Rima XXV Becquer Comentario
carlota.pamo2 de Noviembre de 2013
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COMENTARIO DE TEXTO “Rima XXV”, Gustavo A. Bécquer
Este poema fue escrito durante el posromanticismo, la segunda etapa del desarrollo del Romanticismo en España. Este fue un movimiento que surgió en Gran Bretaña y Alemania a finales del siglo XVIII, a partir de corrientes de pensamiento en contra del racionalismo de la Ilustración. El romanticismo daba importancia al sentimiento, al individualismo, a la libertad de conducta y de creación, al genio y la inspiración y sobre todo al existencialismo.
En la segunda mitad del siglo XIX llegó a España la influencia de la poesía alemana que imitaba el ritmo y los recursos de la poesía popular; esta tendencia de denominó Posromanticismo. En este movimiento se cultivó una poesía intimista, basada en la expresión de emociones y sentimientos personales, y en el reflejo de a naturaleza.
Gustavo A. Bécquer, junto a Rosalía de Castro, son sus máximos representantes. Este nació en Sevilla y se quedó huérfano desde niño. Se educó con su madrina y desde joven ya empezó a ganarse la vida con distintos oficios, entre los que destaca el de periodista en Madrid.
Esta obra pertenece a un conjunto de setenta y nueve composiciones nombrado Rimas o El libro de los gorriones. Para Bécquer, la poesía surge de la inspiración y su función es sugerir emociones. Las Rimas se caracterizan por su brevedad, intimismo, musicalidad y naturalidad. En estas construye monólogos y diálogos dirigidos normalmente a una mujer mediante el uso de ritmos variados, un lenguaje común y metáforas tomadas de la naturaleza.
Una de sus rimas más simbólicas es la “Rima XXV”, que como muchas de sus obras, fue publicada después de su muerte por unos amigos suyos. Su tema principal es los sacrificios que está dispuesto a hacer para lograr el amor de su amada. Internamente, este poema está dividido en tres partes: la primera, que corresponde a la primera estrofa, nos describe los sentimientos que le produce su amada dormida y nos dice que daría todos los bienes que están presentes en toda vida de las personas: aire, luz y pensamiento, para poder tenerla acunada en su pecho. La segunda, que corresponde a la segunda estrofa, nos describe los sentimientos que le produce el ver a su amada callada, con la mirada fijada en la nada y nos dice que renunciaría a todos sus deseos para poder saber lo que ella está pensando. Y, finalmente, la tercera parte, que corresponde a la tercera estrofa, nos describe sus sentimientos en el momento en el que se acuesta con ella y nos dice que daría todo lo que todavía no tiene por estar dentro de ella.
Externamente este poema sigue la siguiente estructura: ocho versos octosílabos y cuatro pentasílabos donde los versos pares riman de forma asonante y los impares quedan libres.
En este poema hay distintas figuras retóricas como la presencia de anáforas al inicio de cada estrofa con la palabra “cuando”, la expresión por escuchar, por leer, por ver y el verso “diera, alma mía” que se repite en las tres estrofas. También un hipérbaton “del mar sobre el ancho espejo” y una metáfora en el verso treinta “húmedo fuego”.
En conclusión, Bécquer escribió de forma muy tardía sus poemas en comparación con la evolución del Romanticismo en la resta de Europa, pero con forma con la que trata los temas amorosos y existenciales en sus poemas, hacen que este sea un gran representante del Romanticismo y que no pertenezca al Realismo.
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