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Narracion


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2012  •  2.137 Palabras (9 Páginas)  •  300 Visitas

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En mi vida siempre eh sido una persona de baja autoestima, la cual no creía ser capaz de lograr, ningún sueño, ni ninguna meta, tal vez mi forma de pensar y mi formar de reaccionar a las cosas me hacía ser mediocre y conformista.

Cuando entre al colegio, recuerdo que mi madre me decían, que el estudio era la puerta, para poder ser alguien en la vida, pero a mí no me importaba, en ese momento solo quería saber cómo era estar ahí y conocer amigos nuevos.

El primer año fue muy difícil, cuando iniciaron las clases, todos debíamos de ir al gimnasio para que nos asignaran la sección que nos tocaría, era muy grande, con tres graderías que abarcaba todo el largo del edificio, tenía baños cómodos, pero algo descuidados por los mismos alumnos, y el centro era una planche donde se practicaba futbol sala. Cuando ingrese a ese gran edificio, estaba totalmente lleno, se senté en la primera gradería ubicada a un lado de la salida con todos mis compañeros de escuela, al frente se encontraban todos los profesores y el director hablando de lo que iba hacer nuevo año lectivo.

Después del acto de inauguración, el director nos indicó que nos dirigiéramos al colegio y que buscáramos en cual sección nos iba a tocar, era un lugar muy grande con aulas por todos lados, al fondo una pequeña soda, una excelente biblioteca muy cómoda para estudiar, un laboratorio de computo pequeño, un comedor, baños muy descuidados, peores que los del gimnasio y una gran cancha de para practicar las futbol y algunas actividades de educación física.

Cada aula tenia pegado en la puerta una lista con los nombres de los alumnos que deberían de estar en esa sección, a mí me tocó la 7-10 en el primer pabellón, yo estaba muy emocionado por ese primer día de clases. Pero al darme cuenta que en mi grupo no conocía a nadie y que todos eran alumnos que estaban repitiendo el año nuevamente, y tenían entre edades de los 13 a los 16 años me sentí con poco desaminado, porque todos se hablaban y yo sin poder decir nada, Pero cambie mi estado de ánimo cuando por la puerta entro un buen amigo mío que vivía cerca de mi casa, él se llamaba Olman tenía 16 años y era la cuenta vez que repetía setimo, aunque era un poco mayor que yo y conocía a todos los demás compañeros, se sentó a mi lado y comenzó a hablar sobre todo lo que él había vivido en ese colegio, me decía que aquí estaban las mujeres las lindas, las mejores fiestas, que por eso el seguía en el colegio pero en realidad no le importaba el estudio, el me comentaba pocas veces iba a clases, que solo se presentaba hacer exámenes.

Después de un rato de hablar con él, entro un profesor llamado Guillermo Villalobos Zúñiga, el que dada las clases de estudios sociales y cívica, tenía una voz muy fuerte que intimidaba a cualquiera, era alto, con barba y anteojos, pero considero que era el mejor profesor que existía en ese colegio, tenía una excelente forma de ser y explicaba muy bien. El primero nos indicó que nos presentáramos, como nos llamábamos, de donde éramos y de que escuela veníamos, esto hizo que me pusiera un poco nervioso porque mi nombre era muy poco común, y venia de una escuela muy pequeña y poco conocida, cuando llego la hora de presentarme, todos se burlaron de mi nombre y eso hizo que me sintiera muy mal y bajara mucho mi autoestima, pero de inmediato el profesor no permitió que se burlaran más.

Cuando empezaron a dar materia a mi poco me importaba, me presentaba a clase, pero no me gustaba escribir, siempre en los recreos andaba solo me sentía mal, sin amigos algo que pensé que no iba a pasar cuando entre al colegio.

Una vez en una clase de español la profesora Rita Araya, una señora de baja estatura y de contextura gruesa me decía yo sé que tú tienes potencial y puedes lograr muchas cosas importantes si te lo propones, pero yo decía que era muy difícil y siempre sacaba alguna excusa para no avanzar en mis estudios.

Después de unas semanas me hice buen amigo de un compañero llamado Joseph, también era un poco mayor, pero eso no me importaba, siempre andábamos juntos en los recreos y hacíamos los trabajos juntos, él me decía en el colegio no importa si sacas 100 o 65 pasar es pasar, esto hizo que yo tuviera una mente mediocre y que no me esforzara en los trabajos.

Cuando venía la hora de los exámenes, yo estudiaba un día antes según el consejo que me daba mi amigo Joseph, él me decía lo que aprendes aquí no lo vas a usar nunca más, entonces para que estudiar tanto y ese tipo de habito hizo que yo pasara los exámenes como se dice popularmente “raspando” y otros me los sacara muy bajos.

Cuando los profesores empezaron a repartir los promedios del primer trimestres, yo estaba muy asustado por las palabras que mi madre me dijo, si tienes una sola nota mala, te saco del colegio para que te pongas a trabajar, ella era de un carácter muy fuerte al ser madre soltera de dos hijos y tener que trabajar toda la vida para poder sacar a su familia adelante, vivía una vida muy estresada y no le gustaba que botáramos sus fuerzas a la basura, como si el dinero no le costara, y esa manera de ser de mi madre hacia que yo estuviera muy preocupado porque ya sabía que tenía una nota en rojo, francés y todas las demás las logre pasar pero con notas muy bajas.

Pero esto no me preocupaba porque era solamente una materia lo que había perdido, aunque las otras estaban muy bajas, en mi mente no importaba si mi pensamiento era mediocre o no.

El día de entrega de notas llego y después de salir de esa aula mi madre me volvió a ver con cara de enojo y furia, me agarro de un brazo y me dijo, tenemos que hablar, pero aun así no tenía mucho miedo, porque sabía que se le pasaba rápido, cuando llegamos a la casa mi madre me dijo muchas cosas de manera alterada, ella llego y me dijo que si

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