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Contaminacion Ambiental


Enviado por   •  2 de Junio de 2014  •  1.703 Palabras (7 Páginas)  •  205 Visitas

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LA TELEVISIÓN Y LOS NIÑOS

(ENSAYO)

Margoth Berrío Quispe

La televisión es un medio de comunicación audiovisual. Los niños tienen fácil acceso a este medio porque se encuentran disponibles en los hogares. Ante esta situación nos preguntamos: ¿Será un medio de aprendizaje? ¿Se desarrollarán intelectualmente? ¿Será beneficioso para su estado emocional? Se le puede considerar como un medio de distracción, si se controla el tiempo que pasan frente a este aparato; sin embargo, en muchos casos, es perjudicial tanto física como psicológicamente.

Según Bandura, A. (1963), los niños pueden aprender conductas agresivas a través de modelos simbólicos presentados en la televisión y esto lo ratifica Rothemberg, M. (1975) indicando que en promedio hay seis veces más violencia durante una hora de televisión infantil comparando con el mismo tiempo en adultos. Actualmente, los padres por motivos de trabajo tienden a dejar a sus pequeños al cuidado de personas confiables, que en muchos casos, los acostumbran a estar dependientes de la televisión, donde pueden ver escenas o programas violentos, produciendo conductas inadecuadas para su entorno social, es decir, la criatura se vuelve impulsiva, o caso contrario, pasiva, debido a su inmadurez.

El excesivo uso de la televisión por los infantes disminuye su comprensión lectora. Según Gonzales, B. (2008) menciona que los expertos, Ennemoser y Wolfgang Schneider, de la Universidad de Würzburg, Alemania, tras examinar durante cuatro años a 350 niños de 4 a 5 años de edad, concluyeron que el excesivo uso de la televisión tiene una clara incidencia en la capacidad de los pequeños a la hora de comprender lo que leen. Esto nos da a conocer que este medio llamado televisión afecta el análisis, la comprensión de la lectura en niños, que va de la mano con la investigación, y con ello el aprendizaje. Esto no sólo lo afectará al momento, sino en el transcurso del tiempo cuando estén en la etapa de la adolescencia y juventud, donde será más difícil adaptarse a la lectura. Lamentablemente, este proceso que nos ayuda a aumentar nuestro vocabulario, se va perdiendo y con ello la manera de expresarnos y ser libres.

Según PBSPARENTS (2003), “Tres cuartas partes de los infantes ven programas de TV antes de cumplir los dos años”. Este porcentaje es importante considerar para darnos cuenta que el uso de la televisión se desarrolla desde un edad temprana, considerando que el pequeño empieza a caminar aproximadamente al año de nacido, a los dos años ya debe haber aprendido a correr y jugar con otros pequeños; sin embargo, el niño en el transcurso de este periodo se dedica a la televisión; sería aconsejable que el pequeño, en ese intervalo de tiempo, aplique juegos que le ayuden a desarrollar su inteligencia. Además, el artículo menciona: “Los niños menores de 22 meses de edad aprenden con menos eficacia las palabras de la TV que de la interacción con las personas”.

La sonrisa de un niño refleja felicidad, pero esta se desarrolla plenamente cuando juega e interactúa con los demás; por ello, no es agradable quitarle esa sonrisa exponiéndolo a ese aparato constantemente.

En una entrevista realizada a Valle, M. (2006) del APLIJ (Asociación Peruana de Lectura Infantil y Juvenil) señala: “En las zonas urbanas la llegada de la televisión reemplaza las horas de lectura que se acostumbraban a hacer en los hogares y en las zonas rurales el problema de la lectura es la falta de libros”. Esto es muy cierto, ya que en las zonas de clase media vemos la falta de interés de los jóvenes por la lectura, pero sí la preferencia por la televisión, el internet u otros medios electrónicos que los perjudica para toda su vida. Esto ocurre debido a varios factores, pero uno de ellos es la falta de interés de los padres por inculcar a los pequeños el gusto de coger un libro para analizarlos y dar opiniones.

Esta situación no solo causa problemas psicológicos, pues “los niños que pasan más tiempo viendo televisión pueden llegar a sufrir de obesidad” (Strasburger, 1989, p. 49); por ello, es recomendable estimular a los pequeños a la práctica de actividades deportivas como básquetbol, fútbol, vóley, actividades artísticas, baile, teatro, pintura que los ayudará a desenvolverse, a tener alta autoestima y saber relacionarse con las demás personas. Según Labrador, V. (2009), los niños miran la televisión de 22 a 25 horas semanales. Ese tiempo los padres deberían pasarlo con sus hijos, enseñarles y jugar con ellos, para que estos no crean que su único medio de distracción es la televisión.

La falta de comunicación entre padres e hijos es una de las consecuencias del uso excesivo de la televisión por los niños. En una familia donde no hay comunicación la relación será conflictiva o desunida, esto puede causar a lo largo del tiempo que los padres no tengan confianza en sus hijos, al igual que estos no la tengan a ellos. La etapa de desarrollo más difícil que vive la persona es la adolescencia. Los jóvenes, en su mayoría, se comportan de manera impulsiva e independiente, en este periodo es recomendable que los padres dialoguen con ellos, aprendiendo a escucharlos, a dejar que expresen sus sentimientos, sin el temor que serán juzgados y castigados; sin embargo, esto no ocurre en la familias donde los hijos han estado desde pequeños mirando demasiado los programas televisivos, pues su manera de actuar será retraída, pesimista, desanimada, incomunicada y muchas otras

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