Estimado Sr. Malpica.

Estimado Sr. Malpica.

Escribo esta carta para dirigirme a usted, de la manera más atenta y respetuosa que puede ofrecerle mi corto vocabulario. Deseo que este en grandiosas condiciones y con la disposición de leer lo que ahora me esfuerzo en escribir.

El motivo de esta, mi carta, es para dar mi opinión y como un extra, preguntar acerca de su libro “Al final, las palabras”. De primera mano, decirle, que su libro, a pesar de que, en la escuela me solicitaban que lo leyera, termino por llamarme mucho la atención. Desde el momento en que leí su título, se creó en mí, una serie de preguntas, ¿Por qué es que se llama así?, ¿Cómo puede relacionarse con algo ese título? Y la más importante ¿Por qué escogió llamarlo así?, la respuesta a las dos primeras preguntas pude descifrarlas poco a poco, mientras pasaba de una página a otra, además del inesperado final que en ellas relataba.

De mi parte me atrajo mucho la novela, desde que comencé a leerla, me sentí identificado en parte, por los amigos que tenía El Pegote, ya que me recordaba a mi grupo de amigos de mi infancia, además de la forma de vida que llevaban, los juegos, las travesuras e ideas que tenían, eran bastante similares a las que nosotros vivimos, en mi opinión, me pareció que los temas que en el relata, son muy llamativos, no necesariamente en los jóvenes, si no en cualquiera que haya pasado por un estilo de vida similar. Por otra parte, la forma en que relata la historia, desde el personaje de El Cepillo, me dejo con una gran duda, ¿Por qué no narrarlo desde el punto de vista de El Pegote?, como todos los hechos se desenvuelven al su alrededor, ¿Por qué escribirlo usando al Cepillo?, ya en el final nos damos cuenta, que quien en verdad estaba describiendo los hechos era el Camellito, alguien que durante la historia, muy pocas veces apareció, por lo que me provoco una gran sorpresa, saber que él era el autor de todo, en ese aspecto me gustó mucho que le diera ese final inesperado.

No obstante, la historia de amor que nos presenta, se me hizo muy linda y todo, porque es lo que muchas veces suele pasar, una chica de clase alta, indiferente a un chico de clase baja, a mi ver, El Pegote daba mucho por ella, al mismo tiempo, se me hacía algo exagerado todo el amor que el sentía por ella, como decía mi padre “A las mujeres ni todo el amor, ni todo el dinero” pero al fin y al cabo yo no era El Pegote. Desde mi punto de vista, me gustaba el modo de ser de El Pegote, un joven atrevido y sin muchos temores, que hacia lo que le diera la gana, pero que al final todo eso cedió ante el poder de unos lindos ojos que pertenecían a una hermosa niña, por ese lado si tiene mi apoyo, pero, a mi gusto, preferiría que eso no terminara así, no siendo que El Pegote se ahorcara, admito que eso, junto a que el Camello resultara el autor de todo, le dio el final que me encantan, algo diferente a lo que había leído en este tipo de novelas y le agradezco por marcar mi memoria con un libro tan emocionante, pero el final si me pareció algo drástico, no era necesario que terminara así, hubiera preferido que se fuera al norte a la guerra o que buscara la manera de volver a estar con Ofelia, incluso si tenía que viajar a tan lejano lugar.

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