar espaciados regulares entre la introducción, desarrollo y la conclusión.

Deja entre dos y tres líneas entre cada una de las partes del desarrollo.

Separa las ideas con puntos aparte en el desarrollo.

Introducción:

La introducción debe responder a tres exigencias: a. Presentar claramente el tema. Deberás reproducir literalmente la pregunta enunciada por el profesor para el trabajo. Se trata de designar el campo preciso de interrogación dentro del cual el tema se inscribe. Tú puedes en esta etapa partir por un buen ejemplo (no una anécdota personal), una opinión corrientemente admitida por el tema, o una crítica paradojal incisiva.

b. Someter el tema al cuestionamiento: problematizar.

c. Enunciar el plan del trabajo y la estructura de la reflexión que llevarás a cabo. Procede por cuestionamiento: las preguntas están allí para descomponer el problema.

Dos o tres preguntas serán suficientes: hay que recordar que respuestas claras y decisivas, aun si nos reenvían a una cuestión que no tiene solución (aporía), deberán ser aportadas a estas preguntas, particularmente como conclusión.

Por lo tanto la interrogación no debe ser puramente formal o gratuita, simple decoración o concesiones, sino que debe ser operatoria, o sea constituir el orden de una tarea realizable dentro de los límites del ensayo, correspondientes a la exigencia reflexiva del tema. Si tu cuestionamiento debe ser puramente formal, deberás buscar otras formas de exponer el plan.

Evita sistemática y definitivamente las trivialidades del tipo:

" siempre los hombres...", "el problema que trataré es el más importante de la filosofa y la ciencia...". etc.

Conclusión:

debe resumir los logros obtenidos en el desarrollo del trabajo, es una sección que debe recibir una especial atención en los momentos de afinamiento terminal, cuidando la coherencia entre lo desarrollado y lo resumido en esta sección de tu trabajo.

Bibliografía:

consiste en mencionar por orden alfabético los autores, los textos (libros, artículos, documentos) que fueron revisados para la elaboración del trabajo, indicando la ficha bibliográfica completa (autor, nombre del libro, lugar de edición, editorial, año, capítulo y/o páginas) de cada texto.

11.- Conclusión:

Hemos intentado entregarte, sin clausurar completamente la problemática de la escritura del ensayo, una guía para el razonamiento, enunciación y desarrollo de lo que pudiera ser motivo de un trabajo escrito. Terminar un ensayo no significa agotar un problema filosófico o científico propuesto, significa elaborar una reflexión que busque responder explícitamente a las cuestiones implicadas en el tema.

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