Resumen De Libro Popol Vuh

RESUMEN DE LIBRO POPOL VUH

Al principio no había nada, ni animales, ni personas ni plantas, nada.

Entonces nuestro creador que es muy poderoso, con solo decirlo formo el mundo y la tierra y así surgieron los mares, los montes y los ríos. Después nuestro creador dijo que debían existir los animales y fue creando cada una de las especies animales y les dijo a cada uno sus sonidos y como debían portarse, pero al ver que no hablaban debían crear otra especie que pudiera adorar a nuestro creador Y creo a los hombres de lodo, pero fue un fracaso porque era muy débil. Entonces crearon a otros seres, el hombre de los palos del árbol tzité y a la mujer de árbol de Cibaque. Estos fueron groseros y sin corazón y se olvidaron de su creador y por lo tanto a la mayoría mataron y los que quedaron fueron convertidos en los monos que ahora vemos y se parecen mucho a nosotros.

Como no había sol, surgió alguien llamado Vacub Caquix y el brillaba con piedras preciosas que tenia y decía que él era el sol y la luna y también las estrellas, y por la soberbia de él y también de sus hijos los mataron.

Los antepasados de Hun Anpú e Xbalanque les gustaba mucho jugar pelota y les enseñaron a sus hijos a pintar, cantar, esculpir, etc. Los señores de Xibalba les hicieron muchos retos de pelota a los antepasados de Hun Anpú e Xbalanque y eran de vida o muerte los juegos y se fueron muriendo algunos pero los señores de Xibalba pensaron que algunos de ellos eran Hun Hunahpú y Vacub Hunahpú.

Y los señores de Xibalba estaban seguros de haber matado a Hun Hunahpú y Vacub Hunahpú pero no fue así y Hun Hunahpú y Vacub Hunahpú viajaron a Xibalba y allá les hicieron peligrosos retos como: la casa de la obscuridad, la casa de los tigres, la casa de los murciélagos y la casa de las navajas. Como en uno de los retos se les acabo el ocote y el tabaco los mataron y fueron despedazados y enterrados en el botadero de ceniza del juego de pelota a acepción de la cabeza de Hun Hunahpú que fue ensartada en el tronco de un árbol estéril del camino y este empezó a llenarse de frutos que ahora llamamos jícaras. Y los señores de Xibalba dispusieron no ponerse debajo del árbol ni agarrar esa fruta.

Un anciano llamado Cuchu Maquic relato a su hija Xquic del árbol y por curiosidad fue ella a ver el árbol se subió en él para comer un fruto y la cabeza de Hun Hunahpú le hablo diciéndole que extendiera su mano escupiéndole saliva y por esa razón tendría 2 hijos que se llamarían Hun Anpú y Xbalanqué.

Pasando el sexto mes fue descubierto el embarazo de Xquic por su padre que la mando a matar por los tecolotes exigiendo su corazón y el nombre del padre, la dejaron escapar colocando en una jícara la savia del árbol que se coaguló tomando forma de corazón y sangre. Los señores tecolotes le indicaron como llagar a la casa de su suegra para tener allí a sus hijos a quien llamo Hun Anpú y Xbalanqué que nacieron en la montaña.

Sus hermanos Hun Batz y Hun Choven los quisieron matar de bebes y cuando crecieron los trataron como esclavos. Como no los dejaban comer Hun Anpú y Xbalanqué les prepararon una trampa para en la que se convirtieron el micos y así fueron vencidos.

Para agradar a su abuela y a su madre ellos fueron a la milpa y cortaron la maleza y deshierbaron la tierra en forma mágica pero los animales volvieron a rehacer todo dejándolo igual. Al siguiente día Hun Anpú y Xbalanqué sorprendieron a los animales y agarraron al conejo y al venado de sus colas desprendiéndoselas y por esa razón ellos tienen la cola chiquita y al ratón lo ahogaron y le quemaron su cola y por eso no tienen pelo en ella.

El ratón para que no lo mataran les dijo porque razón su padre había muerto en el infierno y que la pelota, un bate y una pala, estaban escondidas en la casa de su abuela.

Con ayuda del ratón se apoderaron de la pelota y viajaron al atrio de juego de pelota y al jugar fueron sentidos por los señores de Xibalba mandando estos a sus mensajeros para que fueran a jugar con ellos en 7 días.

La abuela les mando el recado con un piojo y en el camino lo ayudo un sapo tragándoselo, y al sapo lo ayudo una culebra tragándosela y a la culebra la ayudo un gavilán tragándosela y al llegar con Hun Anpú y Xbalanqué se vomitaron cada uno de ellos hasta llegar al sapo que no pudo vomitar al piojo porque este no se lo había tragado sino que se quedo pegado en su saliva y dio su mensaje.

Hun Anpú y Xbalanqué viajaron a Xibalba dejando una caña de maíz cada uno para que quedara como señal si morían o vivían.

En el camino atravesaron sin problemas un rio de pus y otra de sangre, para después llagar a una encrucijada donde mandaron al mosquito a picar a cada uno de los señores de Xibalba de manera ordenada para que cada uno dijera sus nombres al ser picados y de esta manera los conocieron a todos.

Los señores de Xibalbá al ver que no podían derrotar a Hun Ahpú y Xbalanqué les pusieron una trampa que les llevaran cuatro jícaras de flores y llamaron a los zompopos cortadores y a los cargadores y les pidieron que los ayudaran a cortar las flores que les habían prometido a los señores está bien dijeron los zompopos a la mañana siguiente ya estaban listas las 4 jícaras de flores y así fue vencido Xibalbá, después fueron a la casa de los tigres y superaron el reto y salieron buenos y lucían hermosos de ahí y luego fueron a la casa de los murciélagos pero mientras dormían le cortaron la cabeza a Hun Ahpú entonces Xbalanqué fue a respondes sobre la cabeza de su hermano entonces llamo a los animales grandes y pequeños y les dijo que tomaran de posesión su comida la tortuga fue a tomar su comida y fue convertida en una calabaza luego le labraron los ojos luego en el juego de pelota entonces le dijo al conejo que cuando aventara la pelota a los arbustos el saliera saltando y al jugar lo confundieron por pelota y el agarro rapido la cabeza de su hermano y en su lugar puso a la calabaza y después armaron la cabeza de su hermano al cuerpo pero a pesar de todo no murieron.

Hun Ahpú y Xbalanqué no murieron ni fueron derrotados si no mandaron a dos genios que si les preguntaban cómo podían acabar a Hun Ahpú y Xbalanqué si les preguntan acerca de nuestra muerte díganles que echen los huesos molidos al rio entonces llegaron los señores del infierno los mataron y molieron sus huesos y los echaron al rio cuando la masa cayó en el rio pero no se fue lejos si no que de in mediatamente se convirtieron en dos hermosos muchachos y se volvieron a formar al siguiente día aparecieron dos pobres con rostros miserables y Hun Ahpú y Xbalanqué los vieron bailar y los quisieron llevar con los señores del infierno y comenzaron

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