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Mariano Melgar

5h4n110 de Mayo de 2015

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La Biografía de Melgar

y los aportes de

Aurelio Miró Quesada.

Porfirio Mamani Macedo

Université Sorbonne Nouvelle-Paris III

Université de Picardie Jules Verne

Los aportes y esclarecimientos biográficos de Miró Quesada se basan esencialmente en los testimonios biográficos narrados por el hermano1 de Mariano Melgar, y sustenta la construcción biográfica de Melgar, en los referentes autobiográficos que aparecen en las obras2 del poeta, como es el caso del poema en el cual expresa su admiración Al Mar, cuando viaja hacia Lima para hacer estudios de Derecho. En dicho poema también se refiere a su regreso precipitado desde Islay hasta Arequipa, a causa de la pena que le causaba su alejamiento de Silvia, lo que quiere decir que “la obra poética de Melgar es el fiel trasunto de las pasiones e impresiones fundamentales de su vida”3. Así como lo indica Alberto Tauro en esta cita, la obra de Melgar es un documento indispensable para la construcción de su biografía.

Miró Quesada empieza su trabajo tratando de explicar el contexto socio cultural de la ciudad de Arequipa4. Hace una aproximación de los aspectos culturales importantes que pudieron influenciar la conducta de Melgar. Para ello busca referentes culturales propios de la ciudad, sobre todo, toma en consideración el medio geográfico, y la naturaleza que ocupa la ciudad de Arequipa, de la cual ya dieron testimonio otros intelectuales como Cieza de León5, o expresando su carácter apacible como lo hizo Cervantes6. En principio lo que trata de poner de manifiesto es el carácter de los habitantes de esta ciudad para encontrar la huella poética de Melgar, la que sin duda adquiere y refleja ese carácter rebelde propio de los arequipeños. La mayor parte de los biógrafos de Melgar como Jaime Cisneros, Francisco Mostajo, Los Hermanos Cornejo Polar, o María Weisse, atribuyen al clima y al paisaje volcánico que rodean la ciudad, ese mismo ambiente que representa Miró Quesada, en el momento inicial de la obra melgariana, como un contexto propicio para dar nacimiento al Yaraví7, o para exaltar la emancipación Latinoamericana, según el contexto histórico en el cual surgió la voz poética de Melgar.

La reconstrucción de los hechos históricos, así como el paisaje de la época nos permiten tener una visión más amplia del medio ambiente que se vivía en Arequipa. Aspectos que son indispensables para comprender una obra como la que fue de Melgar. Miró Quesada no sólo se remite a esbozar el medio socio-geográfico, sino que intenta encontrar la genealogía del poeta, hasta la fecha exacta de su bautizo, el 12 de agosto de 1790, sin poder establecer el día exacto de su nacimiento, aunque se le atribuye el 10 de agosto por ser el día de San Lorenzo, segundo nombre de Melgar.

Al igual que la incertidumbre sobre la fecha de su nacimiento, se encuentra también la duda sobre su origen, refiriéndonos al hecho de que Melgar, pudo haber tenido sangre indígena, aunque los biógrafos siempre lo mencionan como un descendiente de los blancos, es decir que era un criollo. Sobre su origen social hay varias conjeturas por su tendencia hacia al cultura aborigen y su participación directa en la incipiente lucha por la emancipación Latinoamericana. Más allá de estas hipótesis los biógrafos explican la reacción de Melgar en favor de los indígenas porque estuvo en contacto muy cercano con esa población, ya que su casa estaba ubicada en una calle por donde pasaban los viajeros que iban o venían de los Andes hacia Arequipa. Tomando en consideración estos intercambios culturales primigenios, la evolución de la vida de Melgar, según Miró Quesada, está pegada a dos mundos sociales que se entrecruzan, esencialmente a nivel cultural, razón por la cual proclamaba en sus versos8, la unidad cultural Latinoamericana. Otro de los biógrafos como Jorge Cornejo Polar indica que: “Probablemente sea Mariano Melgar el autor en quien de modo más claro se evidencian los procesos de transculturación , de surgimiento de una nueva identidad que incorpore a las culturas autóctonas, cuya huella hemos venido siguiendo a lo largo de los siglos virreinales”9. De allí la importancia histórica de la obra de Melgar sobre la identidad peruana, y que los biógrafos, han tratado de aclarar los aportes en influencias introducidas por Melgar, éstos que han sido negados, reprochados y desvalorizados por muchos intelectuales principalmente por Marcelino Menéndez y Pelayo, quien denigra la importancia y el valor de la poesía de Melgar10; y Riva Aguero, cuyas criticas contra la vida y obra de Melgar fueron refutadas por José Carlos Matiátegui, señalando por el contrario de que Melgar es el “primer momento”11 de la literatura peruana, y no un “momento curioso”12 como lo dice Riva Aguero.

En la construcción de la vida melgariana, Miró Quesada relata los primero años de la infancia de Melgar y los de su juventud que transcurren entre la vida de la ciudad, su contacto con el campo y en un universo religioso muy marcado. Todos estos elementos constituirán el origen de su conscientización política. Hay que considerar que Mariano Melgar fue un niño precoz, dado que según diversas fuentes biográficas refieren que a los tres años sabía leer y a los ocho años ya leía en latín a Virgilio. Por otro lado, desde muy temprana edad hay testimonios sobre su apoyo a la condición social difícil de los indígenas, como la servidumbre en la que se encontraban, es así, que siendo muy joven le dijo a su madre: “nunca pida usted rebaja cuando compre algo a estos infelices, porque todo lo que tenemos y hasta el suelo que pisamos es de ellos.”13 Esta reflexión nos revela su orientación política, su humanismo y sobre todo su toma de conciencia social frente a un problema tan antiguo como la conquista. Esta interrelación cultural en la cual vive el joven Melgar, el biógrafo la presenta como un despertar profundo por la unidad de la nación peruana, nación que en aquel momento aún no existía. El contacto con la gente del campo y también la difícil situación económica de su padre, contribuyen a fortalecer su espíritu buscador de una igualdad entre los miembros de esa sociedad que el biógrafo intenta reconstruir.

Con relación a su formación política y filosófica, destaca su paso por el colegio San Francisco, luego su entrada en 1807 al prestigioso Seminario de San Jerónimo, que fue reorganizado por el obispo Chávez de la Rosa en 1791. Aquí Melgar se instruye en materias de cultura general y religiosas, y como lo dice Luís Alberto Sánchez: “fue entonces cuando decidió cambiar el rumbo de su existencia”14. El Seminario San Jerónimo era en la época un centro de estudios muy importante y constituía una etapa importante para todo aquel que deseaba seguir estudios universitarios15, una etapa casi obligatoria. En este Seminario de experimentación cultural se impartían materias sobre preocupaciones sociales y económicas; dándose mayor importancia a los problemas y hechos reales y concretos. Tomó esta orientación gracias a la influencia del obispo Chávez de la Rosa, quien tendrá como a uno de sus discípulos a Francisco Javier de Luna Pizarro, más no a Melgar, puesto que cuando entra Melgar al seminario16, Chávez de la Rosa ya se había retirado, de modo que la hipótesis, de que Melgar haya entrado al Seminario gracias a Chávez de la Rosa17, queda descartada y corroborada por Miró Quesada. Luego de aprobar sus exámenes de teología y humanidades, en 1810, cuando Melgar tenía 20 años, ocupa el cargo de profesor interino en la enseñanza del Latín y Retórica. Posteriormente desempeña las materias de física, matemáticas y finalmente ocupa el curso de filosofía desde 1811 hasta 1813. Esta etapa de su vida está descrita como la fundamental con relación a Melgar y el Yaraví.

Miró Quesada subraya la formación y luego su participación en el Seminario San Jerónimo como un periodo decisivo en las aspiraciones de Melgar un deseo profundo de nutrirse de los más diversos conocimientos para comprender aquella realidad histórica que se estaba desarrollando ante sus ojos. Cabe notar que Melgar, durante su paso por el Seminario también fue nombrado bibliotecario, lo cual le permitió tener acceso a esos conocimientos y fortalecer su propia formación intelectual, hechos bibliográficos tomados por el biógrafo de Noticias biográficas, hechos que también son reflejados en algunos de sus versos, como lo que describe en su famosa Carta a Silvia: “Desde que mi razón tuvo ejercicio/procuraba adquirir sabiduría/poseer, si dable es, todas las ciencias/fue toda mi ambición y mi codicia.”18 Así Miró Quesada pone en relación estos rasgos biográficos con la formación de su conciencia filosófica, política y cultural, de igual manera los de sus conocimientos en música, lo cual servirá para la adaptación de sus Yaravíes. A esta maduración cultural el biógrafo la yuxtapone con la importancia de la fuerte influencia de autores latinos como Horacio, Virgilio y Ovidio, de quien traduce19 El Arte de amar, cambiándole el título por El arte de olvidar, como una muestra del dolor que sufría por el desden de su enamorada. Constantemente se acentúa el rol que tuvo Seminario de San Jerónimo no sólo en la formación del poeta Melgar, sino también la de otros intelectuales del sur del Virreinato, destacando la figura del intelectual Francisco Javier de Luna Pizarro, quien tendrá un rol primordial en la formación de la República como lo anota Aurelio Miró Quesada “ Melgar no pudo siquiera prever que el vicerrector de sus días de ingreso como manteista iba a ser después el primer Presidente del Congreso del

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