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Prueba Control De Lectura


Enviado por   •  13 de Mayo de 2012  •  3.290 Palabras (14 Páginas)  •  1.230 Visitas

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Continuación técnica de lectura comprensiva

Nombre:…………………………………Fecha: ………………………. Curso:…………..

UNIDAD CONTENIDO OBJETIVO

Unidad: Narrativa

Comprensión lectora. * evaluar habilidades de comprensión lectora.

Texto 4

1. Punta Sobaco no aparece con ese nombre en las cartas de navegación, ni con ningún otro, pues faltarían denominaciones para designar todos los accidentes geográficos que caracterizan el despedazado archipiélago de las Guaitecas. Sólo los cazadores de focas de Quellón la conocen así, y entre ellos "el capitán Ñato". Tampoco este nombre es conocido en el puerto de Quellón, de pocos habitantes, y el último del sur de la isla grande de Chiloé.

2. El capitán Ñato es llamado así sólo por sus amigos, los indios alacalufes de más allá del Golfo de penas Penas. Es que Luis Andrade tenía una nariz tan aplastada como la de una foca que se hubiera dado un cabezazo contra una roca. Las dos fosas nasales eran lo único que asomaba a la superficie de su rostro; pero le bastaban para olfatear las rutas que seguían sus congéneres del mar, y así fue como dio con la famosa caverna donde paren las lobas en Punta Sobaco.

3. Los científicos dicen que las focas fueron en tiempos remotos mamíferos de tierra adentro y que se hicieron a la mar por razones aún no bien sabidas. Tal vez fueron acosadas por otras fieras, o las empujó la necesidad, cuando eran anfibios que pescaban en la desembocadura de los grandes ríos. El hambre y la necesidad llevan a animales y hombres por azarosos caminos. Posiblemente se dieron cuenta de que había más peces en el mar que en los ríos y, poco a poco, fueron entrando en él hasta convertirse en lo que son hoy.

4. Así, el capitán Ñato, en busca de sus pieles, se adentraba todos los años en la época de la parición de las lobas de un pelo por todos los roqueríos y cavernas que quedan mar afuera del destrozado archipiélago.

5. Aquella tarde el sol parecía el ojo de un dios primitivo, como el del buey Apis de los egipcios, cuando en la chalupa ballenera, el capitán con sus cuatro remeros empezaron a escapular los contornos hacia Punta Sobaco. Generalmente el sol sale así por entre las nubes después que ha pasado la tempestad, como para mirar lo que ha ocurrido entre el mar y la tierra. De la que acababa de pasar, sólo quedaba una mar boba que venía rodando desde la lejanía, donde se perfilaba igual que el lomaje de inmensos toros que estuvieran arando el ancho horizonte del océano Pacífico.

6. El redoso de Punta Sobaco es sucio. Se presume que ese nombre le fue dado porque en esa parte de la punta, los acantilados se doblan cual gigantesco brazo que abofeteara el mar. El puño queda afuera, con altas coyunturas rocosas agrietadas por el embate del océano que tiene olas de dos metros más altas que las de todos los mares. Estas mareas bobas vienen de tres en tres, con intervalos, para que el mar respire un rato antes de enfrentarse con el puñetazo de piedra de la tierra. De tarde en tarde también emerge, insospechadamente, alguna extraña ola solitaria que no se sabe de dónde viene y remonta triunfante por los altos cantiles cual si se tratara de un maremoto, de los que suceden a veces en la región, capaces de cambiar hasta su curiosa geografía.

7. Una de estas olas pescó la chalupa del capitán Ñato mientras enfilaba la grieta profunda que da a la entrada, por mar afuera, de la caverna de la lobería. La estrelló como si se tratara de una brizna contra el alto acantilado cortado a pique. El capitán Ñato gobernaba la bayona y no tuvo tiempo de maniobrar para evitar el estrellón. La embarcación de apenas siete metros de eslora fue tomada en vilo por la cresta de la ola y lanzada contra las piedras con otro puñetazo. Los cuatro remeros fueron lanzados al agua entre las cuadernas y las tablas rotas. El capitán soltó la bayona y logró agarrarse a dos manos en el verduguete de la regala de la popa; allí permaneció sentado por unos instantes como en un trono; pero luego su asiento también fue destrozado, con tan mala suerte que, al empuñar el listón redondeado del verduguete, éste le hizo astillas las cuatro primeras falanges de la mano derecha, al darle contra la roca. El capitán Ñato soltó así su última tabla de salvación y herido, cual un rey destronado que abandona el bastón de mando, siguió nadando a lo perro detrás de sus compañeros.

8. La mayoría de los chilotes, no obstante ser de los mejores marinos, por lo general no saben nadar, tal vez porque piensan nunca en naufragar.

9. Debido al susto o por un fenómeno que se explicarían los físicos, la tablazón de la ballenera destrozada quedó afuera en el canalizo de la grieta y sus tripulantes fueron lanzados por el impulso de la resaca caverna adentro. Allí, en aguas más tranquilas, pudieron mantenerse a flote, y nadando instintivamente siempre a lo perro o a lo rana, alcanzaron una estrecha explanada cubierta por los negros cuerpos de las focas y lobeznos recién nacidos, los llamados en jerga lobera "popis", en busca de cuya codiciada piel iban los cinco hombres.

Francisco Coloane, Cazadores de focas.

1. De acuerdo al texto, una característica del protagonista es

A) ser un hombre de pocas palabras.

B) su gran capacidad de mando.

C) su nombre poco común.

D) vivir rodeado de focas.

E) poseer una nariz singular.

2. La historia transcurre en

A) todo el sur de Chile.

B) el puerto de Quellón.

C) un archipiélago poco conocido.

D) en la isla grande de Chiloé.

E) en la tierra de los alacalufes.

3. De acuerdo a lo leído, una consecuencia del volcamiento de la chalupa es que el protagonista

A) es lanzado con fuerza al mar.

B) se rompe parte de los dedos de las manos.

C) pierde a todos sus hombres.

D) queda a la deriva aferrado al verduguete.

E) queda desacreditado frente a sus hombres por perder la chalupa.

...

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