EL REY DE LOS PLEITOS (John Grisham)

EL REY DE LOS PLEITOS

(John Grisham)

Los disparos de las balas que penetraron en la cabeza de Pumpkin fueron oídos por nada menos que ochenta personas, una recicladora de basura descubrió lo que quedaba de Pumpkin.

Dos personas lo vieron casi todo, estaban sentados detrás de un automóvil parcialmente ocultos. El pistolero, que miró brevemente alrededor antes de seguir a Pumpkin al interior del callejón, no advirtió la presencia de dos personas; el pistolero calzando unas zapatillas salió corriendo del lugar viendo a los dos testigos que habían presenciado todo, los dos testigos se retiraron del lugar y uno de ellos abrió la tienda de licores pidiendo que llamen a la policía que se había producido un tiroteo.

Treinta minutos después informaron a la policía que habían visto  a un hombre portando una pistola a la vista de todos y comportándose de manera extraña y tratando de atraer a alguien a un lugar, pero la presunta victima había escapado.

La policía encontró al hombre una hora después. Se llamaba Tequila Watson, varón de raza negra y veinte años de edad, con los habituales antecedentes policiales relacionados con la droga. Sin familia ni domicilio conocido. El último lugar en el que había dormido era un centro de rehabilitación de la calle W. Había conseguido arrojar el arma en algún sitio y, en caso de que hubiera desplumado a Pumpkin, también se había deshecho del dinero, las drogas o lo que fuera.

Luego lo detuvieron lo esposaron y lo metieron de un empujón en el asiento trasero de un coche patrulla de la policía del Distrito de Columbia.

Lo trasladaron de nuevo a la calle Lamont, donde improvisaron un encuentro con los dos testigos. Tequila fue conducido al callejón en el que había dejado a Pumpkin.

Le preguntaron si había estado aquí alguna vez. Tequila no dijo nada, solo miraba el charco de sangre en el pavimento.

Los dos testigos dijeron al unisonó es el, lleva la misma ropa y las mismas zapatillas.

Tequila no dijo, por mas que los policías trataban de sacarle alguna palabra.

No se pidió permiso para efectuar una llamada telefónica. No se mencionó ningún abogado o garante de fianza. Tequila parecía aturdido, pero aceptó de buen grado el hecho de permanecer sentado en el interior de una celda abarrotada, mirando al suelo.

Pumpkin no tenía ningún padre localizable, su madre trabajaba como guardia de seguridad en el sótano de un gran edificio, su nombre de Pumpkin era Ramón

Pumphrey, su madre se llama Adelfa Pumphrey, una mujer alta y corpulenta que trabaja en un edificio.

Juró venganza contra quienquiera que lo hubiese matado. Maldijo al padre por haber abandonado a su hijo. Lloró por su niño.

Tequila llevaba las muñecas y los tobillos encadenados, pues su delito había sido especialmente violento y su ropa de color anaranjado; un policía le indico que allí se encontraba la madre del chico que has matado… Aquélla del vestido azul de allí detrás es su madre.

Los policías le habían dicho que, al parecer, por lo menos en principio, la droga no había tenido nada que ver con el asesinato. La policía decía que al parecer se había tratado de un homicidio fortuito.

A un lado de la sala había una mesa en torno a la cual estaban reunidas las autoridades. Los policías hablaban en susurros con los abogados de la acusación, que estudiaban fichas e informes en un denodado intento de adelantarse con sus papeles a los delincuentes.

En frente del juez un alguacil anuncio a Tequila Watson y el juez le dice a Tequila que esta acusado de asesinato y le pregunta si quiere un abogado a lo que Tequila responde que no quiere abogado.

El juez miro para todos lados y no había ningún abogado de oficio disponible pero por ahí estaba el ilustre Clay Carter II, había venido por dos casos menores y tenia prisa por irse.

El juez se dio cuenta que estaba por allí el abogado Clay Carte y le llamo para que defendiera a Tequila Watson y le entregaron el expediente y lo leyó rápidamente y le dijo al juez vamos a presentar una declaración de inocencia señoria.

El abogado y su cliente se reunieron unos minutos junto a la mesa de la defensa y acordó pasar mañana temprano para conversar mas tranquilamente y al dia siguiente mientras ellos hablaban en voz baja, la mesa se llenó súbitamente de jóvenes abogados de la oficina de la ODO, compañeros de Carter aparecidos de pronto como por arte de magia.

Ahora Clay estaba con un nuevo caso de asesinato y  cuyo peso le resultaba cada vez más agobiante.

Clay contempló el delgado expediente de Watson que descansaba en el centro de su escritorio e intentó imaginar el modo de endosárselo a otro.

Clay llamo a su novia Rebeca pero le contesto que estaba muy ocupada conversaron un minuto y le conto que tenia un nuevo caso de asesinato de su cliente Tequila Watson.

Paulette Tullos apareció en la oficina de Clay y conversaron sobre el caso de Tequila Watson y que pensaba pasárselo a su amiga Paulette Tullos y le cuenta que habían dos casos también de asesinato y que no había motivo aparente de los asesinatos. Su amiga le aconseja que vaya donde Glenda que dirije a los abogados de oficio  y le solicita que el caso de Tequila Watson lo lleve otro abogado.

A la mañana siguiente Clay tenia que entrevistarse con Tequila Watson, pero el guardia le informo que había tenido una riña con dos internos y por ese motivo lo trajeron esposados con dos guardias de seguridad para entrevistarse con Clay. El chico se sentó y los guardias se apartaron, pero sin alejarse demasiado.

Tequila Watson estaba herido con el ojo inchado y muchos moretones en la cara, ¿Es usted Tequila Watson? preguntó Clay. ¿Lo ha visto un médico?

Pregunto a Tequila Watson ¿Por qué razón exacta atacó usted al chico?, no lo se dijo Tequila; a ya entonces fue en defensa propia lo atacaron a usted primero, no dijo Tequila, el chico estaba durmiendo. Clay borroneo todo de su cuaderno y no tenia nada para empezar a defender a Tequila.

Clay pregunta a Tequila, dicen que mató a un chico, que le disparó cinco veces a la cabeza a un tal Ramón Pumphrey, también llamado Pumpkin, Clay pregunta ¿Conocía a ese chico? A lo que respondió que si, ¿le disparo cinco veces? Tequila dice que pensó que eran seis disparos entonces, Clay pensó que con un rápido acuerdo extrajudicial. Una declaración de culpabilidad a cambio de cadena perpetua. ¿Ajuste de cuentas por algo relacionado con drogas?, no dijo, ¿Lo atracó usted?, no dijo nuevamente. Tenía usted algún motivo, ¿verdad?, lo conocía. ¿Fue por eso? ¿Porque lo conocía? ¿Ésta es su mejor excusa? Tequila asintió con la cabeza sin decir nada.

Tequila. Soy su abogado. Soy la única persona del planeta que está trabajando ahora mismo para ayudarlo. Déme algo con que poder trabajar. Le compraba droga a Pumpkin. Ya era hora. ¿Cuánto tiempo hace? Un par de años.

Muy bien. ¿Le debía él alguna cantidad de dinero o tal vez un poco de droga? ¿Le debía usted algo a él?  Tequila dijo que No. Tequila Watson le conto a Clay que se peleo con Punkin cuando eran niños y nada mas. Clay pregunta que ¿Cuándo fue la última vez que lo vio antes de disparar contra él? Un encogimiento de hombros. Otra vez el problema del tiempo. ¿Lo veía una vez a la semana? No. ¿Una vez al mes? No. ¿Dos veces al año? Quizá.

Tequila Watson le dice le diré la verdad. Tenía una pistola y quería pegarle un tiro a alguien. A cualquiera, daba igual. Salí del Campamento y eché a andar sin rumbo fijo, buscando a alguien a quien dispararle. Estuve a punto de hacerlo contra un coreano, pero había mucha gente y vi a Pumpkin. Lo conocía. Nos pasamos un minuto hablando. Le dije que tenía un poco de crack, a precio de ganga. Entramos en el callejón. Y le pegué un tiro al chico. No sé por qué.

Sencillamente quería cargarme a alguien. Cuando estuvo claro que el relato ya había terminado, Clay preguntó: ¿Qué es el Campamento?, el centro de rehabilitación. Es el sitio donde yo vivía. ¿Cuánto tiempo llevaba allí?

Otra vez el problema del tiempo; pero la respuesta constituyó toda una sorpresa. Ciento quince días. ¿Llevaba ciento quince días desenganchado? ¿Estaba desenganchado cuando disparó contra Pumpkin? Sí. Y sigo estándolo. Ciento dieciséis días. ¿Había disparado anteriormente contra alguien? No. ¿Cómo obtuvo la pistola? La robé en casa de mi primo. ¿El Campamento es un centro cerrado? Sí. ¿Y usted se escapó? Me habían concedido dos horas. Después de cien días, puedes salir un par de horas y volver.

¿O sea que usted salió del Campamento, se dirigió a la casa de su primo, robó el arma y empezó a recorrer las calles en busca de alguien a quien pegarle un tiro y se tropezó con Pumpkin? Hacia el final de la pregunta, Tequila empezó a asentir con la cabeza. Eso es lo que ocurrió. No me pregunte por qué. No lo sé. Sencillamente no lo sé.

Clay sacó unos papeles de su maletín y los deslizó a través de la abertura que había en la lámina de plexiglás.

Fírmelos al lado de las marcas de control en rojo. Regresaré dentro de un par de días. Tequila no prestó la menor atención a los papeles.

¿Qué me va a pasar? preguntó. Ya hablaremos de eso más adelante. ¿Cuándo podré salir? Es probable que tarde mucho tiempo.

Clay fue al lugar donde ocurrieron los acontecimientos estacionó su Honda Accord directamente delante del edificio y dudó entre apearse o alejarse precipitadamente de allí. Había un pequeño letrero por encima de una gruesa puerta de doble hoja: CAMPAMENTO DE LA LIBERACIÓN. PROPIEDAD PRIVADA.

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