Connor
lizlucioTesis11 de Octubre de 2012
652 Palabras (3 Páginas)411 Visitas
Introducción
Hay pocas expresiones tan ambiguas como las de “capitalismo sostenible”
y otros conceptos asociados, tales como “agricultura sostenible”,
“uso sostenible de la energía y los recursos” y “desarrollo sostenible”.
Esta ambigüedad recorre la mayor parte de los principales discursos contemporáneos
sobre la economía y el ambiente: informes gubernamentales y de las Naciones
Unidas; investigaciones académicas; periodismo popular y pensamiento
político “verde”. Esto lleva a muchas personas a hablar y escribir acerca de la
“sostenibilidad”: la palabra puede ser utilizada para significar casi cualquier cosa
que uno desee, lo que constituye parte de su atractivo.
“Capitalismo sostenible” tiene una connotación a la vez práctica y moral.
¿Existe acaso alguien en su sano juicio que pueda oponerse a la “sostenibilidad”?
El significado más elemental de “sostener” es “apoyar”, “mantener el curso”, o
“preservar un estado de cosas”. ¿Qué gerente corporativo, ministro de finanzas o
funcionario internacional a cargo de la preservación del capital y de su acumulación
ampliada rechazaría asumir como propio este significado? Otro significado
es el de “proveer de alimento y bebida, o de medios de vida”. ¿Qué trabajador urbano
mal pagado, o qué campesino sin tierra rechazaría este significado? Y otra
definición es la de “persistir sin ceder”. ¿Qué pequeño agricultor o empresario no
se resiste a “ceder” ante los impulsos expansionistas del gran capital o del estado,
enorgulleciéndose por su “persistencia”?
* Traducción realizada por el Profesor Guillermo Castro Herrera.
** Profesor de la Universidad de California. Editor de la revista Capitalism, nature, socialism.
Ecología Política. Naturaleza, sociedad y utopía
Estamos en presencia de una lucha a escala mundial por determinar cómo serán
definidos y utilizados el “desarrollo sostenible” o el “capitalismo sostenible”
en el discurso sobre la riqueza de las naciones. Esto quiere decir que la “sostenibilidad”
es una cuestión ideológica y política, antes que un problema ecológico y
económico.
El análisis que se hace aquí utiliza el término “sostener” en los tres sentidos
indicados: “sostener el curso” de la acumulación capitalista a escala global; “proporcionar
medios de vida” a los pueblos del mundo, y “sostenerse sin ceder” por
parte de aquellos cuyas formas de vida están siendo subvertidas por las relaciones
salariales y mercantiles. En esta perspectiva, el problema del capitalismo sostenible
se refiere en parte a la posibilidad -o no- de que la sostenibilidad definida
de estas tres maneras pueda ser alcanzada, y a cómo podría lograrse tal cosa.
Existe un cuarto sentido para “sostener”: el que se refiere a la “sostenibilidad
ecológica”, aún cuando es escaso el acuerdo entre los científicos de la ecología
respecto al significado preciso de esta expresión. Por ejemplo, la biodiversidad o
la “salud del planeta” rara vez son problematizadas en términos de la ciencia ecológica
y de las ideologías subyacentes a esta ciencia, como tampoco ocurre con
la expresión “crisis ecológica”, tan ampliamente utilizada por escritores populares
sin el beneficio de una definición precisa.
Los ecólogos de poblaciones y los biólogos de la conservación correlacionan
por lo general cambios en la población de una determinada especie, cambios en
la “capacidad de carga”, definida de manera estrecha en términos de las necesidades
de esa especie,
...