La Materia Misteriosa

La materia misteriosa

En el misterioso Océano Atlántico existe una isla conocida como la Isla de las Cuatro Estaciones. En estas misteriosas tierras habitaban las hadas.

Contrario a lo que se cree las hadas tenían sus vestidos de una materia muy extraña que se encontraba en el centro de la isla, era la que mantenía con vida a la isla. Esta materia tenía la capacidad de poseer el color y propiedades que cada ser mágico deseara, así las hadas usaban pequeñas porciones de esta materia para surtirse de ropa.

Ellas habitaban la estación de la primavera, mientras que los petirrojos se encargaban del verano, los cuervos del otoño y los conejos albinos del invierno.

Cada hada nacía a la par de una estrella nueva y perecían cuando estas desaparecían. Se podía saber la edad de cada hada por su belleza, pues entre mas vivían más bellas era.

Esta isla la regía el padre Sol y la madre Luna, quienes creaban la distinción entre día y noche.

Una noche, sin embargo, una sombra gigantesca cubrió a toda la isla, estaba completamente oscura, no se alcanzaba a ver nada. La sobra venía de un gigante malvado qué se acerco y se agacho rápidamente robándose la materia misteriosa.

Todos en la isla estaban muy preocupados porque no sabían qué pasaría con la isla sin la materia misteriosa, para tranquilizar a los seres mágicos el padre Sol envió a un hada a investigar a donde se habían llevado la materia misterios. El hada iba montada en un conejo albino para ir más rápido, sin embrago, como la mayor parte del camino era mar tuvieron que irse en una barca. Solo tenían diez días para regresar con la materia misteriosa porque la isla se hundiría.

Navegaron durante ocho días hasta que llegaron a tierra firme, frente a ellos encontraron un castillo enorme y fueron a investigar si hay estaba la materia misteriosa, se apresuraron a la entrada y pasaron por debajo de la puerta.

Dentro del castillo vieron que había un montón de ardillas rebotando de lado a lado y un gigante con cara de ogro sentado en un gran sillón, estas eran grandes para el hada pero del tamaño normal para el gigante. El las acariciaba y reía a carcajadas, pero era tan torpe a veces apastaba a una por accidente. Cuando esto pasaba se volvían fragmentos de materia misteriosa antes de volverse otra vez ardillas.

El hada se acerco a hablarle al gigante, al ver que era inofensivo le pregunto porque se había robado la materia misteriosa, y el de dijo:

- Es que amo las ardillas y quería tener muchas de ellas.

Sin embargo el hada logro convencerlo de que le devolviera la materia misterio porque si no su hogar se hundiría y la vida de su familia y amigos estaba en peligro y solo le quedaban dos días para salvarlos. El gigante le trajo pronto la materia misteriosa

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