Tema de el realismo mágico de cien años de soledad

El realismo mágico de cien años de soledad y la estirpe Buendía

Era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de solead no tenían una segunda oportunidad sobre  la tierra.  

García Márquez, G. (2002). En cien años de soledad (pág. 485). norma.

A cincuenta años de la publicación de la magnífica  novela cien años de soledad, obra que le valió un premio Nobel a la literatura en 1982 a Gabriel García Márquez,  he decidido redactar este ensayo no solo por mi amor a esta obra sino también debido a que para mí es la obra cumbre del movimiento literario conocido como realismo mágico; siendo García Márquez su máximo representante.

El realismo mágico es una corriente literaria de mediados del siglo XX  que se caracteriza  por la narración de hechos insólitos, fantásticos e irracionales en un contexto realista. literatura.about.com. (16 de marzo de 2016). Recuperado el junio de 2017, de literatura.about.com/realismo-magico.

En cien años de soledad el realismo mágico esta incrustado magníficamente en los hilos que tejen la trama en su totalidad, desde el matrimonio del patriarca José Arcadio Buendía y Úrsula Igurán, pasando por el  éxodo que dio origen a la fundación de Macondo hasta los pergaminos del gitano Melquiades, entre otros múltiples aspectos  le dan forma a una novela realmente mágica. Quien haya tenido el placer de leer esta novela ha debido enredarse un poco en el intrincado árbol genealógico de los Buendía, las repeticiones  de nombres tanto de  Arcadios, Aurelianos, Remedios y Úrsulas hacen al lector regresar las paginas hasta comprender la procedencia de tal o cual personaje y en muchos casos como el mío elaborar un esquema de los mismos.

Úrsula Iguarán, la matriarca de esta familia  era prima de su esposo José Arcadio Buendía; sin embargo esta tuvo siempre la premonición  que si concebía hijos con el  antes mencionado estos saldrían con una deformidad como una cola de cerdo; puesto que ya había un antecedente familiar con este rasgo, por tal razón se negaba a sostener relaciones sexuales con José Arcadio hasta que este  en una pelea de gallos mata a Prudencio Aguilar  quien se burló de el porque se rumoraba que su mujer aún era virgen, acto seguido iniciaron su travesía. Ella dio a luz tres hijos en perfectas condiciones físicas pero con características psicológicas  y psíquicas fuera de lo común; mientras Arcadio era voluntarioso como su padre, Aureliano era solitario y tenía premoniciones mientras que  Amaranta tenía el alma amarga.

Los Buendía junto a otras familias se dieron a la tarea  de fundar el mítico poblado de Macondo, pueblo característico en  la literatura de García Márquez. Dicho pueblo aparece en distintas de sus obras así como personajes que se entremezclan en relatos disímiles.  Una vez asentados en Macondo aparece un buen día el Nostradamus gitano que lleva consigo el conocimiento y los pergaminos  indescifrables que vaticinan  el destino de los Buendía. Es en las visitas de los gitanos  que se cumple la visión de José Arcadio, de una ciudad de espejos cuando en realidad es la visión de una de las novedades que llega a Macondo de manos de los nómadas  que acompaña a Melquiades. El hielo.

Una vez más en la novela la línea entre realidad y fantasía se vuelve  extremadamente delgada cuando a los Buendía les llega una nueva hija, enviada con una carta de un par de desconocidos que afirman haber sido amigos de los Buendía,  la que hasta el día de su muerte debía llevar el nombre de Rebeca Buendía. Rebeca lleva al pueblo la peste del insomnio, una epidemia con la cual la gente deja de dormir y comienza a perder la memoria, los pobladores terminan por ponerle el nombre a los artículos del hogar para saber como nombrarlos pero acaban por olvidar incluso como leer.  Márquez, de una situación común  hace una amalgama perfecta con ideas fantásticas dejando al lector con un deseo descomunal de más.

A lo largo de la trama llegan una serie de personajes, situaciones e ideas cada vez más fantasiosas y perfectas como el angelical personaje de Remedios la Bella que es llevada en cuerpo y alma al cielo, calificada por el coronel Aureliano como la persona más cuerda de la casa por la simplicidad  con la que ve la vida y a la gente, la manera fantástica que el patriarca de la familia  aprendió lenguas desconocidas entre ellas el latín  sin ningún tipo de  preparación, la aparición de muertos, el hilo de sangre que salió del cráneo de José Arcadio hijo, subió colinas, bajo pendientes, siguió de frente hasta llegar a casa de su madre. Las mariposas amarillas que seguían a Mauricio Babilonia o cuando el cadete entró al taller del  General Buendía  y aunque este estaba presente no pudo verlo, por el contrario vio el taller destrozado cuando en realidad estaba en perfecto orden, entre muchos otros, son detalles que el autor concibió  en su mente fecunda y maravillosa sazonando de esta manera una de las obras más perfectas  mundialmente aclamada, traducida a treinta y cinco idiomas, con más de treinta millones de ejemplares vendidos.

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