Mexico Y Octavio Paz

MÉXICO: UN MOSAICO DE LITERATURA PARA AMÉRICA.

A través de sus obras, Octavio Paz muestra su posición acerca de su tierra; México. En algunos de sus escritos destacados, plasma su sentir y su preocupación por la sociedad de su país, y al mismo tiempo, transmite su deseo de ver un progreso y un cambio en él. Pero Octavio llegó más allá, porque logró unir sus dos pasiones; México y la literatura. Sin embargo, su legado atraviesa fronteras, y todos sus sueños, aspiraciones, críticas y preocupaciones se convirtieron en un reflejo de la sociedad Latinoamericana.

Octavio Paz fue hijo de la Revolución de México, desde su juventud estuvo influenciado acerca de política, ya que su padre, Octavio Paz Solórzano, era abogado y político. Además, su madre era hija de españoles nacida en México por lo cual él logró conocer desde pequeño dos culturas diferentes y pudo compararlas.

En sus años de producción escrita se desenvolvió también como embajador de México en muchos países europeos y asiáticos, así pudo recopilar lo mejor de cada sociedad que conoció y llenarse de sueños para su país.

Su postura política quedó reflejada en ensayos como "El laberinto de la soledad" o "Posdata", obras que también expresan sus ideas sobre la identidad y el proceso de pensamiento que produce la sociedad mexicana.

En una de sus obras más reconocidas, “El laberinto de la soledad” de 1950, Octavio Paz plantea su punto de vista sobre el mexicano, cuestiona su moralidad y comportamiento y analiza las causas de su realidad basándose en que el pasado histórico lo ha dejado sin identidad.

Todos estos cuestionamientos se pueden aplicar no solo a México sino a toda Latinoamérica, pero también funciona como mosaico de una utopía válida para todos los países en el mundo y es por esto que su literatura trasciende fronteras.

‘‘No sé si la modernidad es una bendición, una maldición o las dos cosas. Sé que es un destino: Si México quiere ser, tendrá que ser moderna’’. La cuestión de modernidad es una visión que deben intentar adoptar todos los países latinoamericanos aunque sea un mal necesario, si es que quieren seguir siendo y teniendo validez ante los ojos del mundo. Pero para que haya un estado moderno se debe entender que el ciudadano es la base del mismo y por esto Octavio tiene una visión de un México innovador y no rediseñado, donde se busquen nuevas posibilidades, partiendo desde cero. Aun así, esto es una necesidad que también vive América Latina. No solo se vive en México, sino en tantos países de nuestro continente.

“La soledad, el sentimiento y conocimiento de que aún no estás solo, excluido del mundo no es una característica exclusivamente mexicana’’. La soledad es el producto del rechazo y este rechazo se debe principalmente a que en muchas naciones desarrolladas se subestima

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