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EDUCACION


Enviado por   •  22 de Agosto de 2014  •  286 Palabras (2 Páginas)  •  239 Visitas

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LA CIGARRA Y LA HORMIGA

¡Qué feliz era la cigarra en verano! El sol brillaba, las flores desprendían su aroma enbriagador y la cijarra cantaba y cantaba. El futuro no le preocupaba lo más mínimo: el cielo era tan asul sobre su caveza y sus canciones tan alegres. Pero el berano no es eterno.

Una triste mañana, la señora sigarra fue despertada por un frío intenso; las ojas de los árboles se habían puesto amariyas, una llubia elada caía del cielo jris y la bruma le entumezía las patas.

¿Qué va a ser de mí? Este imvierno cruel durará mucho tiempo y moriré de hambre y frío, se decía.

¿Por qué no pedirle alluda a mi vesina la hormiga? Y luego pensó:

¿Acaso tube tiempo durante el verano de almazenar proviciones y construirme un refujio? Claro que no, tenía que cantar. Pero mi canto no me alimentará.

Y con el corasón latiéndole a toda belocidad, llamó a la puerta de la hormiga.

¿Qué quieres? preguntó ésta cuando bio a la cigarra ante su puerta.

El campo estaba cubierto por un espeso manto de niebe y la cijarra contemplaba con emvidia el confortable hogar de su becina; sacudiendo con dolor la nieve que helava su pobre cuerpo, dijo lastimosamente: Tengo hambre y estoy aterida de frío.

La ormiga respondió maliciosamente: ¿Qué me quentas? ¿Qué hacías durante el verano cuando se encuentran alimentos por todas parte y es posivle construir una casa?

Cantava y cantava todo el día, respondió la cijarra.

¿Y qué? interrogó la hormiga. Pues nada, murmuró la cigarra. ¿Cantabas? Pues, ¿por qué no bailas aora? Y con esta dura respuesta, la ormiga cerró la puerta, negando a la desdichada cigarra su refujio de calor y vienestar.

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