Hiatoria De La Humanidad

Después de un día atareado en el trabajo, iba camino a casa y sentí como mi cuerpo de repente se estremeció, hice un gran esfuerzo por entender lo que sucedía pero solo sospechaba que no era nada bueno, el miedo me invadía y no pude avanzar, era como si una fuerza sobrenatural me detuviera, intentaba gritar pero la voz no me salía, la única salida que para entonces había era retroceder y mirar que era aquella extraña cosa que me detenía; pero en el momento que lo hice, la calle estaba como la encontraba habitualmente, como si no existiera nadie más que yo.

Entonces fue en ese momento en que me di cuenta que estaba acordonado entre el miedo, la oscuridad y lo que me perseguía, volví mi cuerpo hacia atrás y allí me estaba siguiendo, era la misma mujer que en mis sueños aparecía, pensé que me había vuelto loco, pero abrí lo mas que pude mis ojos y era verdad allí estaba mirándome con sus negros y grandes ojos, su cabellera lacia, larga y negra parecía envolverme y llevarme hacia ella, y sentí que no pude resistirme ante su hermosa figura de diosa y fueron esas únicas pero tenebrosas palabras que con su dulce voz hicieron que me estremeciera y que un frio por mi cuerpo corriera.

Fue ahí cuando sus manos toque y sentí que el cielo mire, poder sentir esa química que se disfraza con tanta simpatía, y que refleja la alegría al estar cerca de esa persona tan querida. Cerré mis ojos y predispuse a mis labios a rosar los dulces labios de mi amada, al abrir de nuevo solo quedaba su aroma de mujer, y en mi mano una nota de papel, que decía: aunque no esté presente, viviré siempre en tu mente.

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