“EXPERIENCIA EN LOS TEXTOS LITERARIOS”

“EXPERIENCIA EN LOS TEXTOS LITERARIOS”

“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.

Jorge Luis Borges.

La lectura literaria se concibe como una fuente de emociones diversas, es importante recordar que el acto de lectura es un evento único personal e irrepetible. Leer es volver presente un pasado, por lo tanto, se convierte en un viaje hacia el conocimiento y la verdad; al mismo tiempo puede sernos útil en la inacabable tarea de comprender al mundo y a uno mismo. La lectura implica, por una parte, una competencia, un aprendizaje del sujeto que ejecuta el acto y, por otra, es la razón que justifica en mayor medida la puesta en práctica de la imaginación, ya que en todo acto de lectura siempre apelamos a ella y es ella la que nos permite hablar del papel activo.

El acto de lectura es una práctica lingüística y una actividad con las motivaciones, las experiencias y la vida personal, pues es un aprendizaje que se construye y se conquista paso a paso desde el momento en que se descubre nuevos mundos, nuevos saberes. De este modo, la recepción individual se encuentra mediada por los acontecimientos vivenciales y por diversas recepciones que determinan, en gran medida, las motivaciones hacia la lectura.

El temor hacia la literatura va más allá de la dificultad que un texto presenta por sí mismo. Con frecuencia se piensa que el involucrarse con un libro, tanto emocional como intelectual, es un acto fácil que resulta de la adquisición de cierto tipo de conocimiento. Sin embargo el temor hacia los libros no implica la intimidación que un texto difícil, o que nos parece inaccesible, puede traer consigo mismo. Existe u distanciamiento hacia los libros que está íntimamente relacionado con el acto social de leer. Dentro de la escuela, la lectura adquiere diversos matices, ya que se convierte en un acto obligatorio y para una evaluación. Los métodos de enseñanza muchas veces nos confunden o nos alejan de la literatura.

Una persona que lee tiene más oportunidades para acceder a distintas ideas y visiones del mundo que alguien que no lee. Las palabras también permiten nombrar experiencias, temores o sueños, de cierta manera la dan un sentido a lo que vive.

“Tal vez no hay nada peor…que la humillación en el mundo actual que quedarse fuera del lenguaje escrito” (Petit; 1999: 41).

La lectura de obras literarias, al ser una actividad cuya utilidad no está bien definida, mi dificultad es como representaría tanto un maestro al enseñar, tanto como alumna leer una obra literaria, un lector enfrentaría obstáculos para leer sin confrontar prejuicios y aún más si encuentra en

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