SELECCIÓN DE POEMAS
Enviado por mmmmmmmmmm • 26 de Mayo de 2013 • Tesis • 7.504 Palabras (31 Páginas) • 373 Visitas
SELECCIÓN DE POEMAS
CÉSAR VALLEJOS
1. Hoy me gusta la vida mucho menos...
2. Me viene, hay días, una gana ubérrima, política...
3. Considerando en frío, imparcialmente...
4. Piedra negra sobre una piedra blanca
5. Intensidad y altura
ALFONSINA STORNI
1. YO EN EL FONDO DEL MAR
2. FRENTE AL MAR
3. paisaje de amor muerto
VICENTE HUIDOBRO
1. ALTAZOR
CANTO I
2. ARTE POÉTICA
ENRIQUE LIHN
1. PORQUE ESCRIBÍ
MIGUEL HERNÁNDEZ
1. EL NIÑO YUNTERO
2. NANAS DE LA CEBOLLA
3. LA BOCA
JORGE TEILLIER
1. sentados frente al fuego
2. un jinete nocturno en el paisaje
3. un hombre solo en una casa sola
HOY ME GUSTA LA VIDA MUCHO MENOS...
hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡tánta vida y jamás!
¡tántos años y siempre mis semanas!...
mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi sér parado y en chaleco.
me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de parís
y diciendo:
es un ojo éste; una frente ésta, aquélla... y repitiendo:
¡tánta vida y jamás me falla la tonada!
¡tántos años y siempre, siempre, siempre!
dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dice casi, por no llorar.
que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
y que está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.
me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tánta vida y jamás y jamás! ¡y tántos años,
y siempre, mucho siempre, siempre siempre!
ME VIENE, HAY DÍAS, UNA GANA UBÉRRIMA, POLÍTICA...
me viene, hay días, una gana ubérrima, política,
de querer, de besar al cariño en sus dos rostros,
y me viene de lejos un querer
demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza,
al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito,
a la que llora por el que lloraba,
al rey del vino, al esclavo del agua,
al que ocultóse en su ira,
al que suda, al que pasa, al que sacude su persona en mi alma.
y quiero, por lo tanto, acomodarle
al que me habla, su trenza; sus cabellos, al soldado;
su luz, al grande; su grandeza, al chico.
quiero planchar directamente
un pañuelo al que no puede llorar
y, cuando estoy triste o me duele la dicha,
remendar a los niños y a los genios.
quiero ayudar al bueno a ser su poquillo de malo
y me urge estar sentado a la diestra del zurdo, y responder al mudo,
tratando de serle útil
en todo lo que puedo y también quiero muchísimo
lavarle al cojo el pie,
y ayudarle a dormir al tuerto próximo.
¡ah querer, éste, el mío, éste, el mundial,
interhumano y parroquial, provecto!
me viene a pelo,
desde el cimiento, desde la ingle pública,
y, viniendo de lejos, da ganas de besarle
la bufanda al cantor,
y al que sufre, besarle en su sartén,
al sordo, en su rumor craneano, impávido;
al que me da lo que olvidé en mi seno,
en su dante, en su chaplin, en sus hombros.
quiero, para terminar,
cuando estoy al borde célebre de la violencia
o lleno de pecho el corazón, querría
ayudar a reír al que sonríe,
ponerle un pajarillo
...