Juanito Y El Cangrejito

Juanito y el cangrejo

Juanito era un caracolillo que vivía feliz en el fondo del mar; se mecía al ritmo de las corrientes marinas, reposaba en la arena, buscando algún rayo de sol y de vez en cuando daba sus paseos.

Un día un cangrejo le vio y le dijo:

- ¿Puedo vivir contigo?

Juanito se lo pensó dos veces y al final decidió ser, como un antepasado suyo un cangrejo ermitaño.

Empezaron a vivir juntos el cangrejo dentro del caracol y al poco comenzaron los problemas: el cangrejo se metía las pinzas en la nariz, hacía ruidos cuando comía, no ayudaba en los quehaceres...

Dejaba todo tirado porque no lo gustaba hacer limpieza.

Cuando comía tiraba todo en el suelo y a Juanito todo eso le molestaba y lo hacía enojar mucho.

Una mañana Juanito le dijo al cangrejo todo lo que no se debía hacer, con paciencia , explicándole que:

- Hurgarse en la nariz, es de mala educación y además puede hacer daño

- Se mastica siempre con la boca cerrada

- Hay siempre que colaborar en la limpieza y orden de dónde se vive

- No se tira la basura en el piso, para eso están los botes para depositar la basura.

El cangrejo se quedó callado, salió de la casa y se perdió durante varios días.

Cuando volvió habló con Juanito y entre los dos juntitos hicieron una lista de las cosas que, para estar juntos, debían hacer para que todo funcionara bien.

A partir de ese momento se acoplaron a convivir juntos y limpiaban entre los dos la casa y fueron muy, muy felices, el cangrejo, daba a Juanito largos paseos y el caracolillo arropaba al cangrejo cuando había marea.

Y así se protegían y se cuidaban uno al otro siempre, y fueron los mejores amigos y compañeros.

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