Ortografía de textos

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Hoy en día tenemos la facilidad de poder completar una palabra con tan solo oprimir unas cuantas teclas en nuestros dispositivos celulares; esto con el único objetivo de responder cada vez de manera más rápida nuestros chats y correos electrónicos.

De manera evidente, esta comodidad con la que contamos actualmente, es la causante de los errores ortográficos que tienen las personas al escribir un texto de puño y letra. A pesar de que en ocasiones estas faltas ortográficas pueden ser pequeñas y casi imperceptibles, no tienen el poder únicamente de hacer que una persona se vea menos instruida de lo que normalmente es: una mala escritura pude crear que muchas veces las oraciones que redactamos creen una confusión (“doble sentido”), falta de claridad o de coherencia, podrá parecer un chiste, pero una falla en la ortografía puede provocar desde una pequeña mal interpretación hasta pérdidas millonarias en algún negocio, o en algún asunto legal.

Hace algunos años el famoso “auto corrector” parecía la solución para tener una ortografía impecable pero ahora parece ser que dicha facilidad ha traído más problemas a la mala escritura de las personas.

No obstante, a lo anteriormente mencionado, ciertos errores o abreviaciones son permitidas, puesto que en nuestros tiempos utilizamos muchas palabras que son provenientes de otras regiones del mundo, y las apropiamos tanto a nuestro léxico que ya parecen formar parte de él.

Escribir textos que tengan una ortografía de lo mejor y que contengan coherencia, siempre tendrán consigo un beneficio. La correcta escritura puede fomentar un sinfín de oportunidades: laborales, educativas, culturales, etc., así como contribuyen a la construcción de la imagen de culto y saberes de una persona.

Cuando un escrito presenta una buena ortografía, la sensación que se deja en el lector es muy agradable. Pero para lograr esto (que ya es visto como un logro) se debe tener una preparación disciplinada y constante, esto sobre todo por el rico léxico con el que cuenta la lengua española.

Algunas recomendaciones que puedo dar según mi experiencia son: leer todos los días al menos 20 minutos, escribir varias veces las palabras mal escritas, investigar que significa y como se escribe una palabra y si es posible escribir algunos textos de autoría propia para ir practicando la buena grafía, la cual puede dar satisfacción y muchos beneficios propios.

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