La Oreja de Van Gogh

La Oreja de Van Gogh

Hablar es una necesidad,

escuchar es un arte.

Goethe

Saber escuchar es una habilidad importante en la comunicación, ya que nos permite percibir con fidelidad aquello que debemos comprender e interpretar. Esto es, nos ayuda a captar los mensajes emitidos por la persona o personas con quienes dialogamos, obteniendo como resultados las palabras e ideas que nos manifiestan, para de ahí pasar al entendimiento de las ideas y, por ende, a nuestro acercamiento con esas personas. Para que cuando nos expresemos tengamos también elementos apropiados para acercarlas también a nuestras inquietudes.  

La vida cotidiana nos permite una diversidad de momentos para escuchar: diálogos, canciones, poemas, conversaciones, etc. A través de los cuales podemos conocer el pensar y/o el sentir de una persona, de un grupo o incluso de una sociedad cuando localizamos expresiones que son representativas de su cultura.  Es el caso de las canciones, acerca de una de las cuales aquí haremos algunas reflexiones.

La canción se titula “Nadie como tú…”, del grupo español La oreja de Van Gogh. De la cual, a continuación se hacen citas.

NADIE COMO TÚ…

Nadie como tú para hacerme reír,

Nadie como tú para saber tanto de mí,  

mis penas, mis tristezas, mis ganas de vivir.

Tienes el don de dar tranquilidad

y saber escuchar…

¿Qué nos quiere decir el autor o autora con esas expresiones?

¿O no quiere decir nada? Lo escribió así porque así se le ocurrió. ¿Qué piensas de estas posibilidades? ¿Qué podemos pensar de si el autor o autora de una canción quieren decir algo o nada de nada?  

¿Has vivido algunas experiencias que coincidan con el fragmento del que se hace referencia?

¿Eres de las personas que gritan canciones que no entienden?  

Te comparto algunas opiniones.

En el mensaje del fragmento anterior, el autor describe la importancia de un verdadero dialogo cuando dice:

Tienes el don de dar tranquilidad

y saber escuchar…

Donde el autor o autora expresa gratitud, porque la otra persona le hace sentir tranquilidad, al ser escuchada (saber escuchar).

Cuando una persona es escuchada por otra ésta, le otorga confianza,  respeto y  empatía motivando su autoestima y seguridad en sí misma, para compartir sus  experiencias, conocimientos y emociones.

El acercamiento de personas que saben escuchar, se logra por el interés de escucharse mutuamente, de entenderse, de conectarse emocionalmente.

Hecho que se puede constatar, reconociendo que saber escuchar no es un acto sencillo e innato, sino que es un proceso que se tiene que aprender y desarrollar, para lo cual hay que trabajar paulatinamente con dicha habilidad y así mejorar nuestras relaciones humanas y lo más importante, ser mejores personas.

¡QUIERO…! ¡QUIERO…!

Jorge y su hija pequeña Mati, fueron a dar un paseo al parque de atracciones. En el camino se detuvieron y se dieron una comilona.

Una vez en el parque de atracciones pasaron cerca, casualmente, de un puesto de perritos calientes. Momento en el que Mati dijo:

“Papito papito, quiero…” Jorge le interrumpió y la atiborró de palomitas.

Al pasar frente al puesto de helados Mati volvió a hablar, pero ahora con leves gritos apresurados:

“Papi, papi, papi,… quiero…” Jorge quiso interrumpirla nuevamente. Pero esta vez la niña no calló:

“¡Quiero, quiero…!”

“Ya sé lo que quieres, ¿un helado?

“No papi,… quiero… vomitar”

La historia previa fue tomada del libro XXX del poeta hindú OSHO

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