Poemario

El corrompido.

Una masa de ojos

¿Qué vi? ¿Qué sentí?

Algo que cambio, mi rumbo

los ojos del destino me decían qué hacer.

Desgarro de un pecador,

los engranes que me guiaban dejaron de girar.

El robot programado dejo de funcionar,

tal vez un error humano ¿o es que siempre lo fui?

Las luces iluminaron mi camino y de la oscuridad renací.

Tinieblas de ilusión.

Del miedo a correr,

hace que tropiece

La dulce melodía del mundo me despertó.

Medianoche, la hora perfecta del día

el momento exacto para despertar de este sueño,

donde nada gira y todo se detiene en mi interior.

Despierto en un mundo tronado por mi cordura

Deseo soñar, volver a ver con luz y no con la oscuridad.

Me destruyo, me armo de valor

Vuelvo a tropezar, esta vez con una gota de esperanza.

El muerto viviente

Miedo a la oscuridad,

hace que me aferre a la luz,

luz que tal vez nunca va a llegar.

Tratando de llevarme a la cima, vuelvo a descender

Siendo mi propio verdugo, culpo al mundo,

el mundo me ve curioso de mi simpleza.

Vuelvo a subir solo para encontrar más oscuridad

Me maldigo por ser mi propio mundo,

caos yace en la realidad, realidad creada de la oscuridad

Los buenos días nunca llegarán

La tarde dice la hora de mi tortura

La noche dicta la hora de mi sentencia

Y el día un nuevo amanecer lleno de dolor.

El payaso

De risa en risa ando

piensan que es de felicidad.

Puedo decir que es un ciclo sin fin,

un fin del que no veo un nuevo comienzo.

La gente aplaude y ovaciona por mi acto

acto que no es de admirar.

En la pintura hay una sonrisa,

detrás una lágrima.

Una sonrisa al revés,

cara de desesperación

La pintura cubre rastros de imperfección

Una vez más el show tiene que empezar.

Carta echada.

Cuando la primera gota cayó,

caí en picada cual ave muerta.

El juego estaba decidido,

 las cartas se habían jugado

quería intentar ganar.

El juego estaba en mi contra

me la jugué y como estaba escrito, perdí

te perdí, más nunca supe de ti

de mi ojo la primera gota cayó.

La depresión sin épica

No supe qué camino tomar

estaba perdido, ¡maldita mi suerte!

Termine en un laberinto, estaba acabado

buscando la salida, solo encontraba la respuesta.

Busqué la entrada, solo recordé el dolor de haber caminado

no había nada malo, todo estaba bien

Hice del laberinto mi fortaleza,

todo se volvió pasajero.

El regalo.

Recibo tu mirada

Acepto tus caricias

Tomó tus besos

Percibo tu felicidad

Acojo tu enojo

Tu dolor, tu tristeza, tus noches de insomnio.

Al final recibí todo,

y tú me diste lo mejor de ti.

Antes de partir.

Ahora que lo pienso

¿Cuándo fue la última vez que aprecie un atardecer?

¿Dónde estaba yo cuando me diste tu amor?

¿Quién pintó el cielo?

¿El arcoíris siempre fue de colores?

El río ha cambiado tanto,

dices que es el mismo de siempre, pero no lo es.

Me he perdido en mis pensamientos

desperté y todo era distinto.

¿O es que siempre fue así de bello?

Ver a los niños y adultos sonreír me hace sentir extraño

Las flores más bonitas de mi vida florecieron este año.

Todo es tan extraño, parece de fantasía

En mi último suspiro contemplo lo que tanto estuve buscando.

Cambio de estación.

Con ganas de tenerte, ando

Con miedo a perderte, estoy.

Si supieras cuánto tiempo te he esperado.

No se compara como el deseo de sostenerte,

quedarme en el lugar donde fuiste feliz

En los jardines de girasoles paseabas,

donde me contabas tu verdad

Los días son hermosos desde que te fuiste.

Cuando el viento sopla,

eres tú guiándome.

Cuando camino sobre la tierra,

suavizas mis pisadas.

Cuando el sol me quema,

eres tú acariciándome

Y cuando el agua me toca,

 eres tú besándome.

Esperando el otoño, estoy

Época en que caen las hojas

En donde caeré yo, para encontrarme contigo

Para iniciar una nueva estación.

Mochilero.

Las venas de la vida se enredaban

por momentos te veía, la despedida llegó

...