Imaginación

Mi amiga tenía un amor imaginario: Todos los jueves salía de casa, caminaba y gritaba: “la próxima vez le diré que me gusta”. Mi amiga hablaba imaginariamente con el los jueves y al cabo de un tiempo de charlar con él, regresaba a casa donde esperaba su llamada. Hablaba imaginariamente por teléfono, donde le decía a la persona amada, lo mucho que lo quería, después de un rato colgaba y se dormía pensando en él. Había veces que salían juntos a la feria, se divertían, gritaban y bromeaban, pero de regreso a casa aquel chico, se le abalanzo y le dio un fuerte abrazo imaginariamente. Mi amiga lo abrazo fuertemente mientras sonreía. El chico la miraba con cierta ternura imaginaria y mi amiga se sentía muy feliz mientas lo miraba con la misma ternura. Me imagino que el chico era guapo, porque algunas personas se sorprenden cuando se imaginan verlos pasar.

Un día el chico se fue y mi amiga estuvo días llamándolo; cuando veía algunas parejas imaginaba que era aquel chico que la había dejado, hasta que imaginó que el chico volvía y todos los días empezaban a ser como antes, por un tiempo, pero para que después mi amiga se imaginara que el chico la había engañado. Lo abofeteo dejándolo fuera de su puesta sin ninguna explicación. Yo me imaginaba al chico llorando e hincado. Entonces le dije: “tranquilo, no llores más”, y me imagine que corrió hacia mí por un pañuelo para secar aquellas lágrimas que corrían sobre sus mejillas. Desde ese día mi amiga no me habla, porque se imagina que le robe al amor de su vida.

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