Realismo Mágico En "Cien años De Soledad"

Niños con colas de cerdo, hombres rodeados de mariposas amarillas, cadáveres con olor a pólvora, difuntos aburridos de la muerte, personajes comunes y corrientes que acompañan a “cien años de soledad,” novela escrita por Gabriel García Márquez, en su fabulosa trama, en el pueblo de Macondo. Lo imaginario se camufla entre lo real como un camaleón y permite que esta novela sea la quintaesencia del realismo mágico latinoamericano. El lector puede apreciar varios tipos de magia. Algunos son producidos por magos, otros se derivan de la mitología y de leyendas; existen también, los que reflejan milagros y unos vienen simplemente de la imaginación. Para comprender estos variantes imaginarios, es importante conocer las raíces del realismo mágico.

El nombre, dividido en sus dos componentes, dice que es magia fusionada con realismo. Según García Márquez en su discurso de 1970, cuando ganó el Premio Nobel, reveló una información muy importante. Describió criaturas extrañas, las cuales habían sido vistas, supuestamente, por conquistadores y colonizadores que escribían crónicas de lo que encontraban en el Nuevo Mundo. Es ese el origen de esta vertiente literaria, las fabulosas e increíbles historias que describían tan detalladamente los exploradores, podían convencer a cualquiera que esa era la realidad de Latino América. Pero, García Márquez describe también hechos históricos y reales de la situación de varios países latinoamericanos que son también difíciles de creer, cifras enormes de muertos y desaparecidos, leyendas peculiares y velorios heroicos de tiranos y asesinos. Gabriel García Márquez demuestra que la realidad, de su patria, y la de los países vecinos es ridícula también. Por eso, el autor colombiano utiliza diferentes técnicas y símbolos para retratar a la ciudad de los espejismos, Macondo.

El pueblo fundado por la familia Buendía es la cuna de leyendas heroicas y legendarias que marcan la historia de la ciudad en sí. El mejor ejemplo es el Coronel Aureliano Buendía, quien luchó treinta y dos guerras sin conocer completamente el propósito de su pelea, pasó a ser olvidado por Macondo y ser nada más que una leyenda popular. El Coronel marcó la historia de Macondo ya que introdujo el mundo violento de la política. La matanza de los obreros es también un ícono legendario, ya que, el único que recordaba lo ocurrido era José Arcadio Segundo, quien se negó a olvidar. Lo mítico es también reflejado en el libro con duendes que mueven las cosas y las cambian de lugar. Relacionado con lo histórico, está también el aspecto milagroso que se aprecia en la novela.

La magia en “Cien años de soledad” refleja, indirectamente, el mestizaje latinoamericano. Se pueden apreciar alusiones a la religión cristiana como cuando Remedios, la bella, dejó el mundo al irse a los cielos envuelta en sábanas blancas. Del otro lado, las predicciones de Pilar Ternera, Úrsula, del Coronel Aureliano Buendía, de Melquíades y otros, reflejan el tiempo circular, ya que, para que ellos puedan conocer el futuro, tiene que haber pasado antes. Esto refleja mágicamente la percepción indígena del tiempo como algo tangible, que se puede detener en un cuarto que no envejece. La muerte es también vista desde una perspectiva diferente. Es tan solo lo que va después de la vida. Es un lugar del que se puede regresar, como lo hizo Melquíades. Muchos personajes tienen la posibilidad de elegir cuando morir como lo hizo Úrsula cuando escampó, y como lo hizo Amaranta con su mortaja. La muerte también aparece como un personaje, visita a Amaranta y es una mujer común, nada de otro mundo, mágica y real al mismo tiempo. Estos tipos de magia contrastan con la magia realmente fantástica, esa que sale del rincón más remoto de la imaginación de un gran autor, pero la misma que está presente en el continente de los disparates, América Latina.

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