Obra Teatral

Mi nombre es Tania tengo cuarenta y cuatro años, estoy felizmente casada y tengo dos hijos.

Mis hijos son dos jóvenes extraordinarios, sin embargo he notado que un problema común es la posible adicción al tabaquismo, pues está al alcance de todos. Y es por eso que quiero relatarles algo que me ocurrió hace años.

En el último año de mi carrera, como un día cualquiera Salí a tomar un café y me encontré con una vieja amiga… Lucy…. Me senté a platicar con ella, yo estaba muy contenta por volverla a ver y ella también, pero su rostro reflejaba tristeza. Le pregunte que le ocurría y es ahí donde comienza esta historia…

Lucy me empieza a contar la gran preocupación que tiene por su hermano Adrián, ya que desde hace tiempo dejo la escuela, no trabajaba y para colmo está metido en el problema del tabaquismo, agregándole a esto drogas y alcohol. He de reconocer que me costó mucho trabajo creerlo, puesto que Adrián era un chico bueno, guapo, inteligente, con muchas aspiraciones en la vida y del cual yo estaba perdidamente enamorada. Tratando de aclarar mis pensamientos y de consolar a Lucy quedamos de vernos después para ver en que podría ayudarla y por lo tanto ayudar a Adrián, y con eso nos despedimos.

Tiempo después decidí ir a ver a Lucy, encontrándome con la sorpresa del que quien me recibiría seria Adrián, el también sorprendido me saludo amablemente, platicamos un momento y quedamos de volver a vernos, pues él iba de salida y llegaron por él unos amigos suyos de mal aspecto por cierto, al ver esto, comprobé tristemente todo lo que Lucy me había dicho y que resulto ser cierto.

Sin embargo pensé que si yo estaba ahí para ayudarlo él podría cambiar, enamorarse de mí y entonces como el típico cuento, tendríamos final feliz…

Al cabo de unos días, dirigiéndome hacia la universidad; Adrián me sorprende con su inesperada presencia. Y decidimos ir a tomar un café, en eso Adrián confiesa su gran amor por mí, el cual según el siempre sintió, pero creía no merecerme, al escuchar esto no pude evitar saltar de alegría, era un sueño hecho realidad, sentimos una gran conexión, tanto que nuestro encuentro termino en un hermoso beso, nos hicimos novios y nos despedimos.

Yo era la más feliz del mundo, nunca imagine que esa felicidad duraría tan poco, pues al cabo de unos días Lucy me llama desesperada pidiendo a gritos mi ayuda, Adrián estaba muy mal tenía una tos que hasta lo ahogaba y empezaba a sangrar por la boca, al oír esto Salí corriendo a su casa, para ese momento ya lo llevaban al hospital, se encontraba en un estado muy deplorable. El doctor lo recibió rápidamente; pasaron horas y no sabíamos nada de él, cuando después sale el doctor diciéndole a la mamá de Adrián que no había muchas esperanzas para sacarlo, tenían que realizarle estudios, determinar que tenía, para entonces ver si podían

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